La Jornada 22 de diciembre de 1997

Se habrían pagado 6.5 millones por el rescate de Gutiérrez Barrios

En medio de la telaraña tejida durante la última semana en torno a la desaparición de Fernando Gutiérrez Barrios, ayer domingo dos semanarios -Proceso y Milenio- aportan nuevos elementos, con sus propias fuentes, sobre el supuesto secuestro del político veracruzano, del martes 9 hasta el lunes 15 de este mes.

``Pero este es un secuestro que nunca ocurrió'', apuntan Ciro Gómez Leyva y Federico Arreola en su entrega titulada ``Gutiérrez Barrios. La historia completa'', que se publica en el número 20 de Milenio.

Ambos semanarios dan cuenta de las noticias publicadas en diversos medios sobre la desaparición del ex secretario de Gobernación, y aseguran que se pagó un monto considerable por su liberación. Para Salvador Corro y Carlos Marín, de Proceso, fueron 6.5 millones de pesos, en tanto que para los reporteros de Milenio la cantidad fue de 6 millones de pesos, aunque los plagiarios pedían 10 millones de dólares.

``Lo que se pagó por la liberación de la extraordinaria presa pudo saberse debido a lo inusual del monto en efectivo que fue retirado de bancos a finales de la semana del plagio'', explican los de Proceso.

Los dos semanarios también recogen la carta publicada el viernes 19 en El Universal en la que Gutiérrez Barrios señala que no fue secuestrado, sino que estaba de vacaciones, ``a fin de evitar mayores especulaciones que puedan afectar la tranquilidad de la sociedad, que hoy más que nunca reclama seguridad''.

Sin embargo, las dos ofrecen versiones de la fecha y el lugar donde fue el secuestro de manera ``cronométrica'', detallan el operativo, los lugares donde se realizó el pago y ofrecen los nombres de quienes ayudaron a la familia Gutiérrez Barrios a efectuar el trueque: Miguel Nazar Haro y el capitán Luis de la Barreda, padre del ombudsman capitalino.

También indican que el ex gobernador nunca dejó la ciudad de México ni el país y que la ayuda del gobierno federal, a través del CISEN, fue limitada e incluso ``desechada''.

``La única participación del gobierno, a través del Centro de Información de Seguridad Nacional, que dirige Jorge Tello Peón, fue prestar un vehículo con localizador, un aparato de tecnología limitada, similar a la de los receptores de mensajes comunes y corrientes, que resultó inútil cuando la camioneta avanzó por la autopista México-Puebla'', señala Proceso.

``La familia Gutiérrez Barrios tiene los 6 millones de pesos, pero no en efectivo. No hay tiempo para vender propiedades. Acuerdan pedirle un préstamo al gobierno. La respuesta es tajante: no. Al cuarto día, Tello Peón pierde la paciencia. Marginado por Nazar, observa el desarrollo de la historia, consciente de su papel de personaje de reparto. `Están negociando mal, si algo le pasa a don Fernando, no le echen la culpa al gobierno''', señala Milenio.

Las diferencias

Proceso informa que el rapto se efectuó el martes 9 ``en el cruce de Miguel Angel de Quevedo y prolongación de Fernández Leal -colonia Del Carmen, Coyoacán- y lo ejecutó un comando de 12 sujetos, que sometieron a los cuatro guardaespaldas y al chofer con granadas de gas lacrimógeno''. Esto a las 17:45 horas, luego de que Gutiérrez Barrios comió en el El Tajín, del Centro Veracruzano.

Milenio indica que no comió en ese lugar sino en El Pardiños, en el Centro Cultural y Social Veracruzano, en Coyoacán, donde departió con los hermanos Pardiños, ``viejos amigos''. Precisa que salió del sitio cerca de las 18:30 horas y subió al Lincoln ``solo y el chofer'', seguidos por el auto escolta ``con cuatro guardaespaldas armados con metralletas'', y que en el vértice de las calles Fernández Leal y Zamora interceptaron a los escoltas, los rociaron de gas paralizante y se llevaron a Gutiérrez Barrios en el mismo auto sin blindaje, que abandonaron media cuadra delante, luego de haber gaseado al chofer.

Marín y Corro señalan que el pago fue hecho el domingo 14 a espaldas de la iglesia del pueblo de Ixtacuixtla, Tlaxcala, ``al pie de la contraseña que dieron los plagiarios; una bandera mexicana clavada en el suelo''. Afirman que la noche del lunes 15 llegó a su casa.

Gómez Leyva y Arreola aseguran que el pago se hizo en dos momentos y en dos lugares: el primero en las afueras de Puebla y el segundo en la zona poniente del DF. Indican que ``al caer la tarde del martes (16), don Fernando fue liberado cerca de San Marta Acatitla.

Sobre los posibles autores o mensajes del plagio, estos últimos ofrecen nueve hipótesis: un ``borrachazo'' de Patricio Chirinos, el ``gobierno que lo recluyó en el Campo Militar Número Uno'', el EPR, un ``golpe'' de enemigos de Cuauhtémoc Cárdenas, una ``señal'' a Manlio Fabio Beltrones, un secuestro por dinero, ``fue Joaquín Hernández Galicia'' y ``los señores del dinero''.

Proceso indica que los rumores ``iban desde que había sido capturado por el EPR hasta que había sido detenido por alguna de las procuradurías del gobierno''.

No obstante, las dos sostienen que el plagio al ``hombre leyenda'' sí sucedió. ``Machetazo a caballo de espadas: El hombre a quien se atribuye la mejor información política y el dominio del tema de la seguridad pública y privada, fue, en efecto, raptado'', sostiene Proceso.