La Jornada 17 de diciembre de 1997

Duras medidas en Acapulco para darle viabilidad a futuro: Zedillo

Rosa Elvira Vargas, enviada, Acapulco, Gro., 16 de diciembre Ť A poco más de dos meses del paso destructor del huracán Paulina por tierras guerrerenses, el presidente Ernesto Zedillo entregó hoy las primeras casas unifamiliares --de 22 metros de construcción-- para damnificados, y advirtió que para dar seguridad y viabilidad futura a Acapulco, tendrán que ser desalojados quienes viven en áreas de alto riesgo y en zonas federales.

Se tomarán ``decisiones difíciles, duras'', admitió el titular del Ejecutivo, pero aseguró que ``todo lo vamos a hacer de manera democrática''. Si no se recupera el Acapulco que se ha perdido por los asentamientos irregulares, el puerto no será viable en unos años o décadas, y no puede ser así, dada su importancia para el sector turístico del país, ``y tenemos la obligación de defenderlo, de recuperarlo'', enfatizó.

Con los integrantes del Consejo de Desarrollo Urbano de Acapulco, con quienes evaluó las acciones emprendidas para resarcir los daños que provocó Paulina, Zedillo insistió en la imposibilidad de enfrentar una problemática tan compleja como la de este puerto, si no es a través de un método auténticamente democrático. Asumió que la tarea requiere recursos económicos que ciertamente son muy limitados, habida cuenta de las graves carencias del país y de que en Guerrero muchas regiones demandan importantes inversiones en infraestructura y desarrollo social.

Pidió a los encargados de planificar el desarrollo tomar en cuenta lo limitado de los recursos, pero insistió en que darle viabilidad a la ciudad en el mediano y largo plazos exige atacar los problemas en su raíz y, sobre todo, ``hacerlo sin simulaciones, sin irresponsabilidades'', pues tendrán que adoptarse decisiones ``cuya aplicación no es sencilla''.

En este sentido, el Presidente dijo que un caso muy obvio donde deberá actuarse es el de las cuencas o el de las zonas federales que han sido ya invadidas, y donde existen no sólo viviendas precarias sino incluso edificios de alto valor económico que se encuentran sobre las cuencas de los arroyos. Esto, insistió, requerirá de un esfuerzo muy grande para concertar las debidas reubicaciones y requerirá de soluciones técnicas que nunca antes se han aplicado en el país.

A su arribo a este puerto, Zedillo supervisó uno de los programas de construcción de viviendas para damnificados en el predio Tuncingo. Luego, en la colonia Tecnológica, entregó 53 ya terminadas. Se trata de casitas que ciertamente cuentan con los servicios básicos y que constan de un cuarto donde se instalaron una litera, una estufa y un antecomedor.

Sobre la evidente estrechez de las viviendas, el mandatario primero ponderó el hecho de que se hayan entregado antes de cumplirse dos meses del paso del meteoro, y admitió que quizá alguien que ha vivido en mejores condiciones pueda parecerle que son casas ``muy precarias o demasiado modestas''. Dijo que platicó con los beneficiados y que invariablemente le aseguraron que son mejores y más seguras que las que antes habitaban. Se construirán 350 casas más de este tipo, para que antes de fin de año se desalojen los diez albergues que aún funcionan y donde están 300 familias.

En los actos donde estuvo el Ejecutivo resultó evidente la preparación de los colonos por parte del gobierno local para el espontáneo agradecimiento. Mantas perfectas y ensayadas porras --``¡Con gusto y con amor, que viva Zedillo y también el gobernador''!-- lo hicieron tan obvio, que el Presidente debió decir ``cállese'' a uno de los escandalosos porristas.

El debut de un secretario

Hoy hizo su debut en las giras presidenciales el flamante secretario de Turismo, Oscar Espinosa Villarreal. Se dijo feliz en su nuevo empleo, no obstante que, aseguró, esa dependencia tiene 40 veces menos presupuesto y cien veces menos empleados que el DDF. ``Claro, pero también por lo menos 80 veces menos problemas'', comentó un miembro de la comitiva.

En la gira estuvieron también los titulares de la Defensa, Marina, Sedeso, Semarnap y SCT, así como de organismos como Conagua y DIF.

Más tarde, Zedillo comió con representantes de servicios turísticos. Ahí se dijo que la afluencia turística de Acapulco está ya a 50 por ciento de la capacidad hotelera y se espera que aumente a partir de la próxima semana.

Por último, el primer mandatario partió a Ixtapa-Zihuatanejo, donde inauguró un tramo carretero, una ciclopista y el hospital naval.