La Jornada 20 de febrero de 1998

Alonso Raya: acto criminal, haber enterrado leche de Conasupo

Ciro Pérez Silva y Mireya Cuéllar Ť El presidente en turno de la Comisión Investigadora Conasupo, Agustín Miguel Alonso Raya, informó que la próxima semana un grupo integrado por directivos de la paraestatal, del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), de la Comisión de Seguridad Nuclear y Salvaguardas, de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de diputados, verificarán la presunta contaminación de aproximadamente 140 toneladas de leche enterradas en los patios de una empresa privada.

De acuerdo con el legislador perredista, el miércoles 11 de febrero la diputada panista Margarita Pérez Gavilán, integrante de la comisión, acordó con el titular de la Profepa revisar el depósito clandestino en el que hace aproximadamente 10 años, siendo entonces terrenos propiedad de la paraestatal, fueron confinadas varias toneladas de leche en polvo.

Informó que durante la remodelación de la planta ubicada en Tultitlán, estado de México, la empresa que adquirió el predio de la paraestatal encontró señales del entierro de la leche a dos metros de la superficie, dando aviso a las autoridades.

Por medio de un comunicado, la empresa Anderson Clayton informó que al momento de adquirir la planta desconocía la presencia de la leche y que al realizar un análisis encontró que ese producto no contenía sustancias peligrosas.

Las primeras versiones, proporcionadas telefónicamente por un anónimo, que se identificó como ex trabajador de Conasupo, señalaban que el total de leche enterrada rebasaba las 3 mil toneladas, sin embargo, según las primeras consideraciones, serían más de 150.

``Sin importar el volumen, se prefigura un delito'', aseveró Alonso Raya, luego de precisar que de ser leche contaminada y parte de un cargamento afectado por la explosión de la planta nuclear de Chernobyl, debió darse aviso a las autoridades. ``Otro escenario es que sin estar contaminada, haya sido confinada, esto es claramente un crimen contra la gente que se vio privada de ese alimento''.

Como parte de las pruebas entregadas a la comisión y a la Profepa, están nueve fotografías que muestran, presuntamente, el momento en que se hizo el surco y el relleno con capas de tierra y leche.

El grupo recogerá una muestra de la leche para hacerla llegar a la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México con el fin de tener dos resultados que establezcan claramente el estado de la leche enterrada.

Desde su nueva configuración, la comisión legislativa se planteó ocho líneas de investigación que señalan una serie de asuntos por indagar, en tanto que se presume daño patrimonial, violación de leyes respecto a inversión, subsidio, distribución, lavado de dinero y contrabando, entre otros delitos.

La PGR, por su parte, dice que existen 122 averiguaciones previas a las que la comisión está dando seguimiento para conocer el resultado de las investigaciones, y que se está revisando la cuenta pública de Conasupo de 1982 a 1992.

Entre ellas están: importación, licitaciones de contratos, revisión de la compra y venta de maíz realizado del 1 de julio de 1990 al 31 de julio de 1992, adquiridas por Maíz Industrializado Conasupo (Miconsa, filial de Conasupo). La venta de la planta Miconsa de Atlacomulco, estado de México.

Irregularidades en la construcción de una planta de harina de maíz en Guerrero; adquisición de maíz contaminado con aflotoxinas y mermas en los volúmenes del producto nacional. Otro asunto son las irregularidades en la negociación, contratación y ejecución de la importación de frijol negro de China, no apto para consumo humano.

Así como la utilización de camiones con doble fondo para el tráfico de mariguana hacia Estados Unidos por la frontera de Tamaulipas, además de la introducción de carne de pollo, frijol, vísceras, huevo y leche en polvo utilizando los ``cupos'' autorizados a Conasupo por Secofi. Estos productos fueron custodiados por la PGR.