DobleJornada, 2 de marzo de 1998


ANUNCIA LA NUEVA DIRECCION DE EQUIDAD Y GENERO


FORTALECER NUESTRA PARTICIPACION, RETO DE JUSIDMAN


Lorena Camacho


Una ciudad al borde del colapso exige acciones emergentes, pero antes, un diagnóstico inteligente y sereno para saber hacia dónde jalar. Sin duda la designación de Clara Jusidman al frente de la Secretaría de Educación, Salud y Desarrollo Social del nuevo gobierno del Distrito Federal, es una primera respuesta a las expectativas que se crearon las mujeres al dar su voto por el cambio.

Son muchos los retos y hay poco tiempo, así que de inmediato empezó a revisar, inventariar y analizar la calidad de los servicios. Se trata de sensibilizar y capacitar a los servidores, aprovechar infraestructura, no tirar el pasado al basurero, sino rescatar experiencias exitosas para darles el nuevo giro que exige la sociedad, y concretamente las mujeres.

Sin embargo, Jusidman advierte; ``ningún recurso alcanzaría para todas las necesidades si no se cuenta con una actitud de corresponsabilidad entre gobierno y sociedad''.

Rompiendo inercias

En entrevista, Clara Jusidman puntualiza: ``Por más que se conozca desde afuera, hasta que una está adentro de las estructuras de un área de gobierno sabe qué tiene y dónde están las fortalezas y debilidades. Nuestro objetivo es empujar realmente la participación femenina. La mayor debilidad es la cultura, los valores, la actitud de los servidores públicos y del gobierno del DF''. Por ello, se creará la Unidad de sensibilización y capacitación. Se harán talleres para que la gente que toma decisiones y opera en servicios, entienda la perspectiva de género; ``no es fácil y el tiempo es muy corto para lograr cambios de conductas y nuevos valores''.

En este camino es que se creará la Dirección de Equidad y Desarrollo. Jusidman explicó que hoy se vive la transición de la estructura y ésa es la mayor dificultad: ``había que trasladar los programas al DIF, y de lo que quedó de una antigua dirección de protección social en la nueva dirección que tendrá un área específica para programas sociales dirigidos a la mujer''.

En la secretaría general de Gobierno estará la Coordinación del Programa de Participación Equitativa de la Mujer, y se generará una Unidad ``que garantizará que las políticas, programas e iniciativas legislativas que envíe el gobierno del DF a la Asamblea tengan efectos positivos en la Comisión de la Mujer''. Después, cada secretaría tendrá su propio programa.

Los compromisos de campaña incluyeron rubros específicos en educación, salud, violencia y trabajo; ahora es necesario trasladar el discurso a los hechos.

Violencia, tema prioritario

Están en marcha dos programas de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar, y se hará un ejercicio piloto en centros de salud. El primero es el de los albergues, para cuya operación se han destinado 4 millones de pesos (el gobierno pasado lo dejó sin recursos). Funcionan dos, uno muy pequeño y otro más grande, del que acaban de recibir las instalaciones; ``ambos son responsabilidad del DIF, que ya concretamos''.

Jusidman estima que se abrirán más albergues de aquí al 2000, y se trabajará en tres vertientes: ``En las unidades de atención a víctimas se dará asesoría jurídica, apoyo psicológico y médico. Ya hay convenio con El Colegio de México para iniciar en un hospital un modelo de atención a víctimas, que se extenderá a todos los centros de salud y hospitales, buscando que el personal de salud identifique los casos para darles el cuidado que requieren, más allá de la atención médica exclusivamente''.

Para las unidades de atención a la violencia se destinarán 29 millones de pesos, así como para los centros de apoyo a madres trabajadoras. Este un compromiso del PRD desde hace tiempo; ``la Comisión de Enlace logró colocar ahí un recurso y examinamos el modelo a aplicar''. La idea es que estos servicios operen con verdadero profesionalismo, que la selección y capacitación del personal sea rigurosa, y que se adopte un modelo de vigilancia y apoyo para el personal. ``Hay servicios -advierte-- en donde el edificio se ve muy bien, pero la parte humana ha sido abandonada: los trabajadores no tienen capacitación, no hay movilidad de personal ni profesionalización; laborar así llega a generar traumas''.

En estos programas, señala la también asesora del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ``queremos modelos muy claros; ya estamos examinando las prácticas más exitosas''. Un buen modelo, dice, es el desarrollado por la Procuraduría de Justicia del DF.

