Lona Reyes ``violó la ley'' al oficiar en el Angel, dicen en Gobernación
Alma E. Muñoz Ť La Dirección de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación investiga por qué el obispo de Tehuantepec, Oaxaca, Arturo Lona, ofició el domingo una misa en el Monumento a la Independencia.
De acuerdo con la información, el sacerdote violó la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público por oficiar en la vía pública, en un monumento nacional y durante la celebración de un mitin, en protesta por el asesinato de 45 indígenas en Acteal, Chiapas, el pasado 22 de diciembre.
Para iniciar sus investigaciones, la oficina entabló comunicación con jerarcas católicos para conocer del hecho. Incluso, se notificó la probabilidad de informar al nuncio Justo Mullor acerca de las averiguaciones, por respeto a su investidura diplomática.
De acuerdo con el Derecho Canónico, existe la libertad de oficiar en cualquier lugar y solamente por ``razones de peso'', el obispo de un determinado territorio podría oponerse a una celebración de culto público extraordinario. En este caso le correspondería al arzobispo Primado de México, Norberto Rivera, tomar la decisión. Sin embargo, se supo que Arturo Lona ni siquiera notificó de su intención a nadie para realizar la misa en el Monumento a la Independencia.
En la Dirección de Asuntos Religiosos se ratificó que en ningún archivo consta la petición del obispo o de quienes organizaron el evento, como lo indica el artículo 22 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.
Dicha petición se debió hacer ante la Dirección de Normatividad e incluso pudo haberse hecho por teléfono.
Los funcionarios de Gobernación, para no caer en ``errores'', preguntaron a las autoridades del gobierno capitalino si hubo permiso para celebrar la ceremonia religiosa pero ``nadie supo nada'', lo cual constituye otra violación a las disposiciones legales.
Por esto, la oficina de Gobernación ``tendió puentes'' con jerarcas católicos para investigar sobre el hecho que, por falta de reglamento de la Ley, podría causar una amonestación o extrañamiento para el obispo Arturo Lona y los sacerdotes Jesús Ramos, Héctor Gómez, Oscar Salinas -vicario de pastoral de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas- y Marcos de Salvatore, quienes concelebraron.
Se aclaró que el hecho no constituye una lesión para las relaciones entre el Estado y la Iglesia, pero en este caso, el responsable de recibir inicialmente el castigo sería el obispo Lona, por su investidura religiosa. La resolución se dará a conocer en los próximos días.