ESCASEZ DE AGUA EN IZTAPALAPA
Arturo Cruz Bárcenas Ť En reunión con autoridades de la delegación Iztapalapa, diputados locales y federales acordaron solicitar a la Comisión Nacional del Agua (CNA) que cumpla con los convenios que la obligan a proveer el caudal establecido del ahora más que nunca vital líquido para la jurisdicción, que en estos días apenas y llega a un 50 por ciento, en promedio.
Iztapalapa es algo así como el patito feo de la inversión en infraestructura hidráulica. Cuando hay escasez, sus pobladores sufren el problema como pocos de sus conciudadanos, y cuando llueve hay zonas en las que por su relieve, por estar inclinadas, en cerros, se deslizan grandes cantidades del líquido, formando verdaderos ríos que, inclusive, han inundado casas, expresó Clara Marina Brugada Molina, diputada federal.
Le cuesta trabajo a Brugada hallar el término adecuado para describir la actitud de la CNA, pero señala que hay una especie de olvido, quizá motivado porque en la Sierra de Santa Catarina subsisten hacinamientos pobres, algunos paupérrimos, y éstos no tienen para pagar impuestos.
--¿Hay agua? --se pregunta a Brugada y a Silvia Olivar, también diputada federal.
--El problema no se enfrenta igual en toda Iztapalapa. El problema drástico sucede en la Sierra de Santa Catarina, pero en la zona baja el suministro es mejor, pero la dificultad subsiste. Algunos días de la semana no se distribuye agua y el reparto se hace de manera diferenciada. En el oriente de la delegación es donde la dificultad es mayor.
En la jurisdicción, expuso Silvia Olivar, hay un problema crónico y en la Sierra de Santa Catarina ya funcionaba el sistema de tandeo, desde hace varios años; se proveía de agua cada nueve días, pero ahora ni eso. Por ello, precisa, es que la CNA debe entregar los litros de agua que ha convenido con esa zona.
En el Cerro De la Caldera, la Comisión Nacional del Agua tiene 18 pozos inhabilitados y esto ha impedido que llegue toda la cantidad de agua que se requiere; es decir, de 700 litros de agua por segundo sólo entran 500, aproximadamente.
Esta es una situación muy grave y en momentos como éstos, de crisis, es peor. Urge que se compongan todas las instalaciones hidráulicas. En el caso de los pozos, por desperfectos varios, añadió, no funcionan.
En el curso de la próxima semana, autoridades de la delegación y varios diputados harán un recorrido en las zonas donde la escasez de agua es ostensible y analizarán cuáles son los pozos y sus desperfectos.
``Pareciera, para la CNA, que Iztapalapa no existe; es como una política de hacer a un lado los problemas y de no atenderlos en lugares donde la gente es muy pobre. En otros sitios de la ciudad los pozos están trabajando al cien por ciento. Y la CNA tiene presupuesto, así que no es por falta de dinero. Si no tiene interés para resolver la situación, pues entonces que le deje la responsabilidad a la Dirección General de Construcción y Operación Hidráulica (DGCOH), organismo que ha mostrado una eficiencia y que sí podría rehabilitar los pozos.
``Iniciaremos una serie de pláticas con la misma CNA, el gobierno central de la ciudad, la DGCOH, la Secretaría de Obras, y con las instancias que sean necesarias, para que se cumplan los convenios para que la población de Iztapalapa'', añadió Brugada.
La cosa es grave porque en Santa Catarina no está funcionando ni el tandeo; es, prácticamente, una situación de emergencia que afecta a 350 mil personas. El tandeo era de tres veces por semana o por la noche y es dramático ver a gente acumulando agua en cisternas, tambos y hasta en latitas de chiles; tal es la situación, narró la diputada Olivar.
Añadió que obvio es que la cantidad del vital líquido no alcanza para satisfacer las necesidades más elementales, como el baño, lavar los trastes y la ropa... ``si se te reparte cada nueve días. Además, el agua estancada genera otros problemas, como la contaminación de la misma agua'', dice Brugada.
Siguen llegando los recibos
Una paradoja es que mientras pasa todo esto, los recibos para el pago del agua siguen llegando. ``Pediremos en nuestras reuniones --indica Brugada--que sea la delegación, que es la que distribuye el agua, que haya un cambio en el número de catastro y que se exente del cobro a aquellas zonas donde de plano nunca llega y que están plenamente identificadas''.
Adherido a lo anterior está el problema de los piperos, indica Clara Brugada, que cobran a la población por el servicio que debería ser gratuito. ``La gente con tal de tener agua, pues les da una propinita. Eso se llama corrupción, pero ese negocio no va a seguir así'', asegura.
Tal era la situación, dice Brugada, que había supuestos representantes vecinales a los que no les interesaba que se resolviera el problema del agua, para manejarlo y controlar a la gente través del reparto del agua a través de las pipas. Además, dice Olivar, si existe la red hidráulica, pues que funcione y que llegue el agua a toda la gente.
