Firmaron México y Nicaragua un tratado de libre comercio
Rosa Elvira Vargas, enviada, Managua, Nicaragua, 18 de diciembre Ť El presidente Ernesto Zedillo llegó aquí en visita de Estado para firmar con Nicaragua un Tratado de Libre Comercio del que se excluyeron el azúcar, el café y el plátano, tres de los principales productos de la economía local. Según datos oficiales, el país de Sandino es el sexto socio comercial de México en Centroamérica y en los primeros ocho meses de este año el intercambio entre ambos sumó 48.4 millones de dólares, de los que casi 80 por ciento correspondió a exportaciones mexicanas.
Desde su llegada a Managua, el titular del Ejecutivo asentó que a partir de esquemas de cooperación bilateral como el tratado podrá desplegarse una política social incluyente, participativa y equitativa.
Incluso, se dijo convencido de que si se aprovechan las posibilidades que otorga la liberación comercial para hacer crecer la economía, podrán integrarse al desarrollo nacional aquellos grupos ``que han permanecido marginados, a veces por siglos''.
Atribuyó además virtudes políticas a ese tipo de instrumentos comerciales, pues ``significan la consolidación de la democracia, según las características de cada una de nuestras naciones, sobre la base del diálogo y la búsqueda de consensos'', argumentó.
Insistió en que la globalización económica es un hecho del que sería erróneo sustraerse, pero no desdeñó a las voces que previenen sobre los riesgos que esos procesos entrañan en las economías menos desarrolladas.
Sin embargo, afirmó: ``los mexicanos estamos convencidos de que las oportunidades son mayores'' y que deben aprovecharse las ventajas que ofrece el libre comercio para reducir los desequilibrios que obstaculizan un desarrollo con justicia.
En permanente ebullición política, Nicaragua es también una de las naciones del área con mayores rezagos sociales, elevados índices de desempleo (23 por ciento según cifras del gobierno, pero que algunos analistas ubican en 63 por ciento) y una pobreza que abarca a grandes sectores de su población.
Ello no obstante, los avances que se reportan oficialmente de un crecimiento del PIB del 5.5 por ciento y de un aumento en el igreso per cápita de 2.7 por ciento en 1996, que se situó en 580.8 millones de dólares para una población de 4.3 millones de habitantes.
Ante tal panorama, la firma de un tratado de libre comercio con México ha despertado grandes expectativas en los grupos locales económicamente poderosos pues, a decir del presidente Arnoldo Alemán, Nicaragua está completamente dedicada a la tarea de consolidar su democracia, fortalecer su estado de derecho y contar con una economía vigorosa dentro de los principios del libre mercado, con un claro sentido de responsabilidad y sensibilidad social.
Atribuyen actividades ilícitas a funcionarios nicaragüenses
Sin embargo, la percepción de los nicaragüenses no riñe tanto con las estrategias económicas del presidente Alemán como con su comportamiento en el poder, al que arribó hace menos de un año. Las encuestas lo ubican en niveles muy bajos de popularidad, entre otras razones porque le achacan a él y a varios miembros de su gabinete actos de corrupción y hasta involucramiento en actividades ilícitas como contrabando.
Esta misma noche, cuando Arnoldo Alemán y Zedillo se despedían de la gente que acudió a la verbena que el gobierno mexicano ofreció y para la que trajo al mariachi 2000 de Cutberto Pérez, una señora salió al paso de su presidente y sin más le soltó: ``Yo sí le digo las cosas en su cara: es usted un rata...'', y echó a correr.
Pero Alemás está obligado a acreditar las palabras que esta mañana, en la recepción oficial a su huésped, dijo en Palacio Nacional y en las que aseguró que su gobierno va por el camino correcto, introduciendo cambios medulares sin violencia, basados en una nueva cultura de diálogo y de civismo, de comprensión, pluralismo y tolerancia.
