Compilado por Ana María Cetto y Kai-Inge Hillerud, el libro
Publicaciones científicas en América Latina (coeditado por
International Council of Scientific Unions, UNESCO, UNAM, Academia de
la Investigación Científica, y Fondo de Cultura Económica) reúne las
experiencias y reflexiones de un grupo de 34 científicos, editores y
especialistas que participaron en el taller internacional del mismo
nombre, realizado en Guadalajara en 1994 en el contexto de la octava
Feria Internacional del Libro. En esa obra, los diversos colaboradores
ponen de manifiesto los problemas que enfrentan las publicaciones
científicas y proponen recomendaciones emanadas de dicha reunión. El
importante papel que desempeñan las publicaciones como instrumento
efectivo de intercambio de conocimientos y recurso esencial para la
enseñanza, coinciden los autores, hace necesaria y urgente una
cooperación regional e internacional más activa destinada a
fortalecerlas, y así promover la presencia internacional de la ciencia
latinoamericana.
En su mensaje inaugural -incluido en el libro-, Ana María Cetto reflexiona: ``... en términos globales, se puede decir que la actividad científica creció de manera notable en América Latina en décadas recientes. Aun así, es bien sabido que nuestra participación internacional en ciencia es todavía bajísima: en promedio, el número de investigadores per cápita es apenas poco más de un décimo del que tienen Estados Unidos y Europa, y nuestras contribuciones a la ciencia internacional, medidas a través de las publicaciones, no alcanzan en el mejor de los casos 3 por ciento del total, ni siquiera 2 por ciento según los índices internacionales. Desde mi punto de vista, lo que más falta hace es que las ciencias -hoy día tantas veces calificadas como patrimonio de todos- adquieran plena ciudadanía en nuestra región (...) En este sentido, las publicaciones pueden desempeñar un papel fundamental, por múltiples razones: como vehículos de transmisión del conocimiento y recursos esenciales para la enseñanza, y como medios de comunicación de los nuevos hallazgos; para la divulgación de las ciencias, de su historia, sus ideas y sus avances; para la promoción del desarrollo científico; como indicador de la ciencia que producimos, y como medio de definición y difusión del vocabulario científico''.