NYT: hace ya tres años que la CIA da apoyo antinarco al Ejército Mexicano
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 29 de diciembre Ť La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha proporcionado capacitación, equipo y apoyo operativo para una unidad de élite antinarcóticos dentro de la fuerzas armadas mexicanas durante los últimos tres años, según un reportaje del New York Times publicado hoy.
El Pentágono, el Departamento de Estado y la CIA rehusaron comentar sobre estos aspectos del reportaje, aunque un alto funcionario de la administración del presidente Bill Clinton confirmó a La Jornada que la agencia ha proporcionado alguna capacitación antinarcóticos en América Latina. Sin embargo, esta fuente insistió en que este adiestramiento fue de carácter técnico y no operativo.
Varios funcionarios con conocimiento de estos programas explicaron que hasta hace unos pocos años, la Agencia Central de Inteligencia no estaba dispuesta a cooperar con los esfuerzos antinarcóticos de la DEA, Aduanas, el Pentágono o el Departamento de Estado, pero agregó que recientemente esto ha cambiado.
``Creo que han ofrecido más ayuda... pero es en las habilidades de análisis más que cualquier otra cosa operativa'', explicó una funcionaria entrevistada hoy. ``Por ejemplo, en el rubro de erradicación, cuando estamos intentando capacitar a un gobierno para hacer cálculos de cosecha (de enervantes) hemos traído a algunos expertos de la CIA como ponentes invitados''.
Sin embargo, el reportaje de The New York Times declara específicamente que la citada agencia ofrece ``capacitación, equipamiento y apoyo operacional'' para una sección especial de la inteligencia militar mexicana conocida como Centro de Investigaciones Antinarcóticos (CIAN).
La unidad se integró hace tres años
La unidad, según el Times, está conformada por unos 90 oficiales jóvenes cuidadosamente seleccionados, y se empezó a integrar hace unos tres años. El rotativo cita al jefe del Estado Mayor, general Juan Heriberto Salinas Altes, negando cualquier vínculo formal o existente con la CIA, aunque reconoce que en algún momento podría haberse dado contacto, ``pero no fue ningún contacto oficial''.
El programa de la agencia se describe hoy como diferente al esfuerzo de 1988, cuando integró un grupo élite de unos 50 soldados mexicanos que participaron en tres fallidos asaltos contra narcotraficantes en Sinaloa y otros estados, antes de que fuera abandonado el experimento.
La operación actual con el CIAN --según fuentes gubernamentales estadunidenses y mexicanas no identificadas citadas por el Times-- está diseñada principalmente para propósitos de inteligencia y no operativos, pero ``parece que a veces toma la delantera en asaltos, así como también en acciones de reconocimiento''.
El programa de la CIA se lleva a cabo con un grupo seleccionado de entre casi 2 mil soldados mexicanos que han recibido capacitación antinarcóticos ofrecida por el Pentágono desde 1996. El entrenamiento incluye cursos en inteligencia, capacitación de los pilotos de helicópteros y habilidades de fuerzas especiales, y además tiene el propósito de asistir en el establecimiento de los llamados Grupos Aeromóviles de las Fuerzas Especiales.
En contraste con estas unidades militares, la unidad del CIAN --apoyada por la CIA-- es caracterizada por The New York Times como probablemente el esfuerzo antinarcóticos ``más significativo'' en México. Supuestamente, el centro tuvo un papel clave en detectar los movimientos de Amado Carrillo Fuentes poco antes de su muerte, de investigar la organización de este narcotraficante después de su fallecimiento y en organizar los operativos contra los hermanos Arellano Félix en Tijuana.
Pero el rotativo también informa que algunos funcionarios estadunidenses están preocupados por la integridad del grupo, después de que dos de sus miembros fueron expulsados por ``conducta no profesional''.
Asimismo, las agencias de inteligencia de Estados Unidos han preparado el borrador de un informe sobre los esfuerzos de los narcotraficantes para corromper las fuerzas armadas mexicanas, que según el periódico The New York Times ``citará evidencia de una penetración extensiva de los cuerpos de oficiales''.
De hecho, funcionarios estadunidenses han estado preocupados con la influencia potencialmente corruptora del narcotráfico sobre los militares desde hace tiempo. Pero aunque un funcionario del Departamento de Estado reconoció hoy que los militares mexicanos no son ``inmunes'' a la corrupción, afirmó en entrevista con La Jornada que la detención del general Jesús Gutiérrez Rebollo demuestra el compromiso del gobierno en enfrentar estos problemas.
No obstante, el Times cita el borrador del informe de inteligencia que incluso señala sospechas sobre los repetidos contactos entre narcotraficantes y el general Salinas Altes. El diario refiere que otro general con apellido parecido, Javier Salinas Payares, fue eventualmente arrestado y cita a varios altos oficiales militares mexicanos rechazando cualquier acusación contra el actual jefe del Estado Mayor.
El rotativo agrega que ``por lo menos un funcionario estadunidense en funciones y otro retirado, continúan creyendo versiones'' que sugieren que los narcotraficantes han ofrecido sobornos a Salinas Altes, así como a varios oficiales más.
El principal propósito de todos estos programas es asistir en la lucha antinarcóticos de las fuerzas armadas mexicanas. Por otra parte, un funcionario del Departamento de Estado dijo que el gobierno mexicano acordó que los helicópteros estadunidenses otorgados a México son ``sólo'' para la lucha antinarcóticos.
Empero, el Times sostuvo que tanto fuentes oficiales estadunidenses como mexicanas, reconocieron que no hay ninguna limitación para el despliegue de las unidades de fuerzas especiales capacitadas en Estados Unidos ``contra insurgentes de izquierda en estados sureños como Guerrero y Chiapas''. La CIA rehusó comentar su supuesta actividad en México, incluyendo el que unidades entrenadas por esa agencia podrían ser utilizadas para otros propósitos más allá de los esfuerzos antinarcóticos.