VIVEN DOS ZAPATISTAS QUE HABIAN DESAPARECIDO EN CHENALHO
Juan Balboa, corresponsal, comunidad de Tzajalhukum, municipio de Chenalhó, Chis., 22 de noviembre Ť La comunidad entera se encuentra abandonada; una docena de casas y dos automóviles quemados y saqueados por los priístas; animales que deambulan sin rumbo y, a la entrada, uno de los letreros colocados por los zapatistas en comunidades de las tres zonas de conflicto de Chiapas -Selva Lacandona, Altos y Norte de Chiapas-, que prohíbe el consumo de drogas y alcohol, no fue destruido totalmente.
En los últimos cinco días la violencia generada por el grupo de paramilitares priístas ha afectado a más de diez comunidades indígenas habitadas por simpatizantes del EZLN y miembros de la organización civil conocida como Las Abejas.
En las comunidades como Chimix, Aurora Chica, Pechiquil, Tzajalhukum, Tuluntic, La Esperanza, entre otras, se han reportado media docena de asesinatos; esto ha provocado la huida a las montañas de unas cien familias, y el abandono de la mayoría de las casas habitadas por simpatizantes del EZLN.
La destrucción de viviendas, el robo de la producción, artículos electrónicos y el silencio es la cotidianeidad al recorrer los poblados de esta zona del municipio de Chenalhó, dominado por los grupos paramilitares, quienes mantienen el control de las carreteras con el apoyo de la propia policía de Seguridad Pública.
El grupo de priístas armados que recorre las comunidades de las montañas de Chenalhó ha cercado las principales parcelas de café para evitar que miembros del EZLN, de Las Abejas y algunas familias militantes priístas, contrarias a los grupos armados, logren obtener el grano para ``capitalizar'' su economía personal.
Mariano Luna y Domingo Pérez, miembros del concejo municipal autónomo de Polhó, señalaron que el grupo de priístas recorre las comunidades saqueando y quemando casas de simpatizantes zapatistas e intentan provocar un enfrentamiento para que intervenga el Ejército.
Acusaron al alcalde de Chenalhó, Jacinto Arias Cruz, de organizar y armar a los grupos paramilitares. ``Quieren golpear a las bases zapatistas'', subraya Javier Ruiz Hernández, otro de los dirigentes zapatistas.
Mujeres sin ropa y niños sin comida
A Rosa la llegada de los paramilitares la tomó por sorpresa en el río de Tzajalhulum. El ``trueno'' de las balas y el grito desesperado de su esposo le anunciaron la llegada, el miércoles pasado, de los ``priístas armados''. Corrió hacia la montaña con sus pechos descubiertos. Se reunió un día después con sus familiares, sin ninguna de sus pertenencias, pero con sus dos hijos vivos.
La mayoría de las 70 familias refugiadas en comunidades vecinas tienen la cara y el cuerpo cubiertos de heridas provocadas por las espinas de la montaña. ``Salimos sin ropa, corrimos por las montañas y no nos importó el sufrimiento'', recuerda José Gómez, uno de los desplazados de la comunidad de Pechiquil.
Sin comida, una media centena de niños desplazados se refugian en los cuerpos de sus madres. Rosa toma a dos de sus pequeños y los aprisiona contra su pecho: ``Llegaron con muchas armas, tuvimos que salir corriendo hacia la montaña , no pudimos llevarnos nada''.
Llaman a un diálogo
El gobierno zapatista autónomo de esta región de Chenalhó llamó a ``un diálogo urgente'' que incluya a los priístas, a las autoridades municipales y a las comisiones de Concordia y Pacificación (Cocopa) y Nacional de Intermediación (Conai), para frenar la ``ola de violencia y muerte ''.
Los zapatistas pidieron hoy la instalación de campamentos civiles en las principales comunidades que han sido agredidas en los últimos meses en el municipio de Chenalhó, pues consideran que la ``violencia'' en contra de los zapatistas se incrementará en los próximos días.
Por su parte, los gobiernos en rebeldía de San Andrés Larráinzar y San Juan El Bosque -integrado por zapatistas y perredistas- condenaron y rechazaron enérgicamente los asesinatos injustificados de zapatistas y perredistas en varias comunidades de Chenalhó, ``ya que en estos momentos se vive una tensa situación provocada por el alcalde (Jacinto Arias Cruz) y el gobierno del estado (de Julio César Ruiz Ferro).
``En la casa particular del juez municipal de Aurora Chica permanecen 20 elementos de Seguridad Pública, por lo que para nosotros es un ejemplo muy claro de que tienen miedo; por eso ellos han pedido policías (para) formar guardias blancas para atacar a la gente del PRD'', confirman el alcalde en rebeldía, el primer regidor y el juez de San Andrés Larráinzar, Juan López González, Andrés Pérez Díaz y Andrés Santiz Hernández, respectivamente.
Aseguran que seis comunidades priístas de Chenalhó ``tienen el plan de exterminar a las comunidades perredistas (zapatistas)'', pues recuerdan que en los últimos días los grupos paramilitares, la propia policía y personas civiles armadas han quemado viviendas y han heridos a varias personas.
Las autoridades de los municipios en rebeldía de San Andrés Larráinzar y San Juan El Bosque exigieron la presencia inmediata de los representantes de la Cocopa y la Conai para evitar ``más derramamiento de sangre'' en los Altos de Chiapas.