La Jornada sábado 20 de diciembre de 1997

EL TONTO DEL PUEBLO Ť Jaime Avilés
Con los dientes apretados

1

En la avenida Amenos, colonia Narradores del centro histórico de Tecamacharco, me detengo ante un puesto de vendedores ambulantes y pregunto por el precio de los aguacates. La anciana, boteramente gorda, que atiende el negocio con un pañuelo sobre los labios, responde sin convicción:

-Son naranjas.

Al percatarse de mi asombro, coge un plumero, lo mueve sobre la fruta como ensayando un gesto ceremonial y los aguacates adquieren un color amarillo intenso, al tiempo que miles de moscas levantan el vuelo zumbando alrededor de ella y de mí.

Sigo caminando hacia la plaza de armas, entre decenas de peatones que al igual que la vieja se han embozado con pañuelos de colores. En la esquina de Amenos con la calle C, una pequeña multitud se arremolina en torno de una camioneta.

-¡A 200 los últimos 200! -pregona un hombre de anteojos negros y vistosa camisola de flores estampadas-. ¡A 200 los últimos 200!

Y la gente estira los brazos y acerca las puntas de los billetes que asoman entre los puños, porque el mercado negro de pañuelos contra las moscas, hoy por hoy, es la gran sensación.

-A mí se me hace que esto ya se pudrió -me dice Cándida, la mínima limosnera que sigue languideciendo en el atrio de Nuestra Señora de Lourdes.

Y su incoherente comentario me ayuda a recordar que hoy se cumple el primer aniversario de la contrapropuesta del presidente Ernesto Zedillo a la iniciativa de ley que la Comisión de Concordia y Pacificación redactó a partir de los Acuerdos de San Andrés.

2

En El Imperio de los Sentidos un cartel anuncia: ``Cerrado hasta nuevo aviso''. No obstante, en el interior, cercado por dos millones de moscas que ennegrecen el mobiliario, el tonto del pueblo continúa sentado en su mesa, bajo la descascarada pintura al fresco que aún insinúa un atril celestial.

-Hoy -pronuncia lentamente-, hoy más que nunca, sólo nos queda resistir, como dice un amigo mío, con los dientes apretados.

El héroe de esta página está inmóvil y ataviado como un beduino. Abro mi libreta, saco y enciendo un cigarro. Espero a que decida empezar a dictarme. Pero en cambio dice como si lleváramos largo rato conversando.

-¿A que no sabes qué? Ayer me escribió la Emma Thomas.

-¿Y ya regresa?

-Quién sabe, pero nunca me había mandado una carta tan fregona, quiero decir, ha llegado a su plena madurez como escritora de cartas...

Y en silencio, por debajo del turbante, se le encienden las lágrimas.

3

De un rollo de periódicos atrasados, cuyo borde exterior es la primera plana del unomásuno del miércoles y aún se puede leer: ``Tensión en las delegaciones'', el tonto del pueblo saca un Ovaciones, posterior a la toma de posesión de Cuauhtémoc Cárdenas, que despliega a ocho columnas: ``Balacera en Insurgentes'', pero de las entrañas de ese impreso extrae dos hojas de papel termosensible, que reproducen un fax.

-Esto me lo envió ayer Juan Balboa -explica-. Es la transcripción del diálogo que don Justo Mullor sostuvo con líderes de Paz y Justicia.

-A ver -digo, tomando los papeles y advirtiendo que son del 15 de diciembre.

-Ahí te vas a dar cuenta de que, además de nuncio apostólico y embajador del Estado Vaticano, don Justo se gana sus extras como agente de la Secretaría de Gobernación.

A toda prisa, busco y transcribo el fragmento que lo demuestra. Pero el tonto dice:

-Cópialo todo, pues.

4

Versión del encuentro entre el nuncio Justo Mullor y líderes del grupo Paz y Justicia en la comunidad de El Limar, municipio de Tila, Chiapas.

