400 miembros de Paz y Justicia irrumpen en acto religioso en Tila
Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 14 de noviembre Ť Unos 400 integrantes del grupo Paz y Justicia ``irrumpieron'' en una reunión que miembros del Consejo Interreligioso de Chiapas realizaban en la cabecera municipal de Salto de Agua para analizar la situación en el norte del estado y aclarar que el problema en la región ``no es religioso sino político'', informó el sacerdote Heriberto Cruz Vera, párroco de Tila.
Explicó que debido a la presencia de los integrantes de Paz y Justicia, se acordó suspender el encuentro para no caer en provocaciones y evitar enfrentamientos, ya que el ambiente ``se puso muy tenso, aunque las cosas no pasaron a más''.
Por vía telefónica Cruz Vera dijo que ayer unos 30 catequistas encabezados por él, se reunieron con igual número de indígenas adventistas, dirigidos por Erwin González, presidente de la sección norte de esta iglesia evangélica.
Durante la reunión -que transcurrió sin incidentes- ambos grupos llegaron a la conclusión de que en el norte de Chiapas ``no se pelea por dogmas, sino por cuestiones políticas, y no debemos dejar que se nos utilice y señale como los causantes de los problemas''.
El sacerdote -quien dijo haber sido insultado por uno de los afiliados a Paz y Justicia- afirmó que para hoy estaba programada una reunión en el mismo lugar entre los católicos y los representantes de la iglesia presbiteriana en la zona, encabezada por el pastor Sebastián Arcos Domínguez.
Sin embargo, cuando los catequistas ya estaban listos para dialogar en la capilla de Santa Martha, comenzaron a llegar ``varias camionetas con miembros de Paz y Justicia -entre ellos Diego Vázquez, uno de los principales dirigentes del grupo- diciendo que querían participar''.
Cruz Vera manifestó que al preguntarle a los pastores evangélicos a qué se debía la presencia de los indígenas de Paz y Justicia, éstos dijeron que los comisariados ejidales los habían invitado a la reunión porque ``pensaban que ésta era para resolver el problema de los desplazados, cuando ellos no tienen desplazados''.
Ante el ambiente de tensión que se generó, los catequistas católicos y los pastores evangélicos acordaron suspender el encuentro, uno de cuyos fines era buscar acuerdos entre las agrupaciones católicas y protestantes para buscar que haya tranquilidad y paz en la zona, donde el pasado 4 de noviembre los obispos Samuel Ruiz García y Raúl Vera sufrieron un atentado.
Una de las propuestas de los pastores protestantes era que se nombrara una comisión y los demás integrantes del grupo permanecieran afuera, pero esto fue rechazado por los católicos porque la presencia de los 400 choles de Paz y Justicia representaría una presión para los católicos.
Por otra parte, organizaciones agrupadas en las Regiones Autónomas Pluriétnicas (RAP) demandaron a los gobierno federal y estatal y al Congreso de la Unión, que ``dejen de ser espectadores de la situación de violencia que se vive en el estado'', y cumplan los acuerdos de San Andrés, que son ``el antídoto de todos los males que nos aquejan''.
En un documento dirigido a las instancias mencionadas, las RAP, con presencia en unas 160 comunidades de 22 municipios, repudiaron la violencia que ocurren el municipio de Chenalhó, así como el asesinato de dos indígenas chamulas evangélicos hace dos días.
``Estos hechos son parte de la guerra de baja intensidad orquestada desde el aparato gubernamental y otros actores fantasmas que rechazan la construcción de una paz con justicia y dignidad que anhelamos los pueblos indígenas'', afirmaron.