La Jornada 20 de diciembre de 1997

El sindicato del Monte de Piedad rehúsa negociar con García Lizama

Fabiola Martínez Ť La dirigencia del sindicato de trabajadores del Nacional Monte de Piedad (NMP) se manifestó en contra de comenzar la negociación salarial con Víctor García Lizama, porque -señalaron- ``no representa al patronato, sólo se ha adueñado de él''.

El primer día de huelga en el NMP concluyó sin pláticas entre la administración de esa institución, las autoridades del trabajo y la dirigencia sindical que encabeza Eugenio Joel González González.

``No hay cabeza en el Nacional Monte de Piedad con quién iniciar una discusión seria y benéfica para ambas partes. Legalmente, García Lizama no tiene por qué meterse en la administración de las instituciones de asistencia privada. Sin embargo, permanentemente aparece entregando donativos en nombre del NMP''.

Miembros del comité ejecutivo aseguraron que el sindicato nacional del NMP -el cual agrupa a 2 mil 800 empleados- se manifestó en ``completa apertura al diálogo para la negociación salarial, a partir de una solicitud de 45 por ciento de incremento''.

Sin embargo, advirtieron: ``No cederemos ninguna de las 136 cláusulas del contrato colectivo de trabajo a cambio de un aumento al salario, ni negociaremos con un solo hombre''.

En principio, porque el motivo de la huelga no fue revisión contractual sino salarial, ``y porque García Lizama pretende desplazar al personal de base por empleados de confianza, mermando así las conquistas y representación sindical''.

La empresa de niega al diálogo

Sobre las acusaciones de la parte patronal, de que al menos 40 cláusulas del contrato colectivo son lesivas para el desarrollo del NMP, el secretario de Trabajo y Conflictos del sindicato, Alfonso Macías García, aseguró que es la empresa la que se ha rehusado a empezar el diálogo, mientras que los trabajadores han padecido tres años ``el embate'' de la crisis con salarios promedio de 40 a 60 pesos diarios.

``¡Cómo es posible que pretendan derogar un contrato colectivo a través de prácticas aberrantes y caprichosas y que nos quieran vencer por hambre! De ninguna manera entregaremos nuestro documento. Son ellos los que han hecho los grandes robos a la institución'', expresó.

``La administración manifiesta que hay muchos candados en el contrato colectivo, pero en el sindicato creemos que son justamente ellos quienes no han dejado crecer a la institución'', aseveró.

Desde hace tres años no hay revisión contractual o salarial para los empleados del Montepío, conocido popularmente como El banco de los pobres; en cambio, precisó el dirigente, este año la administración destinó 120 millones de pesos a 200 instituciones de asistencia privada, además de un donativo por 40 millones al proyecto Teletón.

El NMP cuenta con una casa matriz y 31 sucursales; 11 se ubican en el Distrito Federal y el resto en diversas entidades del país. Desde 1985 permanecen cerradas las sucursales 26 (Doctores), 4 (calle Nezahualcóyotl) y 10 (Puente de Alvarado).

Por otra parte, el sindicato aseguró que pese a la huelga las prendas depositadas en el NMP ``están perfectamente bien resguardadas'', y que los plazos para refrendo y pagos se extenderán el mismo tiempo que dure el conflicto, con el fin de no afectar a los pignorantes.

La huelga involucra a mil 850 trabajadores de planta, unos 500 eventuales y un número similar de jubilados.


Angeles Cruz Ť El Nacional Monte de Piedad reiteró ayer la necesidad de modificar el actual contrato colectivo de trabajo de la institución, con el fin de estar en posibilidades de duplicar en un plazo de 18 meses el número de sucursales y crear mil nuevos puestos de trabajo.

En conferencia de prensa, el patrono Alan de la Torre señaló que el NMP está dispuesto a ofrecer un aumento salarial superior al que piden los trabajadores, aunque no precisó la cifra porque ``todo depende'' de la buena disposición que tengan los empleados para negociar.

Dijo que de las 120 cláusulas del contrato se tendrían que modificar 40, muchas de las cuales ``propician actos de corrupción''. El NMP ``no puede seguir tolerando los vicios que existen en las bases'', afirmó.

La modernización del contrato de trabajo implica que se reconozcan como puestos de confianza los relacionados con las funciones gerenciales de administración, inspección y vigilancia.

El patrono fue cuestionado sobre la ausencia del presidente de la institución, Alejandro Ainslie, quien supuestamente está de viaje. De la Torre sostuvo que ``no hay ningún problema'', Ainslie sigue ocupando su cargo.

Sin embargo, otras personas señalaron que Ainslie ha preferido desde hace varios meses mantenerse al margen de todo porque ``no está de acuerdo con la forma en que se toman las decisiones'', en relación al hecho de que la mayor parte de los miembros del patronato son allegados del presidente de la Junta de Asistencia Privada, Víctor García Lizama y es éste quien acepta o modifica los acuerdos tomados en ese organismo rector.

De la Torre explicó que los objetos que actualmente están empeñados tienen un valor cercano a los mil millones de pesos, y que por cada día de huelga dejarán de realizarse 4 mil operaciones.

Al referirse a las negociaciones con los trabajadores, destacó que la propuesta de modificar el contrato colectivo no incluye la supresión ni reducción de las prestaciones sociales, y explicó que los casi 2 mil 800 empleados conservarán sus 105 días de aguinaldo, hasta 40 días de vacaciones por año, 27 días de prima vacacional, 48 por premio de puntualidad, así como 60 días de fondo de ahorro aportados por el patrón, entre otras.

Mencionó que esas prestaciones implican que por cada año de servicio el trabajador sindicalizado recibe, además de su salario, 240 días adicionales en promedio, aparte del servicio médico privado sin límite para el empleado y su familia.

Subrayó que en esta ocasión el patronato no entregará al sindicato ninguna cantidad de dinero con motivo de la revisión contractual, ``como sí lo hicieron administraciones anteriores''.

Señaló que la huelga tiene un costo social, pero servirá para que en el mediano y largo plazos la institución pueda desarrollarse sana y honestamente.