JUSTO MULLOR (JM): Primero quería preguntarles a ustedes si tienen un reglamento de su asociación.

DIEGO VAZQUEZ PEREZ (DVP): No, nosotros somos católicos.

JM: Sí, bueno, pero tiene reglamento.

DVP: Pues, señor, francamente los reglamentos...

JM: No, es que quiero saber que sin un reglamento, quién tiene autoridad para cerrar una iglesia (en referencia al templo de El Limar, clausurado por la banda).

DVP: Pues yo no puedo acusar a nadie de quien cerró la iglesia.

JM: La iglesia está cerrada.

DVP: Pues entonces es al pueblo a quien le puede preguntar.

JM: ¿Hay autoridad?

DVP: Hay comisionado.

JM: ¿Quién ha cerrado la iglesia?

DVP: Sólo al pueblo se lo puede preguntar. Yo no le puedo decir porque no soy testigo.

JM: Dicen que ustedes lo han cerrado.

DVP: Sí, pero nosotros no podemos acusar a nadie mientras no esté comprobado.

JM: No estoy acusando a nadie, quiero saber: ¿Quién ha cerrado la iglesia?

DVP: El pueblo.

JM: ¡El pueblo! ¿Qué pueblo? (Señalando a una mujer:) Esta señora es pueblo.

DVP: Sí, es pueblo. La gran mayoría del pueblo.

JM: Pero a la gran mayoría quién la representa. ¿Ustedes son la autoridad?, ¿hay un alcalde?, ¿la ha cerrado el alcalde?

DVP: Fue la decisión del pueblo.

JM: Al pueblo lo representa el alcalde, quiero saber qué autoridad ha cerrado la iglesia.

DVP: El pueblo y su autoridad son un pueblo (sic).

JM: ¿Quién representa a la autoridad? ¿Usted o el señor alcalde?

DVP: El alcalde.

JM: Tomo nota. Usted, Diego Vázquez, ha dicho que el alcalde ha cerrado la iglesia.

DVP: No, no, no, no estamos acusando al alcalde. Yo he dicho que el pueblo.

JM: Pero el pueblo es el alcalde.

DVP: Sí... no... El alcalde es la autoridad que vela por el pueblo.

JM: Entonces, el pueblo toma las decisiones. ¿A través de la junta municipal?

DVP: Hay una asamblea.

JM: ¿Hay una asamblea o una junta municipal? Son dos cosas. Yo lo que quiero es informar bien al señor secretario de Gobernación lo que pasa en estos pueblos...

5

Por la orilla de la gran cantina de Tecamacharco pasa un camión con altavoces. En las puertas luce carteles con los colores y las siglas del PRI. El hombre sentado junto al conductor berrea:

-Atención, señoras y señores, atención... Dentro de una hora repartiremos matamoscas, mosquiteros, insecticida en aerosol a todos los militantes de nuestro partido que estén al corriente de sus cuotas. Atención, es una oferta muy limitada...

El ruido hace que las moscas se inquieten, y por momentos los muebles recobran su tonalidad original pero el aire se vuelve una sombra espesa que acaricia, estremece, repugna.

Cuando retorna la ``normalidad'', el tonto del pueblo me roba un cigarro y dice.

-Escríbelo así. ``El método fue muy utilizado por José Stalin, quien rescatando una antigua tradición punitiva del tiempo de los zares, mandaba a sus adversarios políticos dentro del Gran Partido Comunista de la URSS a que permanecieran confinados en las colonias de Siberia. En la Italia fascista, Benito Mussolini hizo lo propio, confinando a los disidentes en las más apartadas poblaciones de Calabria y de Sicilia. Bajo la dictadura de Augusto Pinochet, aquellos que por delitos menores no iban a los campos de concentración o simplemente eran desaparecidos, solían recibir la pena de confinamiento en las regiones cercanas al Polo Sur...''.

-¿Y bien? -digo, aprovechando que el tonto y las moscas me dan una pausa para agitar la mano, equivocación fatal, y quizá deliberada, que alborota una vez más a los bichos.

