Alzas hasta de 20% en básicos y servicios en el fin de año: Amedec
Patricia Muñoz Ríos Ť Incrementos hasta de 20 por ciento en productos básicos, aumentos en las tarifas de los servicios públicos, distorsión del mercado interno, violación de precios y reetiquetación de medicinas, electrodomésticos, ropa, calzado y productos importados, es el panorama que enfrentan los consumidores al comienzo del último mes del año.
La Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (Amedec) revela una difícil situación del mercado nacional para el cierre de 1997 y apunta que de los ingresos de fin de año que recibirán los trabajadores, 60 por ciento lo destinarán al ``pago de deudas'', es decir, 14 mil millones de pesos, y el resto a los gastos tradicionales de la temporada.
Las estimaciones del organismo apuntan que de los ingresos extraordinarios que se obtienen en la última parte del año, el ahorro será nulo debido a los graves problemas de endeudamiento que enfrentan las familias y el encarecimiento de los bienes y servicios. Sobre este último punto establece que en los últimos días de noviembre ya se empezaron a observar aumentos extraordinarios de precios que van de 10 a 20 por ciento en productos básicos, sobre todo alimentarios.
Entre los productos que tuvieron elevaciones de precios se encuentran papa, zanahoria, plátano, manzana, elote, nopales, ajo, tomate verde, huevo, galletas, quesos y derivados lácteos, pan de caja --por tercera vez en el año--, atún, embutidos, pollo y carne de res.
Además se volvieron a incrementar las tarifas de los servicios como energía eléctrica y teléfono; así como el costo de los energéticos como gas y gasolina que oscilan desde 5 hasta 11 por ciento, pero los cuales encarecen no sólo el consumo familiar sino también la producción por ser insumos importantes para las industrias y empresas en general, indica el documento.
Adelanta que ``los consumidores estamos ante la expectativa de más incrementos en alimentos y transporte público''.
En este informe apunta la Amedec que adicionalmente el comercio ya empezó su tradicional reetiquetación de productos, por lo que hubo aumentos en medicinas, ropa, calzado, bebidas alcohólicas, electrodomésticos y productos importados en general, lo que resulta un negocio redondo dado que estas compras se realizaron desde antes de la devaluación, con la anterior paridad, y ahora se etiquetaron tomando en cuenta el nuevo tipo de cambio. La ganancia será doble.
Completa el cuadro la distorsión de precios que se observa en el mercado, pues un mismo producto de igual calidad y cantidad se encuentra hasta 100 por ciento más caro de un comercio a otro. Así, las diferencias de precios en frutas, verduras y hortalizas entre la Central de Abasto --al menudeo-- y las tiendas de autoservicio o del pequeño comercio, llegan hasta 500 por ciento.
Por ejemplo, adquirir una canasta de productos para una familia media cuesta en la Central de Abasto mil 460 pesos y la misma cantidad y de igual calidad de alimentos, si se adquiere en Superama, tiene un costo de mil 780 pesos.
Según la Amedec, son los consumidores los que pagan todas las deficiencias del mercado interno y los abusos. Por ejemplo, sigue violándose el precio oficial de las tortillas, especialmente fuera del área metropolitana.
La encuesta de precios levantada durante los días 28, 29 y 30 de noviembre establece que sí hubo impacto en los precios por la devaluación y señala que mientras hace un año la canasta de básicos tenía un costo de mil 370 pesos, actualmente el mismo paquete cuesta mil 800 pesos.