Desde la administración pasada no llegaba el líquido suficiente, pero ahora, con el actual gobierno de la ciudad, ``creemos que éste se va aliar con nosotros o nosotros con él para atender mejor a la población. Las cosas no pueden esperar, en este año tienen que solucionarse los problemas. Esperamos surtir 300 litros más por segundo. Aquí es un lujo tener agua tres días a la semana'', indica Brugada.
La meta de suministrar a corto plazo otros 300 litros de agua por segundo durante dos o tres días a la semana en las zonas de Iztapalapa donde más escasea, por lo menos, es difícil. ``Cualquier persona de otra colonia podría decir ¡pero cómo puedes vivir con esa cantidad!'', pero en esta jurisdicción, en la zona de la Sierra de Santa Catarina, sería un alivio provisional, expresaron Clara Brugada y Silvia Olivar, diputadas federales.
Para mayo o junio de este año, dice Brugada, estarán listas las obras para abastecer el líquido en la cantidad que esperamos; ``lo que la gente de Iztapalapa debe saber y concientizar es que el periodo de estiaje aún no llega, que comenzará en abril y se extenderá hasta mayo y junio, y que será terrible. Por ello pedimos a la delegación que reestructure de inmediato el sistema de distribución del agua por medio de pipas''.
Dice Olivar: ``La del agua es una política nacional y no estamos de acuerdo en que se haga un botín político con el vital líquido. La distribución es un problema federal y preocupa que se haga de toda esta circunstancia un botín político para desprestigiar al gobierno en cuanto a la distribución y los legisladores debemos ser muy claros sobre si debemos exigir a las autoridades la información sobre las necesidades de la gente y la manera como vamos a darla a los medios de comunicación. Se están haciendo unos manejos políticos inadecuados''.
La necesidad del agua es humana, un derecho, precisó, del que no se debe hacer especulación. La Comisión Nacional del Agua ha comunicado que está enviando la misma cantidad del líquido, pero no es cierto, la verdad es que se tiene menos agua para distribuir. ``Algunas zonas de otras delegaciones no tienen el problema que tenemos aquí; el agua ya es inclusive cosa de dignidad'', dice Olivar.
Aún cuando en la práctica se está supervisando, atendiendo el problema del agua, una de las iniciativas que impulsarán diputados, entre ellos Brugada y Olivar, es que se eleve a rango constitucional el derecho a tener agua, dentro del artículo 4o.
``Cuidaremos que la CNA repare los daños para que los pozos funcionen y no se echen a perder las instalaciones, pero legislaremos al respecto. El problema del agua es general'', expuso Brugada.
Está el problema del desabasto de agua y ya las legisladoras señalan que deben construirse urgentemente colectores del agua de lluvia. ``Pues son varios cerritos'', en Santa Catarina, y cuando hay precipitación baja tal cantidad de agua que provoca problemas en las áreas bajas. Aquí lo que se requiere y pediremos es mayor presupuesto del gobierno de la ciudad para construir un desagüe''.
Exponen las legisladoras que trabajarán en proyectos alternos para aprovechar el agua de lluvia y recolectarla. ``No todo debe hacerse a través de hacer hoyos, desviar el agua o de extraerla. Debemos aprovechar experiencias de otras ciudades del mundo''.
Las pipas
La delegación cuenta con 74 pipas y renta actualmente otras 17 para subsanar la falta del suministro de agua, sobre todo en la Sierra de Santa Catarina. Vecinos de la colonia Xalpa se quejan del mal servicio de los piperos, quienes, dicen, piden dádivas y se ponen difíciles si la cisterna está un poco alejada y no alcanza la manguera. ``Dicen que así trabajan más''.
``Eso es parte de una inercia de muchos años --expuso por su parte Víctor Manuel Morales Roque, adscrito a la Subdelegación del Servicios Urbanos de la referida delegación--. Tenemos un proyecto para despartidizar la cuestión y así evitar la corrupción. Y es importante decir que la misma gente ha propiciado el propineo; da agradecida una lanita, pero eso tiene que acabar y debe denunciar al pipero que no trabaje honestamente y con cortesía''.
Señala Clara Brugada que a nivel de la ciudadanía se va a promover la creación de comités de vigilancia del desempeño de los piperos, de su distribución. Siempre hay gente muy participativa y ella estará pendiente de que no se cobre ni un quinto.
No obstante, agrega, la reestructuración deberá ser mayor porque todo lo que rodea al servicio de pipas está muy viciado y deberá revisarse la cuestión laboral ``y ojalá los puedan reubicar''.
Mayor caudal
Para incrementar a corto plazo el caudal de agua potable para los habitantes de Iztapalapa, el gobierno del DF informó que se equiparán cinco pozos y se construirán sus plantas potabilizadoras en la zona norte, a fin de obtener 300 litros por segundo.
En el poniente se equiparán tres pozos y se construirán dos plantas potabilizadoras, que proporcionarán 120 litros por segundo. En las zonas centro y poniente se construirá la planta potabilizadora Santa Catarina, la cual se alimentará de siete pozos ya existentes, para obtener 500 litros por segundo, y en el centro se concluirá la planta potabilizadora Agrícola Oriental y su sistema de cinco pozos para obtener 250 litros por segundo.
