Masiosare, domingo 2 de marzo de 1998
Desde que un voto -así sea verde- vale oro, la aritmética de San Lázaro se ha vuelto harto complicada. Piense el lector, por ejemplo, en los pasos que están dando las oposiciones para llevar a juicio político a dos gobernadores (Víctor Cervera y Roberto Madrazo, de Yucatán y Tabasco).
De pasar el tranco de la subcomisión de examen previo, el asunto iría a las Comisiones Unidas de Gobernación y de Justicia. La votación podría decidir el paso al pleno donde, según la Constitución, la mayoría absoluta podría decidir enviar al Senado la solicitud de juicio político, algo inédito en la historia del país. La Cámara alta, de mayoría priísta, votaría contra los juicios. Pero eso es otra historia.
El caso, por lo pronto, es que las comisiones citadas están formadas por 60 diputados, repartidos así:
28 (PRI) versus 14 (PAN)+14 (PRD)+2 (PT )+2 (PVEM)=32
Pero la aritmética parlamentaria es engañosa. Además de perder a uno de sus más eficaces rudos, con Ricardo Monreal el PRI perdió un voto. Como las comisiones se integran mediante el voto del pleno, el zacatecano no puede ser sustituido sino hasta que se instale el periodo ordinario de sesiones. De tal modo, las cuentas quedan así:
28-1 (Monreal)=27 (PRI) versus 14 (PAN)+14 (PRD)+2 (PT)+2 (PVEM) = 32
Ah, pero la oposición se empeña en enredar las cuentas. Como se sabe, 11 millones de pesos en facturas hechizas han tenido el raro efecto de lograr que los diputados del Partido Verde voten con el PRI. El voto de Jorge Emilio González es uno menos. Otra diputada que llegó con las siglas del PVEM, la independiente Carolina O'Farril, podría repetir su voto con el PRI. Resultado:
28 (PRI)-1(Monreal)+2(PVEM)=29 versus 14 (PAN)+14 (PRD)+2 (PT) - 2 (PVEM)=30
Apenitas.
Pero, ¿y si se echan atrás los diputados del PT? ¿Y si se ausentan de la reunión algunos diputados que no parecen muy convencidos del juicio político, por ejemplo, el panista ex procurador de Jalisco Jorge López Vergara y el flamante perredista Demetrio Sodi?
Pruebe y verá. Llame a Telmex para pedir una explicación sobre su recibo y tópese con un empleado nacionalista: ``Lo que sucede es que estamos subsidiando la instalación y mantenimiento de la red de fibra óptica que Telmex le renta a AT&T y Avantel. Como usted sabe, señorita, los gringos son muy exigentes, por eso las tarifas están tan elevadas. No es que nos estemos cobrando de más, estamos cobrando altas tarifas por esta situación''.
Conmovedor, ¿no?
En el otro bando, sin embargo, no cantan mal las rancheras.
Uno de los clientes de Avantel nos hace llegar copia de un recibo donde le demandan el pago de 325.60 pesos. Las llamadas de larga distancia sí se hicieron, pero el cliente nunca contrató con Avantel y, por si fuera poco, la empresa le quiere cobrar a una persona que nunca ha tenido teléfono a su nombre.
Estimado Masiosare:
Me gustaría ofrecer algunos comentarios acerca del desgarrador reportaje sobre ``la vida loca'' en Tijuana. Pero más me interesa saber lo que opinan otros lectores. Es frustrante que su excelente edición ``virtual'' no tenga un apartado para ver las cartas que reciben. ¿A qué se debe que las opiniones del lector no tengan la prioridad suficiente para ser publicadas?
Por lo demás, felicidades. (Y en especial, muchas gracias por sus palabras acerca de Bombita de la Vega. Tan insigne periodista merece este trato distinguido).
Enrique Dávalos López, [email protected]
San Diego, California, y Tijuana, BC.
Las amenazas contra los diputados que ventilan posibles juicios políticos a gobernadores no sólo fueron a través de una carta. En los días previos a la denuncia, también se recibieron llamadas telefónicas y mensajes por correo electrónico, siempre con el mismo lenguaje ``violento y soez''.
Pero la estrategia de ablandamiento parece ir más allá. En diversas columnas periodísticas se ha dado cuenta detallada de reuniones entre los subjefes de las bancadas del PAN y el PRD e incluso se han mencionado los temas en ellas abordados. Entre los legisladores cobra fuerza la especie de que los espían. Por eso, cuando tienen que tratar asuntos delicados, prefieren salir de sus oficinas y reunirse en otros lugares.