Noé García: hay un endurecimiento en el magisterio para frenar a corrientes disidentes

Salvador Guerrero Chiprés Ť Intentos de anulación de acuerdos para que haya transparencia en las elecciones en los congresos seccionales, prácticas de fraude electoral y acarreo ``se constituyen ahora en factores de involución política'' en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, consideró Noé García, secretario de Planeación Estadística del Comité Ejecutivo Nacional.

``Para un sector del SNTE es necesario adoptar postura duras, incluso ilegales, para impedir el avance de otras corrientes, se parecen en su discurso y actitud a Manuel Bartlett o a Roberto Madrazo con respecto al PRI'', comentó.

El dirigente de la corriente Fracciones Democráticas señaló que a ocho días del inicio del congreso nacional, 40 congresos seccionales se han desahogado. Faltan, destacó, los ``más conflictivos'', los de las secciones 9, 10 y 11 en la capital del país; 18 de Michoacán; 14 de Guerrero; 22 de Oaxaca; 50 de Nuevo León; 16 y 47 de Jalisco, así como 32 de Veracruz.

En conferencia de prensa, otros profesores ilustraron las acusaciones con lo sucedido en el proceso electoral de la delegación D-II-EF-1, en los 17 centros de votación de la capital del país para los maestros de educación física, donde existe un número indeterminado de entre 6 mil y 8 mil maestros, y cuyo desarrollo y resultado podría ``inclinar la balanza'' en lo que ocurra en el congreso de la sección 10.

Francisco Chávez, representante de la ``expresión democrática'' de la planilla Democrática, contendiente de la ``institucional'' planilla Unidad, aseguró que en Iztapalapa e Iztacalco se verificó que las urnas presentaban sellos violados y que en el conteo realizado en el comité nacional electoral, en la sede del SNTE en la calle de Venezuela, ``se contaron más votos de los que se depositaron'', de los paquetes provenientes de los diversos centros de sufragio situados en cada delegación y en la Dirección General de Educación Física.

Precisó que en Iztapalapa se contabilizaron 420 sufragantes y oficialmente se informó de una votación de 650 profesores.

Calculó que ``se acerca al 40 por ciento'' el monto de boletas introducidas subrepticiamente, aunque no acreditó cuántos se habrían presentado en cada centro regional.

Guadalupe Torres, representante de la planilla opositora de los ``institucionales'' en Iztacalco, destacó que el control del proceso estuvo en manos de dirigentes sindicales que operaron ``por encima de la estructura electoral'' y era posible, dijo, presenciar actos de proselitismo y muestras de ``falta de equidad electoral'' a lo largo de todo el proceso.

Las irregularidades se presentaron, indicó, a pesar de que existía una minuta de acuerdo ``entre las fracciones democrática e institucional''. De ese acuerdo no se cumplió la colocación de dos urnas --para delegados al congreso y para comité delegacional--, y tampoco se entregó el padrón que supuestamente se iba a depurar.