-Ahora, en México, tras la liberación de Joaquín Hernández Galicia, La Quina, Gobernación, sin fundamento en ninguna medida legal vigente, inaugura la modalidad del destierro, confinando al ex dirigente petrolero en Cuernavaca...

-A quien nunca le probaron los delitos de contrabando de armas que jamás cometió, como lo muestra, una vez más, el reportaje que publicó el miércoles 17 de los corrientes La Jornada -digo, por si falta hiciera.

-Y a quien nunca persiguieron -continúa el tonto-- por los delitos que sí cometió, con lo cual podemos concluir que la vida política de La Quina fue, de cabo a rabo, amparada por la misma impunidad del sistema que a la postre la destruyó. Pero con una salvedad, maestro. Que Salinas de Gortari lo hundió para despedir a miles de trabajadores petroleros y convertir una buena parte de la petroquímica básica en petroquímica secundaria. Eso también hay que decirlo.

-Maestro -le digo-, estamos tan pero tan de acuerdo que deberíamos lanzar un manifiesto a la opinión pública...

6

Sofocado por el calor, el tonto del pueblo se despoja de su improvisado turbante y la imagen que ofrece es la de un hombre que ha envejecido a mansalva y sin darse cuenta en las últimas dos semanas. Nunca había visto en él una expresión tan desdichada.

-Qué, pues -le digo, al cabo de un respetuoso silencio-. ¿Es por lo de Emma?

-No -dice-, no. Es que me la he pasado viendo Televisión Azteca.

-¿A poco te afecta?

-Y también es por todo lo que anuncia el secuestro de Fernando Gutiérrez Barrios.

-¿Gutiérrez Barrios?

-Sí, maestro, el ``policía bueno'' que liberó a Fidel Castro, el gran experto en cuestiones de seguridad del Estado, el delicado artífice de la guerra sucia de Luis Echeverría contra las guerrillas de los setenta, el sobrio gobernador de Veracruz que todavía controla a importantes sectores de las ``fuerzas vivas'' en aquellas tierras, el discreto secretario de Gobernación de Salinas de Gortari que lo ayudó a encarcelar a La Quina, y luego fue completamente anulado por José Córdoba Montoya y luego fue despedido cuando empezaba a convertirse en presidenciable contra los intereses personales de Salinas y de Córdoba.

-¿Y qué es lo que anuncia su secuestro?

-No me comprometas -dice el tonto-. Hazle mejor como los viejos columnistas de chismes políticos. Publica todo lo que te dicté y termina la página diciendo: ``Y si no, al tiempo...''.

7

La noche del martes, me dice el tonto del pueblo, los locutores de peluche de la televisión manteca exhibieron al muñeco que según ellos representa al primer jefe de gobierno democráticamente electo en el Distrito Federal, amordazado con un paliacate, amarrado de manos y con una soga al cuello. Que se sepa, Cárdenas es no sólo una de las personalidades cívicas más respetuosas y respetadas que existen en el país, y es también no sólo la figura política que obtuvo el apoyo de una muy amplia mayoría de votantes en las pasadas elecciones. Pero, sobre todo, Cárdenas es el depositario del mandato y de la autoridad que le confirió el pueblo. La campaña que desde el primer instante de su gobierno han montado en su contra Tv Azteca, Canal 11 y los diarios Crónica, Reforma, unomásuno, El Día y la revista Proceso, lejos de ser -como pretenderán sus autores- un ejercicio democrático, es un desafío a la legalidad y una invocación a la ruptura.

El silencio que a este respecto guardan las llamadas ``autoridades políticas'' del país sólo ayuda a explicar algo: la monstruosa plaga de moscas que invade Tecamacharco y que muy pronto podría extenderse a todos los confines de la geografía nacional.

-Güey -le digo al tonto-, y entonces qué hacemos...

-Resistir, maestro, resistir con los dientes apretados.

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