Presión militar a 4 indígenas para que retiren de la CNDH una queja
Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 26 de diciembre Ť Efectivos del 78 Batallón de Infantería del Ejército se presentaron ayer en la comunidad de Pascala del Oro, en San Luis Acatlán, para tratar de obligar a cuatro campesinos a retirar una queja que interpusieron ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) contra militares que en noviembre provocaron un ambiente de zozobra en la comunidad, pues mostraron una lista de habitantes de ese poblado y amenazaron con regresar a detenerlos.
El director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, perteneciente a la Diócesis de Tlapa, Abel Barrera, envió una carta a la CNDH en la que pidió la presencia de visitadores a Pascala del Oro, pues los habitantes han manifestado su temor por la constante incursión de tropas.
Desde julio pasado, soldados del 78 Batallón del Ejército se encuentran en esa región indígena, donde han establecido campamentos permanentes, incluyendo incursiones a Pascala del Oro.
En la queja, enviada el 18 de diciembre, los campesinos de la etnia tlapaneca Andrés Cortés Bardomiano, Melitón Francisco Isidoro, Germán Francisco Isidoro y Gilberto Lugardo Teófilo, expusieron que 22 efectivos del 78 Batallón de Infantería destacamentados en Mesoncillo, municipio de Ayutla de los Libres, llegaron a Pascala del Oro el 10 de noviembre al medio día, y de inmediato se dispersaron por la comunidad en busca de bebidas alcohólicas que estuvieron ingiriendo en la comisaría.
Por la noche hablaron con el comisario suplente, Fortino Gómez Francisco, y le exigieron que les consiguiera un vehículo para trasladarse a su campamento en Mesoncillo. Como no lo encontraron, los militares siguieron tomando.
Los campesinos que suscriben la queja se encontraban reunidos en la casa parroquial organizando las fiestas decembrinas. Relatan que a las 20:30 horas irrumpió un soldado apuntándoles con su arma, cortó cartucho y gritó: ``¡Alto, hijos de la chingada, péguense a la pared''!, y los registró.
Afirman que ``el soldado se encontraba visiblemente perturbado'' y después de 15 minutos de tenerlos amenazados apuntándoles con el arma les informó que llevaba una lista con nombres de personas de la comunidad, y manifestó que ``el 20 de noviembre regresarían para llevárselas detenidas, sin especificar el motivo''.
Los militares han regresado con frecuencia a Pascala del Oro. El director de Tlachinollan, Abel Barrera, expuso en una carta enviada el 23 de diciembre a la CNDH que con motivo de la queja, el 18 de diciembre llegaron a la comunidad decenas de soldados del 78 Batallón en tres camiones, ``para hablar con el comisario municipal y los quejosos, con la finalidad de corroborar los hechos denunciados y persuadir a estas personas para que retiren su escrito de queja''.
El 21 de diciembre los soldados fueron nuevamente a la comisaría, encabezados por un teniente coronel que no dijo su nombre, quien ``llevaba a consigo a varios elementos del Ejército Mexicano, con la intención de que los quejosos señalaran a alguno de los culpables de los hechos del 10 de noviembre. El jefe militar dijo a los pobladores que el Ejército estaba haciendo su propia investigación para castigar a los culpables, y por eso pedían que retiraran la queja ante la CNDH.
Los militares regresaron el 24 de diciembre, y el 25 se reunieron con un grupo de vecinos, para presionar a fin de que se retire la denuncia.
En la reunión de ayer no hubo ningún acuerdo, y las tropas se retiraron por el momento de la comunidad.