La Jornada 21 de diciembre de 1997

En primera plana del Granma, el beneplácito papal por el próximo festejo navideño en Cuba

Pl, Reuter, Ap, Afp y Dpa, La Habana, 20 de diciembre Ť El papa Juan Pablo II expresó su esperanza de que la Iglesia católica tenga una mayor libertad para realizar su misión en Cuba, y saludó la decisión de las autoridades de la isla de permitir la celebración de la Navidad en el país -por primera vez desde 1968- al declarar el 25 de diciembre feriado oficial, en un mensaje publicado hoy en la primera plana del diario Granma, órgano del Partido Comunista Cubano.

El gesto sin precedentes de publicar el mensaje papal, fue la más reciente de una serie de concesiones a la Iglesia católica que el gobierno del presidente Fidel Castro ha hecho antes de la histórica visita de Karol Wojtyla que se efectuará del 21 al 25 de enero próximo.

La noche del pasado jueves, el mandatario cubano se reunió con todos los miembros de la jerarquía católica de la isla.

El mensaje fue impreso en primera plana del periódico comunista y ocupó dos tercios de la página, mientras que otro medio de prensa, Radio Reloj, leyó también el mensaje íntegro esta mañana.

El hecho de celebrar la Navidad, dijo el Papa en su mensaje, da a todos la posibilidad de participar activamente en estas celebraciones y de recuperar una tradición ``muy arraigada en el corazón de todos los cubanos''.

Expresó su deseo de que todos los cubanos pudieran vivir ese día ``tan entrañable'' animados por la esperanza, pues ``sin ella se apaga el entusiasmo, decae la creatividad y mengua la aspiración hacia los más altos y nobles valores''.

También manifestó su esperanza de que tras su visita a Cuba, la Iglesia pueda seguir disponiendo, cada vez más, de la libertad necesaria para su misión, y de los espacios adecuados para llevarla a cabo plenamente y seguir prestando así su servicio al pueblo cubano.

Al anunciar la celebración del día feriado ante la Asamblea Nacional, la semana pasada, Fidel Castro dijo que era un gesto de buena voluntad hacia el Papa y los cristianos, pero dejó en claro que la medida estaría vigente sólo este año.

De su lado, las autoridades eclesiásticas se hicieron eco de la solicitud de Wojtyla a Castro, de poder seguir disponiendo, cada vez más, de la libertad necesaria para su misión evangelizadora.

El arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, manifestó su deseo de que en adelante se amplíe el diálogo de los obispos de Cuba con el presidente Castro.

Pese a la política de ateísmo oficial largamente sostenida por Cuba, nunca hubo ruptura de relaciones entre La Habana y el Vaticano, pero sí fricciones considerables, especialmente en los años iniciales del régimen castrista, cuando el gobierno expulsó a los sacerdotes nacidos en el extranjero, cerró los colegios religiosos y confiscó ciertas propiedades eclesiásticas.

En otro asunto, unos 40 exiliados cubanos críticos del bloqueo de Estados Unidos a la isla continuaron hoy en La Habana una reunión con las autoridades, en un nuevo paso en la búsqueda de un acercamiento de posiciones, en un foro sobre actualidad y perspectivas de la economía cubana, que celebra el vigésimo aniversario del primer encuentro entre funcionarios gubernamentales y 55 cubanos emigrados, el 2 de diciembre de 1977.

Andrés Gómez, líder de la brigada Antonio Maceo, que integran personas que cuando eran niños fueron llevadas por sus padres a Estados Unidos, calificó de positivos los resultados de la política cubana en relación con el exilio moderado.

Por su parte, el líder opositor exiliado Eloy Gutiérrez Menoyo calificó de ``error'' la suspensión del crucero de peregrinos católicos que viajaría de Miami a Cuba durante la visita papal, y lo atribuyó a presiones del exilio radical en Miami.