Masiosare, domingo 2 de marzo de 1998



LA ENSALADA PERREDISTA


Arturo Cano


En su cuarto Congreso Nacional, del 18 al 22 de marzo, el Partido de la Revolución Democrática trazará su estrategia rumbo a las elecciones presidenciales del año 2000 y pretenderá avanzar en la definición de sus reglas internas, uno de los lados flacos que ha tenido desde su nacimiento. Los temas del debate irán de los principios que le dan identidad partidista a su polémica política de alianzas y las reglas para aceptar candidatos externos.

¿Un PRI bis -como dicen sus enemigos- o un partido con identidad propia? En la víspera de su congreso, los perredistas ya debaten este espinoso tema.

Kathleen Bruhn, doctora en ciencia política por la Universidad de Stanford y una de las más consistentes estudiosas del PRD desde 1989 dice en entrevista: ``Se ha dicho que el PRI ya se reformó y se llama PRD. No estoy de acuerdo, porque ahí hay todavía muchas figuras de la izquierda. Es un partido que tiene todavía muchas mezclas, en el que ciertamente el liderazgo nacional ha sido predominantemente el de ex priístas y algunas candidaturas también. Si nos fijamos nada más en la figura del presidente, y no vemos, por ejemplo, la composición del Comité Ejecutivo Nacional, terminanos por exagerar y decir que es lo único que cuenta''.

Autora del que quizá sea el estudio más completo sobre el PRD (Taking on Goliath , Penn State Press, 1997), Bruhn considera que el PRD podrá contender seriamente por la Presidencia de la República en el año 2000 sólo si logra buenos resultados en el gobierno del Distrito Federal.

-Su objeto de estudio al fin llegó al poder.

-Haber ganado el DF es la mejor esperanza para el futuro del PRD. Sin embargo, también implica muchos riesgos. Esta ciudad es difícil de gobernar, como todos saben, y hay una probabilidad muy alta de que no se puedan resolver muchas cosas en sólo tres años. Es muy importante para el PRD, pero no es una garantía. Y creo que los perredistas entienden que tienen que gobernar bien. Si no lo hacen, es muy probable que en el 2000 ni Cárdenas ni el PRD puedan tener las oportunidades que quisieran.

-Pese a que lo entiendan, ya hemos visto los primeros tropiezos del gobierno perredista. Desde la integración misma del gabinete...

-Es un gabinete que representa diferentes corrientes del partido, pero sobre todo a las corrientes que le tienen confianza a Cárdenas. Creo que algunos de ellos no tienen mucha experiencia en administrar, en gobernar. Otros sólo tienen experiencia con gobiernos priístas, incluido el propio Cárdenas. Y creo que van a tener más tropiezos, porque les va a costar tiempo aprender cómo se pueden hacer las cosas. Es un equipo que está aprendiendo sobre la marcha. Por eso habrá más desaciertos.

-Un buen gobierno. ¿Es posible con un partido copado en el DF por un solo sector, el Movimiento Urbano Popular?

-El PRD se conforma de diversas corrientes, y a pesar de los intentos de evitar que sean muy rígidas, siguen y van a seguir existiendo. La forma de elegir candidatos, por ejemplo, favorece a las corrientes más organizadas, porque ahí se pueden hacer la negociación y los acuerdos para llevar a sus gentes al poder. La crítica del dominio de las corrientes no es nueva, y han representado un problema para atraer nuevos sectores, pese a los intentos para reservar candidaturas.

``En 1994, cuando se fijó que hasta 50% de los candidatos podían ser externos, los grupos de fuera con mayores posibilidades de lograr espacios fueron los que tenían alguna conexión con los grupos internos. Esa situación se refleja, por ejemplo, en la conformación de la Asamblea Legislativa del DF.

``No sé si hay algo que hacer al respecto, porque cada partido tiene sus propias corrientes. El PRI y el PAN también. El PRD todavía no logra ser solamente un partido de ciudadanos, si esa fuera la meta. Porque en los partidos políticos que yo conozco siempre hay corrientes, siempre hay grupos que tienen más poder y posiciones. Sería cuestión de ver si el PRD realmente está haciendo todo lo que puede para abrir más espacios a quienes aún no están en sus filas''.

