La Jornada 30 de diciembre de 1997

En 2 años, 140% más retenes de control en el estado: Oscar Oliva
Juicio sumario político-religioso a Samuel Ruiz en 95, revela Bañuelos

José Gil Olmos, enviado, San Cristóbal de las Casas, Chis., 29 de diciembre Ť Mientras no se supere la fase de autoritarismo no se podrá reanudar el diálogo en Chiapas, aseguraron los miembros de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) Juan Bañuelos y Oscar Oliva, quienes, basados en información extraoficial, rechazaron las versiones gubernamentales de una disminución de la presencia militar y policiaca en la entidad. En los últimos dos años aumentó hasta en 140 por ciento el número de puestos de control, e inclusive por cada 20 chiapanecos hay un militar, señalaron en entrevista.

A su llegada a esta ciudad, ambos literatos chiapanecos respondieron al señalamiento de la Secretaría de Gobernación sobre su presencia en el proceso de negociación, al reafirmar que la Conai continuará con sus labores de mediación hasta alcanzar la paz en Chiapas. Sin embargo, observaron con preocupación la estrategia que el gobierno federal ha desarrollado desde mediados de 1995 de restarle fuerza a la instancia, hasta negarles una entrevista con el secretario Emilio Chuayffet, el pasado 23 de diciembre.

Durante una larga charla, los dos miembros de la Conai hablaron de la gravedad de la masacre de Chenalhó y el incremento de la violencia que ha provocado la presencia militar y policiaca en la zona de conflicto. Además, criticaron las hipótesis del procurador general de la República, Jorge Madrazo, en sólo 24 horas, en el sentido de que se trata de problemas intercomunitarios y religiosos, sin haber realizado una investigación de fondo que llegue hasta los autores intelectuales.

En Chiapas, 209 puestos de control militar y policiaco

Al mencionar la llegada de tropas militares procedentes de Tabasco y Campeche -extraoficialmente 6 mil elementos-, Juan Bañuelos destacó el incremento de pustos de control policiacos y castrenses en los últimos cuatro años, hasta alcanzar una cifra de 209, distribuidos la mayor parte en los municipios de Ocosingo (50), Las Margaritas (18), Tila (11), Angel Albino Corzo (7), Palenque (7), Tapachula (7), San Cristóbal de las Casas (6), Motozintla (6), Altamirano (5), Sabanilla (5), Cintalapa (5), San Andrés Larráinzar (4) y Venustiano Carranza (4).

Estos datos proporcionados por organizaciones sociales, campesinas y por investigadores, se complementan con información de que 136 puestos de control son militares, 40 de Seguridad Pública, 20 del Instituto Nacional de Migración, 10 de la Policía Judicial Federal y 3 de grupos especiales.

``Entonces es un estado de sitio el que se está viviendo en Chiapas. Esos puntos de control militar son estratégicos, para tratar de amedrentar y detener el avance de las bases sociales zapatistas que se han declarado consejos municipales autónomos. Es sumamente claro que estos puntos son parte de una estrategia del gobierno federal para reducir y detener el avance social y político de las bases zapatistas'', señaló al respecto Oscar Oliva.

Bajo este marco, Juan Bañuelos argumentó que lo que sucedió en Chenalhó fue ``un mensaje de escarmiento para que ese apoyo que tiene civilmente el EZLN no prosiga. Es exactamente ese el mensaje: quitarle al pez, que es el EZLN, el agua, que es el apoyo social de las comunidades''. Inclusive recordó que en la visita del presidente Zedillo el 1o. de octubre a Chiapas, el presidente de Chenalhó, Jacinto Arias Cruz, le propuso se les permitiera portar armas ``porque no había mucha autoridad''.

Existe toda una estrategia militar detrás del ataque a los indígenas desplazados de Acteal, pues responde a un fenómeno de ``paramilitarización'' que aparece en Chiapas desde 1995, cuando el EZLN da a conocer la existencia de municipios autónomos y rebeldes. Los mismos que la Secretaría de Gobernación calificó de ``ilegítimos'' en su último comunicado.

``La paramilitarización no es de generación espontánea, es toda una estrategia y una lógica militar bien calculada. A nosotros, que somos chiapanecos y que hemos visto el desarrollo de los acontecimientos, no nos puede decir el señor Chuayffet que no es verdad'', asentó Bañuelos.

Dos años sin que Gobernación hable con la Conai

El mismo Bañuelos, luego de destacar el reconocimiento como instancia mediadora de parte del EZLN y del gobierno, advirtió del trato que le ha dado esta última desde 1995.

``Con la Conai tiene cerca de dos años que no cruza la palabra el señor Chuayffet, esto significa que para el responsable de la política interna del país el problema de Chiapas no estaba en su agenda como una prioridad''.

Al explicar este silencio gubernamental, ubicó el inicio de este trato en junio de 1995, cuando reunidos en Bucareli, el secretario le dice a la Conai -``como si fuéramos sus colaboradores''- que no diga a la prensa su afirmación de que ``no habrá paz en todo el país mientras no haya paz en Chiapas''.

``Al salir fue lo primero que se dijo a la prensa y desde ese momento se vino una campaña terrible, no solamente en contra de la Conai sino contra don Samuel Ruiz'', precisa el poeta chiapaneco, tras aseverar que esta campaña consistía en afirmar que la instancia mediadora y, sobre todo, don Samuel Ruiz, ``éramos falsos redentores''.

Con Lozano Gracia en la PGR, orden de aprehensión contra Samuel Ruiz

``Se viene un gran silencio y, a finales de 1995, en un vuelo directo desde Tuxtla se llevan a don Samuel Ruiz para que se entrevistara con el Presidente de la República. ¿Qué se hace ahí? Eso lo tiene que saber el pueblo mexicano. Se hace un juicio sumario, había una orden de aprehensión en su contra, el procurador José Antonio Lozano Gracia y el secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma, acompañados de representantes de la jerarquía católica, realizan un interrogatorio por más de dos horas. Después de este juicio sumario el Presidente le dijo al procurador Lozano Gracia: `¡ya deténgase!, creo en la palabra de don Samuel.' Y al obispo: `Don Samuel, ¡ayúdenos en este gran problema que hay en Chiapas!'.

``Pero las cosas no pararon ahí, siguieron, y al aceptar la invitación con Cuauh-témoc Cárdenas, el gobierno toma esto como una traición. Pero la calidad moral de don Samuel no es para hacer complicidades con nadie'', aclara Juan Bañuelos para rematar: ``Ha habido una serie de equívocos, de malos entendidos y de ganas de imponer puntos de vista para doblegar a las instancias que participan en el conflicto de Chiapas y supeditarlos a la política del gobierno''.

Oscar Oliva, por su lado, reitera que la estrategia del gobierno ha sido achicar y reducir la importancia de la Conai, hasta intentar desaparecerla y crear una nueva presidida por alguien distinto a Samuel Ruiz. No obstante, asegura que la instancia se mantendrá como expresión de la sociedad civil, dispuesta a continuar con sus servicios de mediación y luchar por la paz con justicia, democracia y dignidad en Chiapas.