Acusan ediles a presuntos priístas de quemar otras 4 casas en Chenalhó Aparece retén de Migración en el lugar, durante la visita de ONG y ombudsman
Elio Henríquez y Angeles Mariscal, corresponsales, San Cristóbal de las Casas, Chis., 1o. de diciembre Ť El concejo autónomo de Chenalhó informó que cuatro casas más de simpatizantes zapatistas y de la ``sociedad civil'' fueron quemadas en Takiukum y Yiveljoj, presuntamente por militantes priístas; en tanto, la misión de observadores civiles concluyó hoy un recorrido de dos días por varias comunidades de ese municipio.
Según el concejo autónomo perredista-zapatista, a las 13:30 horas de hoy un grupo de priístas ``comenzó a disparar cerca de Takiukum para espantar a los compañeros, y después otro grupo llegó con gasolina y quemó dos casas''. Las familias afectadas se refugiaron en viviendas vecinas.
El órgano aseguró que a las 14:30 fueron quemadas dos moradas más en Yiveljoj, éstas propiedad de familias de la organización de la ``sociedad civil'' denominada Las Abejas, ahora desplazadas de su comunidad.
En tanto, representantes de organismos civiles y de derechos humanos que concluyeron esta tarde un recorrido de dos días por comunidades de Chenalhó, informaron que cuando regresaban esta tarde a San Cristóbal se encontraron con un puesto del Instituto Nacional de Migración (INM) a la altura de la cabecera de Chenalhó, donde nunca antes había habido uno igual.
``Estamos seguros de que el objetivo de este retén era fichar a los dos extranjeros que participaban en la misión de observación en Chenalhó, y después tomarán represalias'', comentaron integrantes del grupo.
Bloqueo en Tenejapa
El principal acceso a la cabecera municipal de Tenejapa se encuentra bloqueado por las autoridades municipales y simpatizantes priístas de ese lugar, en protesta porque cinco regidores fueron golpeados la semana pasada en esta ciudad, presuntamente por integrantes de la Unidad Nacional Lombardista.
La entrada a la localidad fue cerrada desde el sábado anterior por cientos de nativos, dijeron las autoridades municipales, que pidieron al gobernador interino Julio César Ruiz Ferro designar una comisión especial para solucionar el conflicto, ``antes de que el pueblo se haga justicia por su propia mano''.
Los cinco funcionarios del cabildo priísta fueron golpeados el jueves pasado en esta ciudad, cuando se presentaron en el juzgado penal para sostener un careo con lombardistas, en una diligencia relacionada con el secuestro del alcalde priísta Sebastián Santís Luna, ocurrido el pasado 3 de agosto.
La división entre los habitantes tzeltales de Tenejapa -distante 40 kilómetros de esta ciudad- ha crecido en los últimos meses debido a la fuerte presencia de la unión lombardista en varias comunidades, lo cual ha generado diferencias con los priístas.
Por otra parte, el ayuntamiento de San Cristóbal interpuso dos demandas penales por hechos delictivos ocurridos en el palacio municipal durante la marcha zapatista del sábado pasado, informó el alcalde Rolando Villafuerte Aguilar.
Explicó que una de las denuncias -la AL40/1496/997- es por daños y robo, ya que la oficina de comunicación social del ayuntamiento fue abierta por ``personas infiltradas'' en la marcha zapatista, que sustrajeron un fax, dos máquinas de escribir y algunos teléfonos.
Dijo que él mismo vio cuando dos individuos ``llevaban las máquinas'', pero aclaró que ``no eran encapuchados, eran unos señores indígenas, de sombrero, pero no encapuchados''. Villafuerte Aguilar señaló que la otra denuncia es por lesiones que provocaron manifestantes al policía municipal Antonio García Pérez, comisionado a los baños públicos del palacio municipal.
El zapatista comandante Ezequiel, quien conducía el acto político, reportó el robo casi de inmediato y llamó a las organizaciones independientes que los acompañaban a no realizar actos vandálicos. Según una información recibida por Ezequiel y que anunció por micrófono, los responsables habrían sido integrantes de la Organización de Pueblos Evangélicos de los Altos de Chiapas, pero su dirigente, Manuel Collazo Gómez, deslindó a sus compañeros del hecho.
A su vez, el secretario de Gobierno, Homero Tovilla Cristiani, indicó en Tuxtla Gutiérrez que en Chiapas existen grupos que reciben entrenamiento para el uso de armas, pero negó que haya grupos paramilitares.
Nuevo comandante de zona militar
El general Jorge Isaac Jiménez García tomó posesión como nuevo comandante de la 31 Zona Militar en sustitución del también general Germán Trejo Zozaya, quien fue trasladado a la ciudad de México para desempeñar otra misión. En un comunicado, la comandancia de la zona dio a conocer que la ceremonia se realizó esta mañana en Rancho Nuevo, cerca de San Cristóbal.