Juan Antonio Zúñiga M. Ť Con o sin reducción en el suministro de agua al Distrito Federal, la carencia de este líquido ha trastocado la vida de por lo menos 50 mil vecinos de tres colonias y unidades habitacionales del sur de la ciudad, las cuales encaran esta situación desde tres posibilidades y una constante: la corrupción.
El control de las válvulas de bombeo se erige como el punto de apoyo que define quién no y quién sí contará con agua para cubrir necesidades básicas, que ensanchan o adelgazan la frontera entre la salud y la enfermedad; la asepsia y el foco infeccioso, la vida y la muerte.
``La necesidad orilla a la corrupción'' --explica María de Lourdes Díaz, presidenta del edificio 7 e integrante del consejo de presidentes de la unidad Torres del Maurel, quien no ha tenido respuesta oficial a su indagatoria en búsca de solución a su pregunta de ``¿por qué no tenemos agua?''.
Hace tres semanas que los habitantes de esta unidad carecen del líquido y han enfrentado el problema a través de la contratación de 36 pipas, por las que han pagado 12 mil 600 pesos, a razón de 350 pesos por cada carro-tanque. Tienen la capacidad económica para hacerlo, ``pero la paciencia tiene un límite'' y los inquilinos se preguntan seriamente si no sería más factible y cómodo sobornar al bombero con una cantidad menor y solucionar así su problema.
Explica: ``Hemos tratado de resolverlo hasta donde nuestros esfuerzos y economía nos lo permiten, pero ya estamos en el límite''.
Las pipas vacían el agua en cisternas de la unidad, pero esto también ha acarreado otros problemas. Como el agua adquirida en carros-tanque pasa después por los medidores, ``entonces tenemos que pagar otra vez por ella y eso no es justo''. Además, han surgido problemas de inconformidad porque vecinos que tienen buenas relaciones con funcionarios de la delegación Coyoacán hacen uso de su influencia para que las pipas les suministren agua ``a unos sí y a otros no'', asegura.
Zonas de recarga sin drenaje
En Jardines del Pedregal --fraccionamiento habitado por políticos, empresarios y personas de altos ingresos-- hay áreas que no cuentan con agua por la descoordinación en el manejo del pozo número 5 entre las autoridades de las delegaciones Alvaro Obregón y Coyoacán, que afecta principalmente a colegios particulares y hasta las oficinas del Banco Nacional de Comercio Exterior.
Margarita del Real Oñate, gerente de la Asociación de Residentes de Jardines del Pedregal, considera que esta colonia debe ser elevada a la categoría de ``zona de recarga'', debido a que la absorción de agua de lluvia a través de los jardines de las residencias ubicadas aquí es similar a la de la primera sección del Bosque de Chapultepec.
Pero el principal problema que tienen con el agua no es de carga, sino de descarga: no hay drenaje. Cada casa, edificio o unidad habitacional cuenta con cisternas para almacenar el líquido y fosas sépticas para los desechos. La carencia de agua afecta las calles de Bulevar de la Luz y Camino a Santa Teresa, donde se ubica un salón de fiestas, condominios horizontales y tres colegios con más de mil alumnos cada uno.
Hay una plaza comercial --Pedregal Santa Teresa-- de más de 60 locales entre comercios, restaurantes y bancos, que derrama constantemente la heces por la avenida que lleva precisamente a los colegios y del que la Asociación de Residentes tiene serias dudas sobre el permiso para uso del suelo.
En Villa Panamericana: control político
Entre la intimidación y el soborno, los 35 mil habitantes de la Unidad Villa Panamericana padecen las carencias de agua desde hace tres meses de manera continua, en un problema que se remonta a casi tres lustros, por el control que detenta en la Casa de Bombas un grupo registrado como Consejo de Presidentes de Pedregal de Carrasco A.C., que apoya su poder en las vúlvulas que regulan el suministro del líquido a ésta y otras tres unidades: Torres del Maurel, Vistas del Maurel y Pedregal del Maurel.
Cuando el agua llega, las otras unidades llenan sus cisternas y tinacos y dejan sin líquido a Villa Panamericana, en cuyo seno, paradógicamente, se sitúa la Casa de Bombas. Sin embargo, la causa de fondo tiene que ver más con una especie de caciquismo urbano que con la falta de agua. Un dictamen de la Dirección General de Construcción y Operación Hidráulica dio la respuesta: ``La falta de agua en Villa Panamericana se debe a válvulas de paso cerradas, mismas que fueron manipuladas por el personal encargado de la Casa de Bombas de la unidad habitacional, colocados allí por el Consejo de Presidentes de Pedregal de Carrasco A.C.''.
Sin agua, la vida en cada uno de las 5 mil 250 viviendas de esta unidad ha sido severamente trastocada por ese ``manipuleo''. Los niños enferman, los adultos enfrentan a diario el dilema de bañarse o llegar a tiempo al trabajo; la jícara como medio de asepsia personal; los ancianos no pueden --ni deben-- cargar cubetas. Angustia, presión, insalubridad y agua contaminada --``porque cuando llega remueve la resaca de instalaciones a las que nunca se ha dado mantenimiento''-- resumen la situación de los habitantes de la Villa Panamericana.