Narcofederación en México: DEA
David Aponte Ť El cártel de los hermanos Arellano Félix ha establecido una gran alianza con el grupo de Caro Quintero. En la práctica han creado una ``federación`` del narcotráfico que opera en México y Estados Unidos, principalmente en las ciudades de Tijuana, Baja California, y San Ysidro y San Diego, California. Con una amplia red de distribuidores y pandillas, la unión ha extendido sus rutas a los estados de Arizona, Texas y Nevada, aseguran reportes de inteligencia de la DEA.
Actualmente, la ``federación'' toma las decisiones más importantes sobre la distribución de drogas; realiza las tareas de ``corredor o agente'' para corromper a los funcionarios y policías antinarcóticos; mantiene los contactos con ``familias de influyentes políticos'' y negocia la compraventa de estupefacientes a nivel internacional, explican.
Con la coalición, las mafias han creado un corredor de tráfico de drogas y armas desde California hasta Texas, explican.
Los Arellano Félix fundaron la coalición con el cártel de Guadalajara, integrado en los años 80 por Rafael Caro Quintero y Miguel Félix Gallardo y dedicado al tráfico de heroína y mariguana. Como el primer grupo mexicano de narcos que inició contactos con las mafias colombianas, el grupo de Guadalajara prosperó con el traslado de cocaína hacia Estados Unidos, explican.
Con el arresto de los principales dirigentes del cártel de Guadalajara, entre ellos el propio Rafael Caro Quintero, Joaquín El Chapo Guzmán y Héctor El Güero Palma Salazar, el grupo del ahora oficialmente muerto Amado Carrillo Fuentes tomó fuerza y el primer lugar entre las mafias de México.
Sin embargo, los hermanos Arellano Félix negociaron con Félix Gallardo -detenido desde 1989- el liderazgo de la nueva ``federación'', agregan los textos denominados Producción y tráfico de metanfetaminas y Abastecimiento de drogas ilícitas hacia Estados Unidos, ambos elaborados desde el año pasado por la división de Inteligencia de la DEA, disponibles en la página de Internet de la agencia estadunidense.
Alianzas contra los AK-47
La unión de los Arellano y Caro Quintero produjo una serie de disputas y numerosos actos de violencia en territorio mexicano -principalmente en los primeros años de la presente década-. Después de que los grupos definieron sus áreas, estructuras y papeles en el narco, cambiaron las armas por una coalición, la cual opera con fluidez, flexibilidad y un sistema elástico en el tráfico de diversas drogas, precisan.
Los reportes de inteligencia de la DEA exponen el modus operandi de la nueva alianza Arellano Félix-Caro Quintero:
Las cabezas de los dos cárteles toman la mayoría de las decisiones y realizan los negocios de compra-venta a nivel internacional. Cada uno detenta su autoridad sobre sus territorios y rutas aérea, marítima y terrestre; mantiene sus contactos e influencias con las familias políticas, y determina sus operaciones de traslado de cocaína, heroína, mariguana y metanfetaminas hacia Estados Unidos.
La división de jefes, la parte armada de la ``federación'', tiene la responsabilidad de todas las estaciones de contrabando en territorio estadunidense. Por ahora, las investigaciones de las agencias antinarcóticos de Estados Unidos están enfocadas en este nivel.
Los ``porteros'' controlan la mayoría de los puertos de entrada a territorio estadunidense, y facilitan el tráfico de drogas en ambos lados de la frontera. En una posición y alianza entre las cabezas de los cárteles y los jefes de división, los porteros podrían mover las drogas hacia las pandillas que operan en Estados Unidos.
Los ``sindicatos familiares'', pequeños corredores de esta estructura informal, operan a lo largo de la franja fronteriza, fundamentalmente en labores de traslado, resguardo y distribución de drogas.
Santos patronos de los Arellano Félix
Los reportes de la DEA ubican al cártel de Tijuana, a cargo de los hermanos Benjamín y Ramón Arellano Félix, como el segundo grupo más importante en México, después de la organización criminal del oficialmente muerto Amado Carrillo Fuentes. Por cuatro años, las cabezas de esta mafia han eludido a los agentes policiacos mexicanos y estadunidenses.
