Rechaza Julio María Sanguinetti que haya existido crisis en el ejército uruguayo por la restitución de derechos a 41 oficiales
Reuter, Afp y Dpa, Montevideo, 29 de diciembre Ť El presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, rechazó que hubiera existido alguna rebelión o crisis en las fuerzas armadas a consecuencia del decreto gubernamental que expidió, con el cual restituyó los derechos de 41 oficiales marginados durante la dictadura militar que rigió de 1973 a 1985.
Consideró, por otro lado, que 1997 fue un gran año en materia económica, y dijo que su gobierno sigue apostando a la paz en su país.
El mandatario reconoció que no esperaba la reacción que se produjo por su decisión en las fuerzas armadas, que llevó a la renuncia del jefe del ejército, teniente general Raúl Mermot, y aseguró que no hubiera tomado dicha resolución de haber sabido lo que ocurriría.
Pero según Sanguinetti, Mermot se consideró molesto más por el procedimiento que por el fondo, que es político, y decidió adelantar el retiro que se iba producir de todas maneras en febrero entrante, cuando concluyera su mandato.
El declaraciones al diario El Espectador, Sanguinetti fundamentó su decisión de reparar al grupo de oficiales en un código de conducta que ha dominado a las fuerzas armadas, y que se originó en la gesta de independencia del héroe nacional, José Artigas, quien tras una batalla en 1810 proclamó ``clemencia para los vencidos'' españoles por parte de su tropa.
Rechazó asimismo el contenido de las declaraciones del Círculo Militar que afirmó que por esa resolución del poder Ejecutivo, firmada el 25 de diciembre, se iguala al traidor con el leal.
Mencionó que se ha postulado permanentemente que hay que mirar hacia adelante y no seguir al pie de los odios o de las pasiones, incluso legítimas, para pacificar al país.
En torno al reclamo para establecer el destino de las personas desaparecidas durante la dictadura, Sanguinetti sostuvo que en esos años de violencia quedó un triste remanente de recriminaciones, sufrimientos, pasiones, que el país zanjó con sabiduría, al dar vuelta de hoja y aprobar en plebiscito en 1989 una ley de amnistía para militares.
Dijo comprender el dolor de los familiares de los desaparecidos, y lamentó al explotación política que se hace de sus sentimientos pero, señaló, ``practicamos la ética suprema de la paz, y la ética suprema de la responsabilidad''.
Por otro lado, el presidente uruguayo destacó, durante una reunión del Consejo de Ministros, que la estabilidad política, el mantenimiento del equilibrio macroeconómico, la inversión creciente en la industria y el agro y el destinar el 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al área social fueron los mayores logros de su gobierno durante 1997.
Sanguinetti dijo que la sesión abierta del Consejo de Ministros puede servir para apreciar la honradez con que trabaja su equipo de gobierno, al que felicitó por los logros alcanzados, entre los que destacó que la actividad del país creció 10 por ciento en los últimos dos años como consecuencia de la estabilidad política y económica y de la inversión.
Se refirió a las cifras de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que indican que Uruguay figura como el país de la región con mejor distribución de la riqueza, y en declaraciones previas a El Espectador, el mandatario explicó también que la tasa de in- flación bajó a 15 por ciento, algo que no ocurría desde hacía 30 años.