La ventaja de López Obrador

-Comparado con otros presidentes del PRD, ¿cómo evalúa el liderazgo de López Obrador?

-Tiene una ventaja que no tuvo ningún otro, incluido Cárdenas: la mayoría en el Comité Ejecutivo Nacional, como resultado de que ganó con mucha amplitud la elección interna. Una elección que no tuvieron ni Muñoz Ledo ni Cárdenas. Eso le da legitimidad a su liderazgo y un mayor peso en las decisiones del Comité Ejecutivo Nacional. Por lo que he visto en los resultados electorales, López Obrador no ha desaprovechado la oportunidad. Podría imaginarme, por ejemplo, que otras personas podrían haber llegado con la misma ventaja y desperdiciado la oportunidad. El tiene cercanía con Cárdenas y una gran confianza dentro del partido por sus actuaciones en Tabasco, pero no lo ha tomado como si ya tuviera todo el poder y no tuviera que escuchar a nadie. Lo que hizo en 1997, sobre todo con el impulso a las Brigadas del Sol, fue muy importante para los triunfos del PRD.

Tres liderazgos rumbo al 2000

-Hacia el 2000, ¿cuál será el resultado de la combinación entre el liderazgo de López Obrador, la personalidad de Muñoz Ledo en la Cámara de Diputados y el peso de Cárdenas como jefe de gobierno?

-Son tres personajes muy distintos. No creo que un partido deba construir líderes con un solo molde, pero sí va a ser interesante ver cómo llegan estos tres personajes al 2000, porque los tres han tenido y van a tener una presencia muy importante. Y los tres podrían ser candidatos del PRD a la Presidencia de la República. Eso es lo más interesante, porque cada uno de ellos tiene la oportunidad de usar su puesto actual como plataforma para llegar a la candidatura en el 2000. Y creo que ese tipo de competencia favorece al PRD, porque los tres van a tratar de hacer el mejor trabajo posible para parecer el mejor candidato posible en el año 2000.

-La posición de Muñoz Ledo podría parecer la más ventajosa, porque en la Cámara tiene menores posibilidades de salir ``raspado''.

-Sí, pero también sus posibilidades de sobresalir son menores. Sin duda, la apuesta más grande es la de Cárdenas. Si él logra salir sin muchos errores de su gobierno, él tiene la ventaja, porque su puesto tiene más presencia a nivel nacional. Hay mucha gente en México que no presta mucha atención a lo que pasa en el Congreso. Si en la calle preguntáramos a las primeras 50 personas que pasen qué opinan de la actuación de Muñoz Ledo, apuesto que más de la mitad no sabría de qué estamos hablando. López Obrador tampoco tiene, públicamente, tantas posibilidades de tener impacto. Aunque, también, su posición le da posibilidades de formar alianzas internas, de ser conocido por quienes sí van a votar la candidatura. Pero si Cárdenas hace un buen papel en el gobierno del DF, es lógico que tenga más oportunidades.

-¿El PRD tiene posibilidades de contender seriamente por la Presidencia de la República en el 2000?

-Sí. Pero depende de lo que pase aquí en el DF. Por eso va a ser muy difícil. Por un lado, están los límites de cualquier gobierno local. Por otro, los ciudadanos que votaron por Cárdenas querían un cambio, pero también puede que sean realistas y que no esperen que de aquí a mañana se arregle todo y haya un cambio total. Creo que el PRD puede llegar a tener esperanzas si actúa bien aquí en la ciudad.

-Para estar en condiciones de competir seriamente en el 2000, ¿el PRD debería ganar alguna gubernatura este año?

-Sobre todo si ganara fuera del centro de México. Sería muy importante que estableciera una presencia en otra región. Aunque sigo creyendo que es todavía más importante lo que pase aquí en la ciudad de México.

