Usan técnicas de espionaje en la investigación de parejas infieles
Bertha Teresa Ramírez Ť Un investigador privado de cónyuges infieles puede obtener resultados positivos en menos de tres días. Para ello recurren a sofisticadas técnicas de la inteligencia policiaca como cámaras de video, micrófonos ocultos y antenas que pueden grabar conversaciones a 800 kilómetros de distancia.
Los detectives de la infidelidad garantizan hacer ``el trabajo con delicadeza y discreción'' y realizar un estudio muy completo de la conducta que observan esposas o esposos en sus empleos o cuando se encuentran en la calle en actividades desconocidas. Una foto, un horario de actividades u cualquier objeto de hombre o mujer extraños a la pareja o al hogar, tal como cabellos, perfumes, pañuelos y otros etcéteras pueden ser pistas ``importantísimas'' para comprobar la infidelidad. Los costos de una investigación de este tipo se cotizan en entre 500 y 6 mil pesos.
De lo único que no se hace responsable la empresa es del impacto que puedan sufrir las parejas que descubren traición, ni de los ``pleitos o divorcios que resulten de esta'', señaló el licenciado Ponce, un detective que se promuebe con muchos años de experiencia en este oficio en el norte de la ciudad.
Advierte que su trabajo termina cuando se comprueba la infidelidad: ``Y le entregamos a nuestros clientes un sobre con fotografías, así como un informe detallado del comportamiento de sus pareja en su trabajo, en restaurantes o en actividades sociales; la prueba más contundente que podemos aportar es descubrir al investigado entrando a un hotel. En esos casos llamanos inmdiatamente a la persona que nos contrató; le preguntamos si quiere asistir al lugar para comprobarlo''.
Si la pareja acepta, nosotros sólo le aportamos la dirección y algunos otros detalles, después inmediatamente no retiramos del lugar, ``poque luego los clientes no se pueden controlar y se desatan pleitos muy violentos''.
No hay misión imposible
Para los detectives del amor no hay misión imposible. Pueden llegar a todas partes y seguir a su pareja las 24 horas del día sin ser descubiertos. ``Podemos inlcuso tomarle fotos en lugares públicos, sin que se dé cuenta, y seguirlo en la calle sin que note que es vigilado, además de que también podemos investigar a la persona con la que le es infiel''.
Lo primero es hacerle un estudio de conducta a la pareja, ``después nosotros nos metemos a restaurantes u oficinas y ahí observamos su conducta: si es tranquilo, si realmente se dedica a su trabajo, si las explicaciones que da para llegar tarde o ausentarse de la casa son verdaderas''.
La demanda más fuerte en este trabajo son por sopechas de infidelidad en el matrimonio; por lo regular las investigaciones de este tipo representan 80 por ciento de los servicios que prestamos, se hace con delicadeza, con discreción; ``lo único que le pedimos para iniciar una investigación es que nos aporte una fotografía reciente de cuerpo completo de su pareja, una de su cara tamaño pasaporte, de preferencia; el nombre de su jefe inmediato en su empleo, sus horarios de trabajo u otras actividades que realice, así como nombres de personas con las que salga. Con esto nosotros investigamos y en un lapso de dos a tres días le entregamos resultados''.
Si ``el investigado'' falta mucho a su casa, porque suele ocurrir que los esposos tardan una semama, dos semanas o hasta un mes en ver a la otra persona, entonces tenemos que estar un mes cuidándolos y todo un mes tomándoles fotos. ``Hemos llegado a entregar a nuestros clientes hasta mil 400 fotos con todo y los negativos que no tiene ningún significado, ya que las que interesan son las fotos que lo descubran o lo comprometan''.
El licenciado Ponce, quien se muestra seguro de su oficio, señaló que sus clientes pueden dar 500 pesos de entrada y éste será prácticamente el costo de la investigación hasta que entregue los resultados; si se excede de tres días el costo dependerá de lo que se tarde en tener resultados.
Necesitamos que nos diga cuál es el programa cotidiano de las las actividades ``de los investigados para estudiarlo. Si nos tardamos un mes usted sólo pagaría los biáticos que representen seguir a la pareja durante todo el santo día y lo de la gasolina de las camionetas Van que usan, pero si los resultados no le agradan al cliente le regresamos su dinero.
El detective --que asume una actitud toda seriedad-- señala que lo primero que él hace es el estudio de conducta, de acuerdo con las actividades de la pareja que va a investigar, luego diseña un programa y para ello ``nos metemos a oficinas, restaurantes, etcétera, ahí observamos su conducta: si es tranquilo, si hace su trabajo, a lo mejor lo que le dice es verdad y nosotros le entregamos el resultado. Si la infidelidad no se comprueba, no se cobra nada'', asegura.
``Sólo necesitamos una foto o cualquier objeto que se le haya encontrado, que sea extraños y del cual usted sospeche; ahora, si usted quiere, también podemos investigar a la persona con la que es infiel''.
Asegura el perseguidor de evidencias que la mayor parte de las personas que investiga por motivos de infidelidad resulta positiva: ``Son las cosas de la vida y eso nos lleva concluir que cuando alguien huele a cuernos, generalmente no se equivoca''.
La voz de la experiencia
El problema principal es la infidelidad de la mujer al hombre --comenta el investigador, quien dice tener más de 15 años de experiencia en estas investigaciones--; asegura que en 65 por ciento de los casos ``la mujer engaña al hombre, aunque se piense lo contrario, y que por lo regular engañan a sus maridos con gente del mismo trabajo. Es lo que nosotros hemos aprendido en los años que llevamos en esto''.
Admite que los resultados de sus investigaciones pueden ser terribles. ``Puede perder uno la compostura y llegar a lo peor. Sí, suele ser un impacto muy duro; por eso nosotros desde hace tiempo preferimos no acompañar al cliente en ese trance, le entregamos un sobre con la información y nos desligamos. Esa información la podrá usar en un juicio o en demanda o para reclamarle a su pareja''.
Los casos difíciles
Algunas personas sólo piden seguir a la esposa o esposo para ver qué hace, pero las cosas se pueden complicar porque resulta que los investigados ``suelen ser mañosos y a veces salen con dos o tres personas a la vez''.
Pero tarde o temprano son descubiertos, ya que los sistemas de los detectives son muy modernos y suelen, asegura el espía, ser infalibles; así, un infiel ni cuenta se puede dar de que se le pueden sacar evidencias.