Un italiano declaró a la prensa con el nombre del párroco, acusan
Blanche Petrich Ť El viernes 26 el diario Novedades publicó la fotografía de un hombre entrado en años, de camisa arrugada y rostro compungido, haciendo declaraciones a la prensa. El pie de foto lo identifica como el francés Michel Chan-teau. Televisa, la agencia de la revista Proceso y Afp, entre otros, recogieron sus declaraciones en entrevista realizada en el aeropuerto del Distrito Federal. Un funcionario de la estación migratoria del puerto aéreo había puesto ``a disposición de la prensa'' al hombre que estaba a punto de ser expulsado.
Pero el acento del supuesto Chanteau sonaba más bien italiano. El hombre carecía de la característica calva del francés, era varios años más joven e incluso notoriamente más alto. Se trataba de un impostor inventado por Migración para el consumo periodístico, mientras que el verdadero Chanteau permanecía incomunicado no lejos de ahí. El párroco de los tzotziles sanpedranos nunca vio a la prensa antes de ser escoltado hasta la escalerilla del avión.
Algunos reporteros se percataron de la suplantación, lo que provocó una alarma momentánea, pues se temió que el ``deportado'' sería el impostor, mientras Chanteau podría seguir desaparecido.
Rocío Culebro, coordinadora de la Red Todos los Derechos para Todos, como muchos otros activistas, movilizaba a esas horas las líneas telefónicas, intentando ubicar a Chanteau, en esos momentos desaparecido. ``Llamé al subsecretario de Asuntos Religiosos de Gobernación, Genaro Jaime Olivares. Reconoció que el padre estaba en manos de la dependencia, pero que no me podía decir dónde y mucho menos hablar con él. Le expresé que eso es estar incomunicado y que era una situación ilegal. `Tiene toda la razón -me respondió-, pero no puedo hacer nada.''
-¿Y entonces la supuesta entrevista que le hicieron a Chanteau antes de abordar el avión?
-Es un impostor que fabricó la Secretaría de Gobernación. Los periodistas deberían exigir una explicación por esta trampa -señaló Rocío Culebro.
A debate, el artículo 33
La deportaciones del cura francés Michel Chanteau, párroco de San Pedro Chenalhó, y el activista estadunidense Tom Hansen, ponen a debate por primera vez la necesidad de promover la desaparición del artículo 33 constitucional, que otorga al Ejecutivo la facultad de decidir discrecionalmente la expulsión de extranjeros ``por mala conducta'' o por ``inmiscuirse en asuntos políticos del país'', sostuvo el visitador del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro, Rafael Alvarez.
``Nunca antes fue necesario proponer la desaparición del 33, porque no había un clima xenófobo. Pero ahora ser extranjero en México y desempeñar labores de solidaridad, religiosas o de derechos humanos lo convierten a uno en blanco perfecto de la sospecha gubernamental''.
Por su parte, Mariclaire Acosta, directiva de la Comisión Mexicana Pro Defensa de los Derechos Humanos, recordó que en su reciente informe a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se pide al organismo de la OEA que ``recomiende'' a México la revisión del artículo 33 y el retiro de la reserva mexicana al artículo 13 del Pacto de Derechos Civiles de la ONU.
La reserva mexicana a ese convenio internacional sobre las garantías de juicio justo se refiere, precisamente, al derecho de los extranjeros a apelar de una decisión de expulsión y a contar con una defensa.
``Esto es -sostuvo Mariclaire Acosta- una flagrante contradicción con los reclamos de México a que los connacionales en el extranjero, en especial los mexicanos sentenciados a muerte en Estados Unidos, se les permita recurrir a la asistencia de sus propios consulados.''
Según documentación de ambos grupos humanitarios, desde el levantamiento zapatista en Chiapas 200 extranjeros han sido expulsados sin derecho a apelación; 35 de estas expulsiones fueron atendidas por el Centro Pro. Todas ellas, según Rafael Alvarez, responsable de estos casos en el centro humanitario de los jesuitas, ``han sido ilegales'' y están relacionados con tareas de observación de derechos humanos en Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
Para el visitador del Pro no está claro cuál fue el asidero legal para la expulsión de Chanteau, y las explicaciones ofrecidas ayer por dos subsecretarios de Gobernación son ``insuficientes''.
Agrega: ``Si la razón fue su situación migratoria -o más bien dicho, la retención de sus papeles que él mismo había entregado para su resello rutinario y que nunca le fueron devueltos-, la sanción aplicable hubiera sido de tipo administrativo, con una averiguación previa y derecho a defensa. Pero si la razón fueron sus opiniones sobre la responsabilidad gubernamental en la matanza de Acteal, entonces el gobierno debió haber invocado el 33. Y hasta ahora no lo ha hecho.''
Para Acosta, ``no cabe duda de que a Chanteau le aplicaron el 33''. Pero este artículo, sin reformas desde 1917, ``viola todas las garantías establecidas en la Convención Internacional de Derechos Humanos, rebasa todos los tratados bilaterales firmados por el gobierno mexicano con terceros y hace que México incurra en flagrantes contradicciones cuando trata, como lo ha hecho, de recurrir a la Corte Interamericana para defender a mexicanos sentenciados a muerte en Estados Unidos''.
Sobre las explicaciones ofrecidas ayer por dos subsecretarios de Gobernación sobre las ``actividades políticas no autorizadas'' presuntamente realizadas por el cura francés, Acosta se pregunta: ``¿Qué criterios se utilizan para calificar estas acciones? ¿Quién decide si un extranjero es indeseable? ¿Quién interpreta? ¿Lolita de la Vega? ¿El Presidente? Con perdón, pero Barry Mc Caffrey también se inmiscuye en los asuntos internos de México. El propio gobierno federal ha cedido soberanía en materia económica y militar, ha puesto el petróleo como garantía para pagar sus deudas con EU, envía a sus soldados a entrenarse con el Pentágono y ha puesto la mitad de banca privada en manos de extranjeros. ¿Cómo puede, con todo ello, seguir vivo el anacrónico 33?''.