-¿Y cuál otro ingrediente?

-Por otro lado, es muy importante empezar a construir partido en los lugares donde avanzó electoralmente. Hay lugares donde aumentó su votación de una manera impresionante, pero sin una estructura partidista. En esos lugares empezará a recibir mayores prerrogativas, que debe comenzar a usar para construir estructura de militantes, de organización y de movilización.

La canción y la ensalada

-Usted comenzó a estudiar al PRD en 1989. ¿Qué va de aquel PRD al de hoy?

-Al principio fue un partido de protesta y ahora está empezando a ser un partido de propuesta. En 1989 era un partido ensalada, de todas las corrientes que se pudieran imaginar y... lo sigue siendo, eso no ha cambiado tanto. En 1989 era un partido sin mucha identidad política, sin reglas claras, un partido casi caótico, amorfo, que no tenía estructura política. Ahora, a pesar de que todavía tiene ciertas dificultades, tiene mucha más estructura y mucho más definida su identidad. Se han discutido mucho sus reglas y está más consolidado internamente.

``En los últimos años se ha mostrado más pragmático, en parte porque Salinas ya no está en el poder, porque ya no tiene caso seguir insistiendo en lo que pasó en 1988 y también porque así son la inmensa mayoría de los partidos políticos del mundo. En ciencias políticas se dice que son partidos de solidaridad, que con el ejercicio del poder tienen que tener puntos de vista más pragmáticos, hacer los ejercicios necesarios para llevar a cabo sus responsabilidades''.

-En la ensalada perredista, la tonada de la canción la siguen tocando los ex priístas.

-En un principio, los ex priístas eran las figuras más conocidas. Ciertamente, la vieja izquierda ha perdido algunas de sus posiciones dentro del partido a partir del resurgimiento de Cárdenas. Pero no creo que podamos decir que los ex priístas imponen, porque en muchos casos los acuerdos son resultado de votaciones abiertas.

-Con todo, la tonada es de los ex priístas.

-En los principales puestos hay ex priístas y también personas de otras vertientes. Se ha dicho que el PRI ya se reformó y se llama PRD. No estoy de acuerdo con esa idea, porque ahí hay todavía muchas figuras de la izquierda. Es un partido que tiene aún muchas mezclas, en el que el liderazgo nacional ha sido predominantemente el de ex priístas y algunas candidaturas también. Si nos fijamos nada más en la figura del presidente, y no vemos, por ejemplo, la composición del Comité Ejecutivo Nacional, terminamos por exagerar y decir que es lo único que cuenta.

El riesgo de los externos

-¿Cuál puede ser el costo de las candidaturas externas para el PRD?

-Invitar a personajes del PRI fue parte de la estrategia de López Obrador en Tabasco. Lo hizo tanto para tratar de dividir al PRI estatal como para tener candidatos cuyos nombres fueran reconocidos. Claro, han invitado a miembros del PRI desde un principio, pero antes no era tan atractivo irse del PRI al PRD.

``Esta estrategia sí tiene costos para el PRD, porque algunas de estas personas pueden llegar nada más por la candidatura y no han vivido las experiencias del PRD.

``Habría que ver la experiencia del PAN, al cual le funcionó muy bien invitar empresarios en cuanto a sus resultados electorales, pero también propició el surgimiento de una corriente que decía que se conformaba un partido sin identidad política, sin ideología.

``La ventaja es en el corto plazo, pero sí hay un peligro si se convierte en una estrategia permanente. Aunque no podemos decir tampoco que todos los que salen del PRI son priístas dinosaurios de lo más malo que hay. El PRI ha sido un partido muy amplio, diría que incluso más que el PRD, en cuanto al número de sectores, de grupos. Es lógico que también salgan del PRI gentes de izquierda y de alta calidad''.

Los ingredientes

-En la ensalada perredista, para decirlo esquemáticamente, la llamada izquierda social ha aportado su habilidad para el trabajo de base, la izquierda partidista su espíritu de aparato y los ex priístas su experiencia de poder. ¿Coincidiría? ¿Qué ha aportado cada gran corriente?

