La Jornada 16 de febrero de 1998

Rescatan de una cueva los cadáveres de siete miembros de Unal, presuntamente asesinados por paramilitares priístas en octubre

Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 15 de febrero Ť Hoy fueron rescatados de una cueva de más de 40 metros de profundidad los cuerpos putrefactos de siete indígenas de la Unidad Nacional Lombardista (Unal), asesinados el pasado 18 de octubre en la comunidad de El Vergel, municipio de Las Margaritas, presuntamente por el grupo priísta Lucha Campesina.

Las labores de rescate, que tardaron cerca de cinco horas, fueron encabezadas por el subdirector de Averiguaciones Previas de la Procuraduría de Justicia del estado, José Antonio Martínez Clemente, y por el agente del Ministerio Público, Wilmar Pérez de León, quienes llegaron hasta la cueva denominada Pecpetá resguardados por medio centenar de policías estatales fuertemente armados.

A pesar de que la denuncia penal sobre el asesinato de los siete tojolabales -entre ellos cuatro hermanos y su padre- fue presentada por familiares desde octubre, cuando sucedieron los hechos, las autoridades judiciales no habían llegado a El Vergel, porque, según Pérez de León, ``no había condiciones de seguridad''.

La intervención de las autoridades finalmente se dio ayer luego de que los dirigentes de la Unal convocaron a decenas de sus integrantes de diversos municipios y a varios reporteros para llegar en grupo hasta la cueva y localizar los cuerpos.

Sin embargo, ayer no fue posible detectar nada porque cuando el grupo llegó estaba por oscurecer y la cueva tiene más de 40 metros de profundidad, pero la presión sirvió para que este día peritos de la Procuraduría de Justicia del estado llegaran acompañados por la policía para sacar los restos.

Fueron dos socorristas de la Cruz Roja Mexicana, el Ministerio Público y un elemento de la Dirección de Servicios Periciales quienes rescataron los cuerpos.

Según los rescatistas, los restos no estaban tan descompuestos porque el fondo de la cavidad está frío, a pesar de que ya tenían casi cuatro meses de estar allí. Cada cuerpo fue metido en una bolsa negra sin mayores problemas porque el fondo tiene un diámetro de 14 metros, y uno por uno fueron subidos hasta la superficie.

Luego, durante una hora de trayecto a pie, los cuerpos fueron trasladados a hombros en tablas por la terracería pedregosa que lleva al centro de El Vergel, donde estaban los vehículos.

Esta misma tarde, los restos fueron llevados a Tuxtla Gutiérrez para que se les practique la necropsia de ley y sean identificados por sus familiares.

De acuerdo con los dirigentes de la Unal, los siete indígenas fueron asesinados a machetazos y balazos por el grupo priísta Lucha Campesina, debido a diferencias políticas e ideológicas.

Sin embargo, el delegado de gobierno en la zona fronteriza, Francisco Torres Vera, señaló que la denuncia penal se hizo por el robo de ganado, por lo que no descartó que el móvil no sea político. ``Lo que pasa es que los de la Unal quieren lucrar políticamente con el caso para ganar más adeptos'', señaló.