ONCE SUPERARON LA PASARELA

Raúl Llanos y Juan Antonio Zúñiga Ť El pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal rechazó, en sesión extraordinaria, la ratificación de cinco de 16 delegados políticos propuestos por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, bajo el argumento de que carecen de experiencia administrativa, mostraron inconsistencia e improvisación en sus argumentos, polarización de la población y falta de un programa de trabajo que lleve a la solución real de los problemas.

Sólo cuatro de ellos ``pasaron limpios'' al tener el consenso de los 66 diputados integrantes de las cinco fuerzas políticas aquí representadas: Pablo Moctezuma, en Alvaro Obregón; Arnoldo Martínez Verdugo, Coyoacán; Luis Guillermo Ysusi, Magdalena Contreras, y Graciela Rojas Cruz, Tláhuac.

Quienes tuvieron votos en contra o de abstención por parte de la oncena del PRI o del PAN fueron Ricardo Pascoe, para Benito Juárez; Jorge Legorreta, Cuauhtémoc; Diana Bernal, Iztacalco; Elio Villaseñor, Iztapalapa; Francisco Chavira Olivos, Milpa Alta, y Salvador Martínez della Rocca, Tlalpan; en tanto, Jenny Saltiel llegó de panzazo a Cuajimalpa, al alcanzar el mínimo necesario para ser aprobada: 44 votos.

En el caso de René Torres Bejarano, propuesto para la Gustavo A. Madero, el voto de una integrante del PRD, Raquel Sevilla, echó por tierra las aspiraciones del ex asambleísta, al sumarse ese sufragio con los 11 del PAN y los 11 del PRD.

Los otros rechazados son Guadalupe Pérez, propuesta para Alvaro Obregón, y en cuyo caso el PRI votó en contra, y el PAN y PRD sufragaron de manera diferenciada, lo que le impidió tener los 44 votos que establece el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal.

Eduardo Terrazas de la Peña, para Miguel Hidalgo: aquí PRI, PAN, PT y el independiente Alejandro Rojas, se obstuvieron. Ricardo Bravo Caballero, Venustiano Carranza: su suerte la definió el PVEM, al sumarse los votos contrarios de sus dos diputadas al del PRI y PAN. En el caso de Silvia Soriano, para Xochimilco, el sufragio diferenciado del PAN y PRD se combinó con la inclinación negativa de los priístas.

De acuerdo con los estatutos que marca la Asamblea Legislativa, se informará a Cuauhtémoc Cárdenas de la resolución emitida por los diputados, a fin de que éste envíe, cuando así lo considere pertinente, los sustitutos de los delegados rechazados, quienes a su vez también deberán comparecer ante la Comisión de Administración Pública Local y someterse a la votación del pleno.

Votaciones en bloque

Al comienzo de la sesión, representantes del PRI, PAN, PRD, PT y PVEM fijaron en tribuna su postura en torno a la pasarela de los delegados propuestos y el sentido que llevaría su voto.

El priísta Luis Miguel Ortiz Haro Amieva expresó que en esa lista ``no se cumplieron los compromisos de campaña del PRD, de seleccionar a los mejores de cada región de la ciudad, sin importar su filiación partidaria, a partir de los principios de arraigo, conocimiento de la comunidad y honestidad. Los rechazados son ``una mala decisión'' del jefe de gobierno, dijo.

Martí Batres, del Partido de la Revolución Democrática, expuso que en las propuestas se incorporaron a otros actores de la sociedad que también hacen política; ``no es una sugerencia de perredistas, sino algo mucho más amplio, donde está representada la llamada sociedad civil''.

Jesús Galván, del PRD, puntualizó que los delegados comparecientes ``no fueron consultados ni consensuados en forma pública''; un común denominador en varios casos fue su ``inexperiencia administrativa''; pareciera que Cárdenas hizo propuestas no para funcionarios públicos, sino ``para cumplir con cuotas de poder''.

José Luis Benítez, del Partido Verde Ecologista de México, indicó que en los delegados hubo ``inconsistencia en sus argumentos, polarización de la población de algunas demarcaciones y falta de un programa de trabajo que lleve a la solución real de problemas''. José Narro, del PT, afirmó: ``No estamos de acuerdo en cómo se construyó el planteamiento y la propuesta, que la sentimos reproduce las prácticas autoritarias y excluyentes''. La mayoría ``llegó a repetirnos una monografía, improvisando planteamientos''.