La Jornada viernes 20 de febrero de 1998

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

En un sistema presidencialista como el vigente (cada vez más acotado, pero todavía fuerte), las palabras de la Voz Suprema suelen tener consecuencias de tal gravedad que, por tanto, obligan al emisor a ser prudente, cuidadoso y mesurado.

Las palabras presidenciales, por lo demás, adquieren tintes y resonancias peculiares conforme al escenario en que se producen y a los oyentes seleccionados para escucharlas personalmente.

Por ello, resultan preocupantes los términos utilizados ayer por el presidente Ernesto Zedillo para referirse, sin nombrarlos expresamente, a los zapatistas.

Tanto por el peso que las palabras del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, que es el propio Presidente de la República, tienen por sí mismas sobre sus subordinados castrenses, como por haberse pronunciado en la ceremonia conmemorativa del Día del Ejército, pareciera peligroso catalogar, sin identificarlos claramente, a algunos de los actores del drama chiapaneco como ``provocadores y perversos''.

Acostumbrado (lo ha dicho en entrevistas de prensa, como la reciente con The New York Times) a encontrar el lado positivo de las cosas, el presidente Zedillo acompañó la riesgosa clasificación de sus adversarios chiapanecos con la reafirmación de que las fuerzas armadas mexicanas no caerán en la provocación de quienes quisieran ver a nuestro Ejército reprimir brutalmente a nuestros hermanos indígenas para satisfacer sus perversos propósitos.

Tales provocadores perversos, añadieron las palabras del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, no tienen reparo en utilizar a mujeres y niños indígenas, y tampoco se detendrían en usarlos como carne de cañón.

¿Palabras de paz, pronunciadas frente a las fuerzas armadas, o más gasolina al fuego?

200 años más de PRI

Hay ciertos momentos en los que Vicente Fox y Manuel Bartlett se asemejan. Eso sucede cuando dan rienda suelta a su vocación caudillista y grandilocuente. Fox, desatado en busca de la candidatura panista para la elección presidencial del 2000, produce con frecuencia frases que, a no ser por la benevolencia con la que el momento político beneficia a los opositores, serían colocadas en el justo nicho de la cursilería, la impreparación o el cinismo.

Dios inventó el tiempo, Fox la prisa, habría dicho a Elena Gallegos en entrevista para La Jornada, con un talante en el que cabe preguntarse en qué otras materias se complementan el uno al otro. Luego, reunido entre semana con habitantes del estado de México, uno de los cuales le recordó que su compromiso era hacer campaña sólo los fines de semana, Fox-Speedy González explicó socarronamente que al momento de presentarse ante el público mexiquense ya habían pasado las ocho de la noche, que es su hora laboral de salida. Según la cómoda explicación, el gobernador que sirve a sus electores con reloj checador en mano debe haber viajado en segundos, con su prisa supersónica cuasi divina, desde Guanajuato hasta las tierras mexiquenses.

Bartlett, por su parte, acaba de dar declaraciones a Reuter con las que hace saber que el PRI podría gobernar a México por 200 años más. No se necesita un termómetro especial para darse cuenta que la temperatura política y social del país no está para juegos de palabras o suspiros provocadores. Las palabras que el gobernador de Puebla pronunció la semana recién pasada en el Club Libanés, ante ex diputados federales, mostraron a un dinosaurio en pie de guerra. Ahora vemos a un dinosaurio, de oscuro expediente, pensando en un futuro de dos siglos.

Ah, además, Bartlett le dijo a Reuter que no ve rivales de peso para contender contra él por la silla presidencial.

El forzoso retiro voluntario

Continúan las protestas de los ferrocarrileros, inconformes con las arbitrariedades cometidas en su contra en el proceso de concesión a capitales privados de las lí-neas ferroviarias nacionales.

La realidad es que, contra el sentido tutelar de la Constitución y las leyes mexicanas, se ha abandonado a los trabajadores ferrocarrileros, permitiendo que por la fuerza se les obligue a firmar cartas de presunto retiro voluntario con las que, mediante el pago de cantidades ridículas, consideran terminada su relación laboral con la empresa actual y se dan por satisfechos en el cumplimiento de sus derechos laborales.

Así, desposeídos de un plumazo de antigüedades y otros derechos provenientes de la entrega de parte de su vida a una empresa, quedan limpiecitos, como si fueran jóvenes recién arribados al mercado laboral, para ser recontratados a partir de cero. Es decir, comenzarán a generar antigüedades, primas de jubilación y demás derechos a partir de ahora.

Pero, además, su fuente de trabajo sigue siendo la misma, por lo cual deberían operar mecanismos legales en los que la sustitución de un patrón no debería ser utilizada en contra de los derechos laborales.

Astillas: Señores priístas, no se hagan bolas: la decisión de que la asamblea nacional se realice este año fue dada a conocer por el presidente Ernesto Zedillo el pasado día 11 en una entrevista con reporteros de The New York Times, así que las preocupaciones y exhortaciones de algunos personajes del tricolor para que ``ya se convoque'' a tal magna reunión no son sino meros elementos de la gran farándula nacional... El síndrome Internet ha afectado a dos cancilleres mexicanos a la hora de hablar sobre Chiapas: primero fue José Angel Gurría, al considerar que la del sureste era una ``guerra de Internet''; ahora, Rosario Green acaba de decir ante senadores que en la difusión de la respuesta gubernamental a la masacre de Acteal ``nos ganó la televisión, nos ganó Internet''. Tal vez por ser algunos de nuestros funcionarios tan modernos, tecnócratas y globalizados, no alcanzan a entender que sus problemas no surgen, ni se corrigen, con manuales de operación o con instructivos tecnológicos... El director del Instituto Nacional de Migración, Alejandro Carrillo Castro, cooperó también a la colección de frases memorables. No hay campaña gubernamental contra extranjeros en Chiapas, dijo, y las versiones en ese sentido ``son fantasías''... El corresponsal de La Jornada en Villahermosa, René Alberto López, informó que en Tabasco, y auspiciada por el gobernador Roberto Madrazo Pintado, funciona la Fundación Lolita de la Vega, ``institución de asistencia privada para beneficio de los niños y los jóvenes tabasqueños''. Antes, el diario tabasqueño La Verdad del Sureste había dado a conocer una conversación telefónica entre la famosa Lolita y Floricel Medina Pereznieto, entonces jefe de prensa y actual contralor del gobierno, en la que la señora De la Vega ``casi exigió'' al funcionario que le prestaran el avión del gobierno de Tabasco para viajar de Toluca a Campeche... Jorge Carrillo Olea tiene ya frente a sí el juicio de sus presuntos gobernados. Nadie puede pretender aferrarse a un cargo de dirección aduciendo inocencia o desconocimiento de lo que hacían personajes nombrados personalmente por él y sujetos a su inmediata supervisión.