La Jornada 19 de diciembre de 1997

Cambiar residencia a Cuernavaca, una de las condiciones a Hernández Galicia

Alonso Urrutia, Ricardo Olayo y Triunfo Elizalde Ť Como parte de los requisitos fijados por la Secretaría de Gobernación para favorecer con la libertad condicional a Joaquín Hernández Galicia, La Quina, éste deberá viajar al mediodía de hoy rumbo a la ciudad de Cuernavaca para cumplir con los compromisos inherentes a su situación legal.

Por lo pronto, Hernández Galicia no podrá retornar a Ciudad Madero, donde forjó su liderazgo sindical al frente de los petroleros, y aún no hay respuesta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos a su solicitud para gestionar su traslado a Ciudad Madero o alguna otra ciudad del estado de Tamaulipas.


Joaquín Hernández Galicia, La Quina, en su
habitación del hotel Lepanto.
Foto: José Carlo González

Entre tanto, trascendió que los seis coacusados que aún permanecen en el Reclusorio Oriente podrían obtener su libertad antes de que finalice el año. Legalmente no hay impedimento, aseguró la defensa legal, toda vez que están por cumplir con el 90 por ciento de la sentencia de 10 años de cárcel que les fue dictada en 1989.

Tras su salida del penal, allegados a Hernández Galicia se apresuraron a realizar los trámites para el traslado del ex dirigente sindical a la ciudad de Cuernavaca, antes de que venza el plazo de 72 horas que fijó la Secretaría de Gobernación, así como para obtener el ``aval moral'' que se pidió para liberarlo.

De mejor semblante, Hernández Galicia continuó encerrado voluntariamente en la habitación 306 del hotel Lepanto, a la espera de viajar hoy al estado de Morelos.

Visitado por decenas de ex trabajadores y de petroleros en activo, La Quina no ha tenido contacto alguno con líderes obreros. Ninguna llamada.

``Mejor así'', comentan allegados que quieren las menos complicaciones posibles, como tampoco las quiere el propio dirigente, quien no concede entrevista alguna.

``Estoy bien así'', responde el ex dirigente de 72 años en las afueras de su habitación. Con él su hijo, el diputado Joaquín Hernández Correa, y su esposa Carmen Correa de Hernández.

Mientras tanto, representantes y amigos de La Quina informaron a Cuauhtémoc Cárdenas que uno de los requisitos de preliberación que fijó la Secretaría de Gobernación al ex dirigente petrolero, es la obligación de que radique en la ciudad de Cuernavaca los siguientes cuatro años, hasta que concluya su sentencia.

En forma implícita, con llamadas al hijo de Hernández Galicia, se le ha hecho saber que debe mantener el silencio, indicó Arnoldo Souza, uno de los amigos de La Quina que acudieron ayer a las oficinas del jefe de gobierno capitalino.

Según indicó, en un texto que le entregaron a Cárdenas piden apoyo para tener personal de seguridad en Cuernavaca, toda vez que en el estado de Morelos hay un alto índice de secuestros y podría atentarse contra la integridad del tamaulipeco.

Souza explicó que en el documento se indica que quedan otros seis ex petroleros tras las rejas, quienes incluso tienen sentencias menores y por ese hecho también son sujetos a los beneficios de la libertad condicional.

Sobre el proceso penal, dijo que interpondrán un juicio por desistimiento porque no hay pruebas contra La Quina, y una vez que se logre, podrán presentar una demanda por la vía civil contra quienes ``fabricaron'' los delitos para que paguen por el daño moral causado.