Hermann Bellinghausen, enviado, Selva Lacandona, Chis., 1o. de diciembre Ť A Benito le preocupan dos cosas: tanta agua, y los soldados. Han estado aquí demasiado tiempo. Y afectan su trabajo con el café. Los diluvios frecuentes le matan el grano aromático y la militarización le dificulta --entre otras cosas-- bajar al camino y moverse a lo largo de él para la venta de sus modestos quintales.
--Cae muy pronto, el grano, por la lluvia. Cae tierno y pudre pronto --dice mientras gira la manivela de la pequeña despulpadora de café.
El bagazo rojo cae al suelo, sobre el anterior bagazo ya negro y dulzonamente pútrido. Y el grano fresco, un poco verde, se derrama en el recipiente y como el sol es mezquino, los granos quedan mucho tiempo húmedos en la secadora y se le empiezan a pudrir, sin aire seco que venga a ayudar.
Las milpas extienden en la bruma las barbas de su decadencia. Parafraseando a Pavese, ``vendrá la seca y tendrá tus ojos''. Los ojos de hambre de los hijos de Benito, que juegan en el paraje a que se van de cacería, pero su única presa es la perra mañosa, que ante el acoso de las tiradoras echa a correr.
O está a punto de llover, o acaba de llover, todo el tiempo. Y vive con la dificultad adicional de ser zapatista, así que todas las noches y todos los días, cuando pasa el avión o el helicóptero, se sabe aludido.
Benito puede perder la mayor parte de la cosecha. Mira al suelo con actitud sagrada, como los comedores de papa de Van Gogh. A la pregunta de cajón de ¿cómo están?, Benito dice evasivamente: ``pues aí nomás''?
Pasados por agua
La acumulación del año, la precipitación pluvial sostenida y otras precipitaciones tienen estas tierras anegadas. Agua en todas sus manifestaciones líquidas prolifera sobre la tierra prieta. Las hojas caídas que tanto verano produjo han regresado al humus elemental. La putrefacción va de la mano del verdor en la selva, una extensión del territorio mexicano y planetario que, talado y todo, no deja de reverdecer.
Aquí es tan fácil sufrir, es tan fácil morir de fauna interior, de desnutrición, de abandono o de encierro.
Hay barreras naturales, de lodo, de cordilleras. Las hay sociales, y las hay como cuarteles alambrados y tanques. El siglo de la modernidad tan prometida sigue ocurriendo allá afuera.
Acá el tiempo es otro asunto que el poder no ha comprendido por más evidencias que se le han puesto enfrente y ante los ojos del mundo.
En este mundo de acechanzas, que siempre han traído de allá afuera dobles intenciones, ¿qué pueden estar fraguando en sus corazones estos pueblos?
--Ya no nos queremos morir, ¿sabe? --dice Lorenzo con esa sonrisa impenetrable de los tzeltaleros en las cañadas de Ocosingo Y en otra cañada de la selva el viejo tojolabal que casualmente también se llama Lorenzo, dice:
--La paz que nos da ahorita el gobierno no es pacífica. De esta paz no nos queremos morir.
Por los cafetales y las milpas de la selva se baja a planicies que son potreros anegados donde las garrapatas se aburren porque apenas hay una que otra bestia que succionar.
En la comunidad de Benito no hay vacas, que son para la garrapata el animal más apetitoso.
Aquí nada abunda que no sea agua o tierra, juntas o separadas.
Otro obstáculo es la cortina de tormentos que no acaban. Cuando lleguen las secas esa cortina quedará levantada. Esa al menos.
No obstante, el Ejército federal introduce vehículos anfibios, que lo mismo son lancha que camión. Y un campesino del camino se pregunta:
--¿Será que piensan navegar en lodo?
Curiosa manera de decirlo. Con tanto ruido que hay afuera, en las esferas mediáticas y políticas, se ha olvidado un poco cómo suena la voz de los indios. Las nuevas modalidades nacionales de crimen descarado, cruel e impune, la espiral de la violencia y la termita de la corrupción, no parecen fraguar la paz, ni para allá afuera ni para acá adentro.
Pero acá, como ellos dicen, ellos de por sí ya dijeron. Así el Lorenzo tojolabal, adoptando una postura más firme en el lodazal del camino, trepa con pie en una piedra y dice:
--La guerra contra nosotros no es nueva, nomás la van cambiando. ¿Caso quieren que así vivamos de resistencia?
No parece una voz de revancha. Y el resentimiento que pueda tener acumulado no lo demuestra. Con los ojos tranquilos parece decir: ¿pero qué les hemos hecho nosotros para que nos traten así?