En los albergues, agrega, los espacios son insuficientes para las mujeres que generalmente llegan con sus hijos, a quienes no se atiende, pese a que ``hay necesidad de trabajar con ellos, que son potenciales agresores. Debemos entender que es un asunto familiar y social, y que el agresor también requiere atención''. De ahí la necesidad de consultar a especialistas de la UNAM, del Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia, y del BID, que recientemente adoptó la violencia intrafamiliar como tema central de su actividad.

Anunció que se ``reactivará un comité establecido por ley'', que no trabajaba. Experiencias positivas obtenidas de julio de 1997 a la fecha, con la atención a 47 mujeres, se trasladarán al nuevo albergue, y ``seguiremos con los manuales técnicos''. Los albergues no deben funcionar como hoteles, sino como centros de superación y atención integral. Para ello se cuenta con todos los recursos del DIF y sus centros.

Educación y capacitación

En lo que atañe a la mujer trabajadora, se revisa la infraestructura social y, desde luego, se estudia la experiencia de modelos exitosos. ``El DIF tiene cantidad de cosas, así como las delegaciones; hay proyectos iniciados y una serie de módulos sociales, por ejemplo, de Alianza para el Bienestar. Buscamos una especie de fertilización cruzada, como dicen los estadunidenses, en la que prácticas exitosas pueden ser difundidas. Las Jornadas de Alianza por el Bienestar que hacía la delegación Magdalena Contreras --ejemplifica--, eran estupendas; en cambio, en otros lados sólo llevaban peluqueros o se dedicaban a pintar árboles''.

En materia de educación hay pláticas con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) y se buscan lugares para establecer dos círculos de educación básica para mujeres. En breve se hará una convocatoria a delegaciones, centros de salud y hospitales para crear estos espacios.

En cuanto a la capacitación en oficios no tradicionales, se reforzarán áreas del DIF, pero --advierte-- ``superando esa enseñanza del macramé, migajón y tarjetería española, que se ha impartido en centros comunitarios''. Asimismo, se analizan acciones para fomentar el autoempleo y aumentar el ingreso económico de las mujeres, lo que irá aparejado con el fortalecimiento de la autoestima para salir al mercado de trabajo en actividades no tradicionales.

Atención a salud reproductiva

Estamos haciendo un diagnóstico situacional de hospitales y centros de salud --precisa Jusidman--; ``se trata de 250 centros de salud y 26 hospitales, ¡es un aparato enorme! Buscamos darle cierto orden, coherencia y sistematicidad, para incorporar el enfoque de una salud reproductiva integral y respetuosa de los derechos de las mujeres, violados sistemáticamente con esta parafernalia de `las metas' poblacionales. Hay que trabajar por resultados, por efectos reales en el mejoramiento de los índices de bienestar de la población, introduciendo un cambio en la cultura de atención a la salud, pero insisto, es muy complicado porque hay que romper inercias, cargas históricas y personales''.

El programa de salud reproductiva formará parte del paquete de propuestas de políticas sociales de las mujeres en el DF, que se conocerá en unos días. A partir de esta propuesta, el gobierno espera la retroalimentación de la comunidad, de organizaciones y especialistas para arribar ``a una política consensuada, en donde acordemos socialmente dos o tres acciones fuertes que se puedan instrumentar en los dos próximos años''.

Paternalismo, adiós

Jusidman es clara: ``Estoy tratando de voltear la queja de: `no nos llaman, no nos dicen cómo participar'. Es una actitud muy paternalista. Yo estaría encantada de que la gente me viniera a ofrecer colaboración, pero todo lo que he tenido es gente que viene a verme porque busca trabajo o porque tiene un maravilloso proyecto para ser financiado con recursos públicos. Hay una programación aprobada por la Asamblea, hay definiciones claras. Me encantaría que pudiéramos decir: ya decidimos que son cuatro las acciones centrales en materia de mujeres, y que las organizaciones dijeran `nosotras podemos hacer espacio para establecer los círculos de educación básica'. Siento que la población espera que con una vara mágica resolvamos problemas ancestrales y enormes inercias de corrupción gubernamental y comunitaria. La idea es buscar corresponsabilidades; no hay recurso público que alcance para las necesidades de esta ciudad, en la mira de mejorar calidad de vida. Queremos construir esquemas de corresponsabilidad social: si el gobierno por alguna razón tiene una caída de recursos fiscales, que el proyecto sea asumido y sostenido por la comunidad. Por ahí vamos a seguir''.