La Jornada 21 de diciembre de 1997

Muñoz Ledo: la restricción salarial, ``cuerpo del delito'' en el paquete fiscal

Jesusa Cervantes, Alonso Urrutia y Roberto Garduño Ť La Unión Nacional de Trabajadores (UNT) rechazó que el incremento al salario mínimo anunciado la víspera contribuya a recuperar el poder de compra, desconoció la representatividad de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM) y anunció que convocará a una movilización la primera quincena de enero para manifestarse contra la política salarial.

Agustín Rodríguez, integrante de la dirigencia colegiada de la UNT, consideró que el aumento otorgado, de 14.73 por ciento en promedio, es insuficiente para compensar la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, que se calcula en 75 por ciento en la última década.

``El aumento concedido es una agresión por parte de la CNSM porque el nuevo salario no se apega a la realidad económica que vive el país y sus porcentajes se autorizan en función de acuerdos entre gobierno y empresarios.

``No hay una representación real de los trabajadores, porque nunca fueron consultados para los aumentos; la política de la Comisión y de quienes la integran es antiobrera'', comentó.

Falta aclarar el modo en que aumentarán los precios

El dirigente de la UNT mostró, además, preocupación porque no hay un esquema claro de cómo se darán los aumentos en los precios, y adelantó que el salario mínimo se pulverizará con los nuevos precios de los energéticos, que se incrementarán 13 por ciento a lo largo de 1998, pues tendrá un efecto de carambola.

``Pero, además, ya se habla de un aumento en la tarifa del metro -que subirá a 1.50 pesos por viaje, según anunció ayer el gobierno del Distrito Federal- y de la tortilla; por eso decimos en la UNT que es muy poco el incremento y de ninguna manera aceptable'', agregó.

En cuanto a las movilizaciones, informó que existe la propuesta de realizarlas durante la primera quincena de enero y que tendrán como consigna protestar contra el neoliberalismo. ``Seguramente tendremos una gran respuesta porque la inconformidad por el bajo incremento será inevitable''.

En febrero, dijo, durante el próximo pleno de la UNT se discutirá cómo organizar a los trabajadores del salario mínimo y se hará un foro sobre la reforma social y económica que requiere el país.

Después que se conoció el incremento a las percepciones, Porfirio Muñoz Ledo, coordinador parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD), opinó que la restricción del salario ``es el cuerpo del delito'' del paquete fiscal, aprobado recientemente en el Congreso. Dijo que el factor que realmente rompió la unidad del grupo de los cuatro (formado por los partidos opositores) fue la diferencia entre tres partidos y el PAN en torno al tema de los salarios.

Respecto del incremento salarial que aprobó el viernes la CNSM, Muñoz Ledo recordó que el Grupo de los Cuatro propuso un incremento de 17 por ciento a los salarios mínimos, 5 puntos más de la inflación prevista para 1998, pero ese acuerdo fue roto por el PAN haciendo caso omiso del entendimiento referido.

``Ahora se sabe que el PAN y el gobierno tienen un compromiso económico y han establecido un vínculo político para lograr la reinstauración neoliberal en el país''.

Mientras tanto, la dirigencia de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) en Jalisco opinó que el incremento a los salarios mínimos fue un aumento de ``complacencia, porque está permitiendo una mayor explotación de los trabajadores en forma irracional e irreflexiva''.

La CROC señaló que el incremento al salario mínimo no va a servir a los trabajadores ``ni para el camión'', porque los niveles reales de inflación fueron superiores a 20 por ciento durante 1997.

En Monterrey, Nuevo León, la coordinadora estatal de El Barzón, Liliana Flores Benavides, sostuvo que con lo que gana hoy un trabajador sólo puede comprar 25 por ciento de lo que adquiría en 1981, por lo cual el incremento salarial de 14.3 por ciento no restituye la enorme pérdida del poder adquisitivio.

Mientras, Porfirio Camarena, asesor económico de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), sostuvo en la ciudad de México que la consolidación de la productividad y mayor competitividad de las empresas mexicanas no puede darse a costa de los bajos salarios de los trabajadores. Para el también senador por el estado de Guerrero, elevar la competitividad de las empresas mexicanas es una forma fundamental de conservar las fuentes de empleo y evitar que existan quiebras que la afecten.

``Es preciso reiterarlo, los trabajadores quieren empresas fuertes, competitivas, quieren ganancias justas y razonables para los inversionistas; mejores métodos de trabajo''.

Pero todo ello ``no debe hacerse castigando la mano de obra u obligándola a ingresar al ejército de los desempleados. No se debe olvidar el impacto dramático que tienen los bajos salarios y el desempleo''.

El dirigente cetemista aseveró que las desigualdades económicas-sociales representan un obstáculo a la consolidación de un ``poderoso mercado interno'' que alentaría el crecimiento económico del país.