Graves carencias ponen en riesgo a pacientes y personal de Cancerología
Angeles Cruz Ť Carencias de todo tipo en el Instituto Nacional de Cancerología de la Secretaría de Salud (Ssa), mantienen en un ``riesgo constante'' a pacientes y trabajadores. Hace unos días, un enfermo cayó al suelo por la falta de resortes en su camilla y en otra ocasión los técnicos del área de radioterapia lograron controlar una carga radiactiva que amenazaba con extenderse a todo el hospital ``por el mal estado en que se encuentran los equipos'', afirmaron médicos de la institución.
La atención a los enfermos de cáncer se tiene que dar, aun cuando los trabajadores no tengan el material necesario como guantes para realizar la prueba de papanicolau, o cloro para desinfectar las áreas de trabajo y prevenir cualquier tipo de infección.
El malestar del personal médico y enfermería se hizo patente ayer, pues se presentaron a laborar sin las clásicas batas blancas porque ``ya no tenemos''. Los inconformes realizaron un acto de protesta en las oficinas del director general, Jaime de la Garza, a quien le exigieron respuesta a sus peticiones.
Los trabajadores destacaron que las anomalías son a tal grado, que desde hace por lo menos un año varios botes que contienen desechos hospitalarios permanecen en el estacionamiento del instituto, a pesar de que hay una Norma Oficial Mexicana (NOM) que establece la forma como deben desecharse los residuos para evitar cualquier riesgo de contaminación.
Al Instituto Nacional de Cancerología llegan enfermos de la zona metropolitana de la ciudad de México y de diversos estados de la República; desde antes de las 6 horas empiezan a formarse para ser atendidos y quienes acuden a hospitalizarse no siempre lo logran debido a la saturación.
Sin duda, el servicio médico es excelente, porque el instituto cuenta con médicos altamente especializados en oncología, ``el problema que tenemos es la falta de material'', dijeron.
De acuerdo con los trabajadores, las carencias están en todos lados; no hay reactivos para realizar los análisis clínicos, faltan vasos para que los pacientes en hospitalización tomen agua, tampoco hay pinzas, ni sillas. El desabasto de medicamentos es una constante y el trabajo del almacén es absolutamente deficiente, indicaron.
La inconformidad del personal médico, integrante de la sección 83 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Ssa, también se debió a que en los últimos cuatro años les han dado uniformes sólo en tres ocasiones, cuando el contrato establece que la dotación de batas debe ser una vez por año. Desde octubre pasado, los galenos han estado esperando su ropa de trabajo, luego de que hace seis meses hicieron la petición a las autoridades del instituto.
Precisaron que Jaime de la Garza siempre ha tenido buena disposición y ha manifestado su interés por resolver los problemas, ``pero sus subalternos siempre obstaculizan las acciones''.