Negociable, reubicar tropas en Chiapas, ofrece Rabasa
José Gil Olmos Ť Al dar a conocer una nueva estrategia para la reanudación del diálogo y la negociación en Chiapas, el gobierno federal dijo estar dispuesto a aplicar nuevas y adicionales medidas de distensión -incluido el reposicionamiento militar-, bajo la condición de hablar directamente con el EZLN y que éste retire tres de sus principales acciones: el establecimiento de municipios autónomos, los bloqueos a carreteras y el ``cobro de peajes''.
Emilio Rabasa Gamboa, negociador oficial en el conflicto de Chiapas, informó también de la aceptación gubernamental, con sus ``precisiones'', a los diez puntos del documento de las Comisiones de Concordia y Pacificación (Cocopa) y Nacional de Intermediación (Conai), para reanudar el diálogo con los zapatistas. Entre éstas, la reubicación del Ejército en ciertas comunidades de Chiapas, pero a solicitud expresa de la Cocopa.
Sin embargo, rechazó que se vayan a aceptar modificaciones a las cuatro observaciones hechas a la iniciativa de ley sobre derechos y cultura indígenas. A su vez, habló de hacer ``compatibles'' la propuesta elaborada por la Cocopa y las ``observaciones'' del gobierno federal, mismas que, argumentó, ``garantizan la unidad nacional, la integridad del territorio y los derechos de todos los mexicanos que consagra la Constitución''.
En conferencia de prensa enmarcada en la nueva estrategia de comunicación oficial de aprovechar fechas clave en el proceso de pacificación, como el segundo aniversario, este lunes, de la firma de los Acuerdos de San Andrés, Rabasa Gamboa pidió una reunión directa con la dirigencia del EZLN para negociar las nuevas condiciones de reanudación del diálogo.
Dijo que, hasta el momento, no se percibe ``ánimo ni voluntad bilateral'' de los zapatistas para reanudar formalmente el proceso de diálogo, suspendido unilateral- mente por el EZLN desde septiembre de 1996, decisión, sostuvo, que viola los preceptos del Pacto de San Miguel de 1995, que establece que ninguna de las partes puede declarar roto o suspendido el diálogo o la negociación.
``Al mantener su negativa, el EZLN no está respetando los Acuerdos que pactó. La negativa a dialogar impide dar cumplimiento a los Acuerdos de San Andrés. La reanudación del diálogo es también una exigencia de la sociedad civil'', señaló tras cuestionar: ``el diálogo es lo que quiere la gran mayoría de los mexicanos ¿Hasta cuándo continuará este conflicto? Es ya pregunta de muchos''.
En este sentido, el político chiapaneco advirtió que la suspensión de las negociaciones para solucionar el conflicto no ha servido ``sino para perpetuarlo y acrecentarlo'', ya que incluso las propias comunidades han visto agravada su situación.
Al presentar un documento de tres cuartillas que tituló El diálogo: único camino, Rabasa manifestó que se han hecho invitaciones ``de buena fe'' para que el EZLN acepte un encuentro que haga posible retomar las pláticas y la negociación, como la del 23 de enero pasado, que fue rechazada por el grupo rebelde. Ante ello, señaló que, ``en la búsqueda del diálogo para la paz, nadie puede sentirse ofendido''.
``El gobierno quiere dialogar y negociar y quiere hacerlo lo más pronto posible. Así se lo está demandando la sociedad. Es hora de restaurar la confianza, es hora de poner por encima de cualquier consideración la continuidad de las negociaciones, tal y como lo pactamos en San Miguel. Resulta indispensable transitar de la lógica de la confrontación hacia la lógica de la conciliación y concordia. Sólo ésta nos llevará a la paz'' afirmó Rabasa.
La presencia de extranjeros obstaculiza la distensión
Durante la conferencia de prensa en la que estuvieron representantes de medios nacionales y de otros países, Rabasa aseguró que los extranjeros en la zona de conflicto en Chiapas ``sólo obstaculizan la distensión'', porque realizan ``en exceso'' acciones que no están previstas en la Constitución.
No obstante, descartó que las autoridades mexicanas quieran cambiar su política y sus leyes que permiten a los extranjeros el libre tránsito. ``Lo único que estamos pidiendo es que si se internan con un determinado visado, se respete lo que contiene'', dijo en referencia a los ciudadanos de otros países que, con visa de turista, actúan políticamente en territorio nacional.
Empero, se negó a pronunciarse sobre las afirmaciones de columnistas o conductoras de televisión, como Dolores (Lolita) de la Vega, quienes sostienen que son extranjeros los que manejan el movimiento zapatista.
Respuesta a los diez puntos de la Cocopa-Conai
Dio a conocer también la respuesta positiva pero condicionada del gobierno federal a los diez puntos del documento elaborado por la Cocopa y la Conai, titulado Las condiciones que consideran indispensables para la reanudación del diálogo y la negociación entre el gobierno federal y el EZLN.
Sobre el primero, referente a los Acuerdos de San Andrés, reiteró el compromiso de respetarlos y, como muestra de ello, recordó la reducción de 27 a 4 en las ``observaciones'' hechas a la iniciativa sobre derechos y cultura indígenas elaborada por la Cocopa. Aseguró que son ``compatibles'' ambas propuestas, y que de éstas saldría una nueva iniciativa de reforma constitucional.
En el segundo, respecto a la Vigencia del marco de la negociación, también ratificó su respeto a la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas y al Pacto de San Miguel, que incluye el Protocolo de Bases para el Diálogo y la Negociación, y señaló que, con base en éstos, la renaudación de las pláticas no puede estar sujeta a las condiciones fijadas unilateralmente por una de las partes. Para ello pidió a la Cocopa y a la Conai que se manifiesten públicamente.
En cuanto a la situación militar, dio a conocer ``un esquema recíproco y proporcional'' de distensión que podría ser negociado, según el cual se aceptaría un reposicionamiento de tropas militares, siempre y cuando el EZLN acepte reitar los bloqueos a carreteras, los cobros de peajes y la conformación de los municipios autónomos.
Sobre el desarme de grupos paramilitares dijo que ya se aceptó, pero de todos los grupos, sin excluir a los que simpatizan con el EZLN. En lo relativo a la masacre de Acteal, habló de los trabajos de investigación de la PGR, de continuar el apoyo humanitario a los desplazados ``sin distinción política, religiosa, étnica, ideológica o de cualquier tipo'', y de indemnizar a las familias de los 45 asesinados.
Respecto a los presuntos zapatistas presos, dijo que se ha liberado a 85 desde 1996. En tanto, de los mecanismos de conciliación regional propuso que la Cocopa y la Conai, junto con el gobierno Chiapaneco, establezcan mesas de reconciliación en la zonas de Los Altos, Selva y Norte.
Finalmente, de la reactivación de la Comisión de Seguimiento de Seguimiento y Verificación (Cosever) para los acuerdos del proceso de paz en Chiapas, dijo que el gobierno federal está de acuerdo, pero que dicho órgano debe constituirse con sus ocho miembros titulares y no por representantes.