La Jornada 17 de diciembre de 1997

``Acto bien intencionado'', la visita de Mullor a Chiapas, opina Gobernación

Salvador Guerrero Chiprés Ť La visita a Chiapas del nuncio Justo Mullor García ``es un acto bien intencionado y de buena fe'' que se realiza ``en el centro de la turbulencia'', señaló el subsecretario de Asuntos Jurídicos y Asociaciones Religiosas, Rafael Rodríguez Barrera.

Si el nuncio busca certeza, seriedad y permanencia del proceso pacificador, ``seguramente coincidirá con el gobierno en su propósito'', comentó el funcionario durante una reunión con los reporteros responsables de la cobertura de asuntos religiosos.

Llamó a valorar más la iniciativa del representante papal, de acudir a conocer personalmente la situación, que la hostilidad con la que bandos en pugna lo recibieron.

Ante la agresividad de miembros de Paz y Justicia y del Ejército Zapatista ante el nuncio, el funcionario, sin aludir específicamente a los responsables de la hostilidad, señaló: ``independientemente de que los mexicanos no debíamos nunca tratar de una manera descortés a nadie, lo más importante es la visita''.

``Es de desearse que no ocurra ningún incidente que realmente (lo que ha ocurrido) no ha tenido trascendencia, y que la visita del nuncio contribuya a encontrar realmente las mejores bases y los mejores caminos para que haya una paz con dignidad, segura, cierta y permanente en Chiapas. En este propósito coincidirá seguramente con el gobierno de la República.

--¿Percibe el gobierno vasos comunicantes entre el conflicto religioso y el político?

--Están presentes. En algunos lugares de Chiapas, en las comunidades chamulas, se han dado casos de intolerancia religiosa, pero están imbricados muchos problemas que inciden en estas tensiones, problemas políticos, económicos y a todos se trata de hacerles frente para lograr una solución integral también.

El hecho a resaltar, dijo durante la conversación en la sede de la subsecretaría, es que el nuncio haya tenido ``la preocupación y el interés de acercarse a una entidad que está cursando turbulencias y problemas. Me parece que eso habla bien del espíritu y de la inquietud, del deseo del nuncio de conocer a fondo nuestro país, que es una obligación lógica de un enviado diplomático, más si este enviado tiene el carácter de representante religioso''.

En alusión a la insistencia de la jerarquía católica de relacionar la calidad de la educación con la de tipo religioso, reiterada por el arzobispo Norberto Rivera Carrera, el subsecretario de Gobernación señaló que para que hubiese cierta equidad en una propuesta semejante ``tendría que haber instructores, maestros, capacitadores de todas las iglesias'' que, a la fecha, según informó el director general de Asuntos Religiosos, Jaime Almazán, son 5 mil 84.

``Eso es obviamente imposible'', destacó Rodríguez Barrera.

La gratuidad y la laicidad de la educación impartida por el Estado, remarcó, ``corresponde con una posición de justicia y de libertad, y puesto que nuestras leyes afortunadamente han venido sosteniendo ese principio de separación entre Iglesia y Estado y laicismo del mismo, es que se considera indispensable mantenerlo así''.

--¿Tiene el gobierno la impresión de que esta petición es un intento de privilegiar a la Iglesia católica?

--No prejuzgamos sobre el carácter o el origen de la demanda. Sencillamente la escuchamos y con respeto, pero el gobierno está obligado a establecer su propia línea, su propio criterio, derivado de la historia y las leyes.

--Dice el arzobispado que la educación que incluye religión es de mejor calidad, que sólo acceden a ella estratos medios y altos y que el Estado obliga, con su laicidad, a la marginación.

--Ahí habría que preguntar quién la paga. El Estado está en condiciones de impartir una educación que forme gentes con amplitud de criterio, con plena libertad, ése ya es un esfuerzo muy grande que realiza el Estado mexicano.