-Estoy más o menos de acuerdo. Añadiría que la izquierda comunista ha puesto su experiencia de oposición, que fue algo que no había vivido la izquierda priísta. Ellos, los ex comunistas, son quienes sabían qué se iba a enfrentar ya como PRD, son los que podían dar ese tipo de información, además de la firmeza y la paciencia aprendidas en muchos años. Y tal vez también habría que decir que algunos de los ex priístas pusieron su experiencia de institucionalidad.


La agenda del congreso

Algunos de los puntos de la polémica perredista en su cuarto Congreso Nacional.

La imagen en juego

En la ciudad de México nos jugamos buena parte de la imagen nacional del partido. Es un compromiso ineludible y al cual todos los y las perredistas estamos obligados a responder. Fortalezcamos la relación entre el gobierno democrático del Distrito Federal y el partido con la consistencia que da la corresponsabilidad.

Capacidad limitada

...con la excepción notable de la ciudad de México, Colima, Coatzacoalcos, Morelia, Ciudad Obregón, Xalapa, los puertos de Mazatlán y Acapulco, continuamos teniendo una limitada capacidad para ingresar en las grandes zonas urbanas, especialmente las ubicadas en el centro y norte del país.

Las polémicas alianzas

... nuestro partido no debe de adoptar la posición equivocada de cerrar las puertas o de cancelar toda posibilidad de establecer acuerdos. El PRD debe seguir aspirando a convertirse en la organización política de la mayoría de los mexicanos y las mexicanas, y a ser utilizado por éstos como su herramienta de lucha para satisfacer necesidades sociales o para dar cauce a propósitos políticos legítimos y honestos.

La constitución en México de un sistema de partidos pasa necesariamente por la ruptura del PRI y, por ello, debemos sostener una política para promover que grupos y personas de ese partido que comparten nuestros planteamientos y tengan una trayectoria limpia se incorporen a nuestras filas.

... debemos dejar claro que el PRD es un proyecto para construir y no un espacio de poder para repartir; en consecuencia definimos nuestra política de alianzas para consolidar nuestra identidad y hacer cada vez más vigentes nuestros principios fundacionales. De ahí que aquellos que se acercan al partido sólo porque gana, sin importarles el por qué ni el para quién lo hace, no pueden tener un lugar entre sus filas.

Con fuerzas y organizaciones políticas, aceptaremos pactos o acuerdos siempre y cuando no limiten nuestra acción política ni transgredan nuestros principios.

Los nuevos perredistas

Hay en muchos perredistas la preocupación legítima de que en este proceso de incorporación se pudieran colar a nuestras filas gentes que sólo quieren preservar sus intereses personales o los intereses de grupos políticos y económicos y, con ellos, el peligro de que nuestro partido pudiera perder su identidad o que se relajaran nuestros principios básicos y fundacionales...

Este cuidado debemos subrayarlo cuando se trata de la postulación de nuestros candidatos a puestos de elección popular. En este caso debemos considerar que la política de ofrecer candidaturas a ciudadanos y cuidadanas que no son militantes del partido, ha sido, sin duda, una política muy exitosa, y que por eso mismo debemos mantenerla.

Los externos

Artículo 79 del proyecto de Estatutos

El Consejo Nacional y los consejos estatales podrán nombrar candidatos externos hasta en un 30% del total de candidaturas que debe postular el partido a un mismo órgano del Estado.

Los requisitos que deberá llenar el candidato externo son:

(...)

VII. En el caso de ciudadanos que hayan sido dirigentes, representantes públicos o funcionarios de gobierno de otros partidos, sólo podrán ser postulados como candidatos externos del PRD, siempre y cuando no hayan sido responsables directos de hechos de represión, corrupción o narcotráfico.

(Todos los textos fueron tomados de los documentos para discusión en el cuarto Congreso Nacional del PRD: Estrategia al 2000 y Estatuto. Los subtítulos son de la redacción).