Quito está situada a las faldas de los Andes y la domina el conjunto montañoso de Pichincha... Y la verdad es que los Andes son imponentes, verdes y rozando las nubes. A unos cuantos kilómetros de la ciudad hay un monumento que marca la mitad del mundo; por ahí corre la línea del ecuador, tal y como la fijaron los miembros de una expedición geodésica francesa hace más de 200 años, y ahí puede uno pisar el hemisferio norte de un lado y el sur del otro.
Así que este país, que lleva precisamente el nombre del Ecuador, aunque pequeño en sus dimensiones territoriales, está geográficamente en la mitad del mundo; pero en muchos otros sentidos, como el económico y el estratégico, está alejado del centro del dinamismo mundial.
En Ecuador no se oye mucho hoy del caso Bucaram, quien quedó en la memoria de muchos fuera de este país como el presidente cantante y bailarín; hay un disco compacto que lo muestra en la portada en pleno baile, y tiene la leyenda de ¡y se fue! Ahora se debate intensamente en torno a una nueva Constitución, con pleitos entre el Congreso y la Asamblea que prepara el nuevo texto. La economía resiente fuertemente el efecto de la caída del precio del petróleo, ya que casi la mitad de los ingresos de exportación y del ingreso del fisco provienen de las ventas de crudo, es muy reducida la diversificación de las exportaciones, sobre todo con una fuerte producción de flores. La inflación en la canasta básica de consumo fue en el último año de 51 por ciento. Por otra parte, El Niño no ha dejado de afectar grandes zonas del país con inundaciones y corrientes que han impactado la actividad pesquera.
El Ecuador tiene muchas universidades, sobre todo en función de una población de alrededor de 13 millones de personas. En las áreas de Economía y de Estudios Internacionales hay un gran interés por las cuestiones de la globalización de los mercados; constantemente hay cursos, seminarios y conferencias dedicadas a este tema, que es también motivo de atención de la prensa y objeto del discurso de políticos y declaraciones de funcionarios públicos.
El asunto de la globalización se presenta en las escuelas como un proceso irremediable que pone en cuestionamiento muchos de los fundamentos de las teorías convencionales y expone las medidas de los gobiernos como meras reacciones ante una fuerza arrasadora.
La globalización se enfrenta sin demasiadas herramientas del pensamiento y tiene que ensayarse más con la propuesta de aproximaciones oblicuas, a trasluz, que dejen espacios para crear nuevas formas de pensar los fenómenos internacionales y sus reprecusiones locales.
Uno de los aspectos más llamativos de la globalidad es el profundo contraste de los fenómenos que la caracterizan con las formas elementales de vida de la mayoría de la población. En Quito, como en todas las ciudades de América Latina, es posible advertir ese contraste. El centro histórico es un espacio colonial muy interesante y llamativo.
Alrededor de la plaza principal hay un gran número de iglesias, todas ellas monumentos de la arquitectura colonial; la Catedral, la iglesia de la Compañía, San Francisco, la Dolorosa y en una plaza contigua, de modo muy similar a la disposición que se da en la ciudad de México, está el templo de Santo Domingo.
En esta iglesia se reunían muchos feligreses y un grupo recibía la bendición del cura que llevaba el agua bendita en una cubeta de plástico amarilla; así, simplemente y sin más ceremonial repetía el culto añejo entre gente que está al margen de las grandes tendencias de los capitales mundiales, sumidos en una marginación también ancestral.