Defendió los nombramientos de Carrola y Castellanos
Raúl Llanos Samaniego Ť Fueron cuatro horas de argumentos y justificaciones del procurador Samuel del Villar; cuatro horas de muchas preguntas sin respuesta, y de insistentes esfuerzos de convencimiento, pero también de roces, acusaciones directas y constantes llamados al orden.
``Le pido, señor diputado, que se refiera con respeto al procurador...'', espetó Samuel del Villar al diputado príista José Alfonso Rivera, quien acusara al funcionario: ``La defensa férrea de sus colaboradores parecería que responde a algunos intereses, algunos compromisos que tendrá usted con ellos''.
De nuevo, el presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, Eduardo Escobedo, intervino para pedir orden hacia ambas partes.
Luego el legislador del PRI volvió a la carga: ``... no nos extrañe que el día de mañana los abogados de los Arellano Félix sean sus colaboradores. Primero, de manera legal, se dedican al ejercicio libre de su profesión, luego ya no. Luego vienen y colaboran con usted... pero es legal''.
La respuesta del procurador de Justicia del Distrito Federal no fue menos conciliadora: ``Las imputaciones sobre intereses de orden personal le exigiría que por favor los acreditara el señor diputado''.
Y dejó en claro: ``No es el partido al que pertenezco ni el gobierno de Cárdenas el que ha llevado la corrupción a los grados tan escandalosos que hemos vivido y que han generado esta crisis integral; ni los que colocaron a la gente en este absoluto estado de desprotección y de inseguridad; ni los que han sido la base para que prolifere la delincuencia organizada con base en la corrupción de la autoridad.
``Apelando a la misma ética, a la misma responsabilidad, a la misma justicia a la que usted apela, creo que deben ver ustedes, más bien, hacia adentro, más que ver hacia afuera'', sentenció.
La tónica de la comparecencia de Samuel del Villar ante las comisiones unidades de Administración y Procuración de Justicia y Administración Pública Local de la Asamblea Legislativa poco varió hasta el final.
Comenzó cerca de las 11:30 con la inconformidad de los diputados perredistas y del propio Samuel del Villar, luego de que los presidentes de esas comisiones, Fernando Pérez Noriega, del PAN, y Eduardo Escobedo, del PRI, determinaron modificar el formato de su comparecencia.
No estaría en el ``banquillo de los acusados'', sino entre los mismos legisladores. Primero se habló de 15 minutos, luego de 30, para que pudiera exponer sus argumentos, pero finalmente la limitante del tiempo, que a la larga resultaría su principal enemigo, pues con ello se privilegiaba la duración sobre los argumentos.
A pesar de ello, Del Villar habló y expuso a los diputados sus argumentos para haber designado a Ignacio Carrola como director de la Policía Judicial del Distrito Federal; de Humberto Castellanos, coordinador de Recuperación de Vehículos, y de Gastón Villegas, subprocurador de Asuntos Jurídicos y de Derechos Humanos. Los dos primeros ya fuera de la institución.
Sin embargo, los diputados de oposición concluyeron que las dudas no fueron aclaradas y que muchas de las 50 preguntas que hicieron al funcionario nunca tuvieron respuesta. Es más, varios de sus colaboradores ahí presentes fueron, como él, duramente cuestionados.
Irma Islas cerró la tanda, primero para unos: ``Si éstos son los mejores hombres, ¿cómo estarán los otros?
Luego, para Del Villar: ``Si aquí usted, desde mi punto de vista, ha demostrado desprecio y falta de respeto a las reglas propuestas por los legisladores de las comisiones que lo convocamos, ¿de esa manera va a ser su actuación como procurador?''.