DobleJornada, Lunes 2 de marzo de 1998
In memoriam
Querida Bárbara: ``Con cada persona se muere un mundo, su mundo''. Esta frase del judío alemán Paul Westheim la leí en uno de tus múltiples artículos sobre México y sobre todas las mujeres y hombres que, como tú, se han encariñado con este país. Paul y más aún su traductora y esposa Marianne Frenk Westheim, judía alemana y nacionalizada mexicana, son para mí y muchas personas más que tuvieron la oportunidad de compartir tu mundo, una guía para entender el abanico de tu universo.
Te encantó trasgredir fronteras, moverte y mediar entre países, disciplinas y formas de representación artística. Te interesaste en los distintos movimientos sociales, las rupturas y continuidades políticas en México, en la rebelión de 1994 en Chiapas, la lucha diaria de las y los chilangos, representada por la figura simbólica de Superbarrio, y por supuesto en el movimiento zapatista.
Marcos, Superbarrio y Emiliano Zapata, así como las mujeres del movimiento urbano popular, fueron temas de tus publicaciones periodísticas y de investigación. Los mitos y los alebrijes te fascinaron igual que las tiendas coloridas de Morelos o el laberinto callejero de la ciudad de México. Pero tu interés principal fueron las mujeres y hombres con quienes compartiste problemas, demandas, utopías y solidaridades. A sus mundos diste voz en múltiples programas de radio, artículos, exposiciones y eventos.
Sin embargo, tus raíces estaban en Berlín. Desde allí desarrollaste tu ser cosmopolita y afianzaste tus ligas con México. Conflictos de identidad no te preocuparon, lo otro y las y los otros te llamaron la atención. Esta visión influenció también tu actitud con tu propia ciudad, a la que convertirse en un espacio de intercambio para artistas mexicanas y de otras nacionalidades, y para representantes de distintos movimientos sociales y políticos. Tu afán fue crear condiciones para que lo diferente se pudiera tocar, construyendo espacios para el encuentro de visiones opuestas y nuevas perspectivas. La colaboración con artistas alemanas/es en México y mexicanas/os en Berlín, así como tu entusiasmo por el arte marcaron muchos de tus compromisos laborales y de vida.
Durante cinco años tu hija Frida jugó un papel central en esta vida entre México y Berlín. Su risa y autoconciencia reflejan tu gran amor. Tu familia y tus amigas y amigos en México y Berlín te prometemos mantener para Frida todo lo que fue tu mundo.
(Bárbara Beck, nacida el 7 de julio de 1949, falleció el 12 de marzo de 1997.)
(Traducido y sintetizado por Britta Scholtys)