En la Conferencia Anual de Bretton Woods, el pasado 12 de febrero, Michel Camdessus habló de la necesidad de edificar una ``nueva arquitectura financiera'' que se sustentaría en ``siete pilares'': 1. transparencia y estandarización de las estadísticas económico-financieras; 2. supervisión regional (no sólo global) del desempeño de las economías nacionales; 3. reglamentación para una supervisión y previsión de los sistemas financieros; 4. reorganización jurídica de mecanismos de endeudamiento y bancarrota a nivel mundial; 5. avance ordenado en los procesos de liberalización financiera, fortaleciendo previamente los sistemas bancarios; 6. lucha contra la corrupción y prácticas fraudulentas, y 7. fortalecimiento de los organismos financieros internacionales.
Existe una realidad incontrovertible: los modelos del rescate financiero aplicados en México durante 1995, así como las medidas para resolver la crisis asiática, han demostrado su completa obsolescencia. Resulta tan incierta la situación, que el propio presidente del consejo de administración de la Reserva Federal del gobierno estadunidense, Alan Greenspan, además de señalar que para ambos casos ``el temor visceral jugó un papel importante y destructivo'', nos receta comentarios que embonan más bien en el campo de la psicología que en el de la ciencia económica, pues aparte de afirmar que ``la confianza es tan necesaria para el funcionamiento de cualquier economía que se ha hecho pedazos'', señala sin rubor que ``emociones poco comprendidas, quizá irracionales, han jugado un rol significativo en las crisis, especialmente en las agudas depreciaciones de las monedas de países en la región'', lo que no es otra cosa que el reconocimiento de que las fuerzas de la hiperconcentración financiera echan abajo cualquier previsión.
Todo esto demuestra que una arquitectura hecha sobre el fango, como se encuentra el actual modelo económico, debe obligar a Greenspan a reconsiderar no sólo la arquitectura, sino el propio modelo económico.
Es decir, la ciencia económica ha sido llevada a los más bajos niveles de la reflexión. ¿Hasta dónde piensan llevar a la humanidad los directores de la economía mundial, que más que basarse en criterios para impulsarla a la superación, la conducen hacia la desesperación, sobre todo en cuanto a las clases más depauperadas? ¿Hasta cuándo existirá un remedio que alivie tan caótica situación?
Melée
Cuando estuvo al frente de Nafin, el actual secretario de Turismo, Oscar Espinosa Villarreal, propició un verdadero desorden financiero dentro de la institución. Luego de minuciosas auditorías especializadas que han permitido establecer un diagnóstico más preciso en los aspectos legal, operativo, financiero y administrativo, la Subsecretaría de Hacienda y Crédito Público detectó que las uniones analizadas no contaban con la infraestructura financiera, operativa y administrativa adecuada; que existía una fuerte dependencia hacia los recursos de Nafin y además, en la mayoría de los casos se observaron elevados costos financieros por pago de intereses moratorios, sanciones y penalizaciones; en general, no se contaba con políticas y procedimientos formales de evaluación, seguimiento de créditos y cobranza legal; en la mayoría de las uniones analizadas, la formalización del crédito era deficiente, los expedientes no estaban debidamente integrados, en algunos casos eran inexistentes y no se tenían garantías o seguros suficientes. A raíz de las modificaciones a la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito se eliminó la obligación de las uniones de presentar a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores su programa anual de trabajo, por lo cual gran parte dejó de formularlo. En lo relativo al personal, se detectó que, en general, no contaba con la experiencia y capacidad necesarias para desempeñar sus funciones, sobre todo las de financiamiento; se observaron además altos gastos generales en relación con sus ingresos. Es decir, créditos iban y venían sin ningún control... Hoy a las 12 horas el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios se reunirá con el presidente Ernesto Zedillo en la residencia oficial de Los Pinos para dar a conocer las inversiones privadas de los principales grupos económicos del país... Por lo pronto, en su órgano de análisis interno Página Siete, los analistas de la Coparmex consideran que ``los últimos acontecimientos en el estado de Chiapas hacen evidente que no se están dando los pasos necesarios para solucionar los problemas de fondo. Es necesario --dicen-- poner en marcha acciones decididas, inmediatas, que muestren claramente una voluntad de diálogo y restablezcan el estado de derecho''.