José Pertierra*
¿Por qué se está ganando la batalla de la 245?

La Cámara de Representantes expresó su apoyo a una extensión permanente de la ley 245(¡) -conocida como ``la ley de la multa''- por el amplio margen de 268-153. La ley 245(¡) permite a las personas que han sido patrocinadas por parientes cercanos o empleadores, a recibir su residencia permanente en Estados Unidos al pagar una multa de mil dólares cuando la visa esté disponible bajo la cuota inmigratoria. La multa perdona el hecho de que los beneficios se encuentren en Estados Unidos sin la autorización del Servicio de Inmigración.

El voto surgió a raíz de una ``moción para instruir a los miembros del comité de ambas cámaras que están considerando la extensión''. La moción fue propuesta por el representante Dana Rohrabacher (R-CA).

El congresista Rohrabacher se opone a la 245(¡) y ofreció la moción para establecer la oposición de la cámara de la extensión de la ley, pero la derrota de su moción por más de 100 votos es una buena indicación de que el congreso tiene la intención de extender la ley la semana que viene, ya que el Senado estadunidense hace varias semanas había votado para extender la ley por un voto de 99-0.

El debate comenzó hace varios meses con estadísticas sobre la cantidad de inmigrantes afectados por la ley -dice el Servicio de Inmigración (SIN) que son 200 mil inmigrantes al año- y la cantidad de dinero que la ley le rinde al SIN (150 millones de dólares en los últimos tres años). Pero en las últimas semanas los congresistas hispanos le insertaron un rostro humano al debate, invitando a personas indocumentadas al congreso para contar cómo la derrota de la extensión de la 245(¡) afectaría sus vidas.

La batalla legislativa fue encabezada por el congresista Luis Gutiérrez (D-ILL) que dirige cuestiones de inmigración por el Concilio Hispano de la Cámara de Representantes. El logró conseguir el apoyo del líder del Partido Demócrata de la Cámara, Richard Gephardt (D-MO), del presidente Clinton y de otros demócratas. Desde el comienzo del debate, él reconoció que la extensión de la 245(¡) era la preocupación principal de los inmigrantes en Estados Unidos y se dedicó a ella con pasión y entusiasmo.

Los congresistas cubano-americanos, Lincoln Díaz-Balart (R-FL) e Iliana Ros-Lehtinen (R-FL) como miembros del partido mayoritario de la Cámara, jugaron un papel clave en esta lucha, ya que lograron convencer a los legisladores republicanos de que esta extensión era necesaria para abrir la posibilidad de reclutar nuevos ciudadanos al Partido Republicano. Algunos republicanos han expresado su preocupación de que su imagen como partido antiinmigrante les causó pérdidas en las últimas elecciones, y quisieron demostrar que desean remediarlo. El presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich (R-GA), cuya oficina había sido inundada en los últimos días de llamadas telefónicas por parte de los hispanos pidiendo la extensión de la 245(¡), seleccionó a la congresista Ros-Lehtinen para que dirigiera el debate sobre la ley en la Cámara de Representantes. Eso fue una fuerte señal para los legisladores republicanos de que el liderazgo del partido apoyaba la extensión.

La victoria de ayer es sólo una primera etapa en la batalla para extender la 245(¡), ya que la extensión permanente será incluida en un proyecto de ley que está pendiente ante una comisión bicameral del congreso. El presidente de la comisión es el representante Hal Rogers (R-KY) quien votó a favor de una extensión de la ley, pero quien dijo ayer en el congreso que quiere que la extensión sea estrictamente temporal. Es probable que la versión final de la ley sólo ampararía a las personas que se encuentran en Estados Unidos, y no a las personas que entran al país después de que la propuesta se convierta en ley.

El presidente del subcomité sobre inmigración de la Cámara de Representantes, conocido por su oposición a la inmigración, Lamar Smith (R-TX), dijo ayer en el Congreso que estaba de acuerdo con una extensión a la 245(¡) pero sólo para quienes ya están en Estados Unidos.

Después de tantas derrotas legislativas, esta batalla parece ser la victoria más grande en los últimos años por parte de los grupos que abogan por los derechos de los inmigrantes. Quizás el ciclo está lentamente virando hacia los inmigrantes para rectificar algunas de las injusticias causadas por la ley de inmigración del año 1996. El papel desempeñado por los congresistas hispanos en esta batalla no se debe subestimar.

*José Pertierra es un abogado especializado en asuntos de inmigración. El ejerce en Washington, D.C. El American Inmmigration Lawyers Association (AILA) le concedió el premio nacional sobre Derechos Humanos 1996