Para salir adelante, dijo, los nicaragüenses deben pasar por ``medicinas amargas'' que implican ``temporalmente'' elevados costos políticos y sociales, pero que su gobierno tiene ``decisión y firmeza''.
A su vez, Zedillo ha usado todos los foros de esta gira para acreditar la importancia del tratado de libre comercio entre los dos países y que es el segundo que México firma con una nación centroamericana --el primero fue con Costa Rica-- y de acuerdo con Herminio Blanco, secretario de Comercio, si México logra signar acuerdos bilaterales con todas las naciones de la región podría, eventualmente, revisar la estructura de los mismos y homogeneizarlos para traducirlos en un solo acuerdo con las naciones del área.
Noel Sacasa, ministro de Economía y Desarrollo, informó además que en los acuerdos finales del tratado de libre comercio, Nicaragua obtuvo cuotas de exportación hacia México en carne y ganado por el equivalente a cinco mil toneladas métricas anuales, más el cinco por ciento anual de crecimiento real; en frijol, cuatro mil toneladas, más un tres por ciento de crecimiento anual; en leche en polvo, cinco mil toneladas, y tres mil más de queso fresco, con un incremento anual de cinco por ciento.
Además, en este esquema comercial, Nicaragua desgrava de inmediato productos agrícolas como melón, sandía, pepino y fresa; elaborados, como café instantáneo, fertilizantes, medicamentos y fibras sintéticas; telas de algodón, refrigeradores, radios y teléfonos. México, a su vez, libera de gravámenes de importación de ron, cuero crudo, carne de puerco, cacahuates, langostas, lenguados, truchas, pitaya, elotitos y artesanías.
Líderes de la iniciativa privada elogian el nuevo acuerdo
Para testificar la firma del acuerdo acompañan en esta gira a Zedillo los dirigentes empresariales Jorge Marín Santillán, de Concamin; Carlos Gutiérrez, de Canacintra, y Gerardo Aranda, de Coparmex. Los tres aseguraron en conferencia de prensa que ``seguramente las empresas mexicanas podrán venir y conquistar los mercados de Nicaragua rápidamente'' e hicieron su apuesta sobre todo para las pequeñas y medianas industrias que podrán encontrar aquí grandes oportunidades de mercado.
Los tres se mostraron confiados en que se consoliden la ``democracia emergente'' y los mecanismos de economía de mercado que ensaya Nicaragua, sobre todo porque está urgida de infraestructura en el área agroindustrial y agrícola.
Además, los empresarios salieron al paso a interrogantes sobre cuánto está dispuesto a otorgar de incremento salarial el sector privado y Jorge Marín reiteró que aquel tendría que ser, al menos, equivalente a lo que se calcula de inflación para el próximo año, que es de 12 por ciento, pero aseguró que ``tenemos que dejar la economía en forma de decreto'' y se inclinó por impulsar ``el libre mercado de los salarios''.
Zedillo viene acompañado a Nicaragua por los secretarios de Salud, Juan Ramón de la Fuente; de Comercio, Herminio Blanco; de Agricultura, Francisco Labastida, y de Relaciones Exteriores, José Angel Gurría. Este último, durante el vuelo a Nicaragua mudó su habitual actitud charlista con la prensa por sólo corteses saludos. Ya aquí, durante la verbena, de plano prefirió encarar los insistentes rumores de que se cambia a la Secretaría de Hacienda y, queriendo exorcizarlos, aseguró que tiene perfectamente claros sus planes y esquemas de trabajo para 1998, ``en la cancillería...''
Por la noche, el Presidente acudió a la cena de gala que le ofreció el gobierno de Nicaragua. Este viernes tendrá sólo actividades hasta mediodía, antes de volver a México. Entre ellas se incluyen la firma de acuerdos de cooperación y un comunicado conjunto con su homólogo Arnoldo Alemán, así como una comparecencia ante la Asamblea Nacional.