A partir de 1996, el grupo criminal ha demostrado una gran crueldad con el asesinato de policías retirados o activos de la ciudad de Tijuana. Ubicada como la mafia más violenta, también ha mostrado su poder de movilidad: sus miembros no han podido ser detenidos y operan en México y Estados Unidos, en ambos lados de la frontera, lo mismo en Tijuana, Baja California, que en San Ysidro y San Diego, California, indican.
Según los mismos, los hermanos tienen sus bases de operación en otros estados mexicanos, principalmente en Sinaloa, Jalisco, Michoacán, Chiapas, Baja California Sur y Baja California. El cártel trabaja con la complicidad de oficiales mexicanos encargados de la aplicación de la justicia, a quienes entregan sobornos por un millón de dólares semanales, afirman.
Los informes desglosan la estructura del cártel de Tijuana, integrado por siete hermanos y cuatro hermanas, quienes heredaron la organización de Miguel Angel Félix Gallardo desde su encarcelación en 1989, por su comprobada complicidad en el asesinato del agente especial de la DEA, Enrique Kiki Camarena.
Benjamín asumió el control de las operaciones de tráfico de drogas y Ramón tomó la planificación de los asesinatos de personas que interfieren con el desempeño de la organización. Los hermanos han dispuesto del entrenamiento paramilitar de sus fuerzas de seguridad. La capacitación incluye la participación de mercenarios internacionales, algunos de ellos provenientes de Oriente Medio, indican.
``El cártel de los Arellano Félix mantiene una sofisticada red de comunicación en diversas ciudades de México y sistemas de espionaje en varias entidades para contrarrestar las tareas de inteligencia de las policías de Estados Unidos y de México. La organización emplea radio rastreadores y equipo para interceptar líneas duras y teléfonos celulares, con el propósito de mantener la seguridad de sus operaciones. Además del equipo técnico, poseen escondites y armas sofisticadas provenientes de diferentes fuentes internacionales'', exponen.
Actualmente, la DEA y el FBI han establecido una unidad conjunta en la ciudad de San Diego, California (Joint Task Force), para realizar investigaciones de las operaciones de los hermanos mexicanos en el sur del estado. Las pesquisas están orientadas a la transportación y distribución de drogas y actividades de lavado de dinero dentro de Estados Unidos, señalan los documentos.
Los Caro Quintero, en el tercer lugar
En el mundo de las mafias del narcotráfico en México, la organización de Miguel Caro Quintero ocupa el tercer sitio en importancia. Con base en el estado de Sonora, el cártel de la familia Caro Quintero ha establecido una alianza con los hermanos Arellano Félix, y ha diversificado sus productos: ahora traslada cocaína, mariguana y heroína hacia la frontera con Estados Unidos.
La organización opera en las ciudades de Hermosillo, Agua Prieta, Guadalajara y Culiacán, pero también en otros lugares de los estados de San Luis Potosí y Sinaloa. Los últimos reportes de la DEA mencionan que también entró al negocio del tráfico de armas hacia México. El armamento es procedente de Estados Unidos.
Después de evadir la justicia mexicana con sobornos en la ciudad de Hermosillo, Sonora, en 1992, Miguel opera libremente la organización que fundó Rafael Caro Quintero, actualmente detenido en Almoloya de Juárez por su participación en el asesinato del agente especial de la DEA Kiki Camarena en 1985, detallan.
El grupo de Caro Quintero inició sus operaciones con el cultivo, producción y distribución de mariguana, desde ranchos localizados en Sonora. Posteriormente, entró al tráfico de cocaína y metanfetaminas, explican.
``Miguel -junto con sus hermanos Jorge y Genaro- tiene a su cargo la organización. Miguel fue arrestado en 1992 y los gobiernos de Estados Unidos y México cooperaron en el enjuiciamiento. Desafortunadamente, el esfuerzo bilateral se vino abajo, cuando Miguel utilizó una serie de tretas y sobornos para que un juez federal de Hermosillo redujera los cargos. El ha estado operando libremente desde ese momento'', señalan.
De acuerdo con los documentos de la agencia estadunidense, las mafias de los hermanos Arellano Félix y Caro Quintero han establecido una ``federación'' del crimen. Los números dos y tres de los grupos mexicanos han unido sus fuerzas y operan en ambos lados de la frontera, concluyen.