DobleJornada, Lunes 2 de marzo de 1998


Qué leer


Amalia Rivera


¿A dónde desea hablar? Carolina Velásquez. Ed. Pesebre. Col. Pesebre/Novela. México, 1997 (La vida y la lucha de las telefonistas de Telmex son el eje de una novela que, escrita con oficio periodístico y la chispa que caracteriza la pluma de Velásquez, es reflejo de una parte importante de la lucha sindical de las mujeres.)

Claudia: una liberación. María Victoria Llamas y Claudia Rodríguez Ferrando. Paza & Janés. México, 1998 (El caso de Claudia, la mujer que salió a divertirse con una amiga y que tuvo que disparar contra el hombre que iba a violarla, lo escribe María Victoria Llamas junto con la protagonista que tuvo el valor de no callar, de pelear y de contar esta historia para que ninguna mujer la olvide.)

Ya no tengo palabras. Elena Paz y Paz de Hurtado. Editorial del Pensativo. Guatemala, 1997. (Conocida por su trabajo en las artes plásticas, Paz y Paz publica su primer libro para lograr una obra testimonial con relatos sencillos, reflejo de nuestra historia reciente.)

Un tranvía llamado deseo. Tenesse Williams. Ed. Océano. México, 1998 (Nada como volver a los clásicos, y qué mejor que a través de esta edición que nos ofrece tresa obras: la protagonizada recientemente por Diana Bracho, y Lo que no se dice y Súbitamente el último verano. Son historias que hablan del choque entre dos mundos, en un clima de tensión pasional. Tres en uno, aproveche la oferta.)

Irma, femme dú Chiapas. Entre révolte zapatiste et vie quotidienne. Elisabeth Stutz. Ed. L'Espirit Frappeur, París, 1998 (Circula en Francia a un precio de 10 francos, un libro escrito en francés (Irma, una mujer de Chiapas). La autora vivió varios meses con Irma y recogió el testimonio de esta mujer para revelar cómo vive en medio de este conflicto. Una obra que demuestra, una vez más, el interés que la causa zapatista ha despertado en el mundo.)

QUE NO VER NI OIR...

No sería extraño que los cuatro perturbados mentales de Iztapalapa que violaron y quisieron asesinar a Sandra, la estudiante de secundaria de 15 años, llegaran a mencionar que entre sus preferencias roqueras escuchan a Molotov, grupo que se ha colocado en el gusto de los adolescentes. Dicen compañeros de los agresores que ``eran tranquilos'', pero vaya usted a saber qué mecanismos internos los animaron a trazar el plan que perpetraron en el ``Día del Amor'', qué puedan mover letras como ésta:

``(...) pero él sólo quiere que le chupen el pito/ y lo dejas con la piga bien parada/ y a la hora de la hora ya no le chupastes (sic) nada/. Por eso te dejó mojada/ un poco vestida y muy alborotada/ contigo yo no quiero nada/ perra hija de la chingada/ porque antes estabas delgada/ con los pechos firmes y las nalgas bien paradas/ pero ahora ya estás muy aguada/ ya no hay quien te quiera y estás amargada/ contigo ya no quiero nada/ golfa, golfa interesada''.

Misoginia, machismo, desprecio a la vida, crueldad y xenofobia es el coctel molotov que ofrece este CD que, aunado a la impunidad y la descomposición social que impera, puede estallarle en las manos... como a esos frustrados criminales.

Frase misógina

El verdadero problema
hoy es que las mujeres
son cada vez más
difíciles de satisfacer.
No saben si quieren
ser ministro o madre

Jack Nicholson