La Jornada 15 de noviembre de 1997

Mandó construir una nave para iniciar trabajos en agosto de 1999

Víctor Cardoso Ť Una empresa petrolera estadunidense se prepara a explorar yacimientos petroleros en aguas ``ultraprofundas'' del Golfo de México, donde se estima que existe un volumen importante de reservas, con inclusión de dos campos localizados en límites territoriales que aún no se han definido formalmente entre México y Estados Unidos.

La empresa petrolera Reading and Bates Corp. hizo un pedido por un monto de 35 millones de dólares al fabricante Samsung Heavy Industries, para construir un buque de 103 mil toneladas de peso muerto y con capacidad para perforar hasta 11 mil metros por abajo del nivel del mar.

Según la empresa Samsung Heavy Industries, el barco construido para Reading and Bates Corp. -considerada como ``la empresa más grande del mundo especializada en el desarrollo de campos petrolíferos de mar profundo''- será utilizado en aguas ``ultraprofundas'' del golfo de México, cuando se termine de construir en agosto de 1999.

Samsung dijo que, adicionalmente, construye otras naves similares para las compañías Woodside Petroleum LTD of Australia y Statoil a/of Norway, de Noruega.

Tanto el gobierno de México como el de Estados Unidos consideran que en el golfo de México existen importantes yacimientos de hidrocarburos que pudieran ser del tamaño, o hasta más grandes, que el Cantarell, localizado en las costas de Campeche, y considerado como el más rico del país.

Estudios especializados sólo han logrado determinar que existen estructuras geológicas que permiten suponer la existencia de petróleo en las aguas más profundas del golfo de México. En especial, dos de ellos estarían localizados en una zona limítrofe entre los dos países.

Aun cuando no se logró especificar la zona a la que se destinarán las embarcaciones perforadoras ordenadas por Reading and Bates Corp., sí representan el inicio de exploraciones que permitieran explotar cualquier yacimiento localizado en el golfo de México, pues es una de las tecnologías más avanzadas.

Para que una empresa privada opere en regiones cercanas a los límites marítimos entre México y Estados Unidos, a menos de 10 kilómetros de la línea divisoria, antes se requeriría un acuerdo del más alto nivel gubernamental entre ambos países.

Incluso, la legislación estadunidense establece la obligación para que empresas con pretensiones de explorar y explotar yacimientos en su mar patrimonial consigan un permiso del gobierno, mismo que procede a licitar la zona para exploración y si se llegan a localizar recursos energéticos, se otorga la autorización para su explotación a una empresa o se divide el campo petrolero entre las compañías que hubiesen participado en el concurso.

En la actualidad, la mayor parte de la explotación petrolera marina a nivel mundial se realiza en aguas poco profundas, a escasos 700 metros.

En la zona norte del golfo de México el tirante de agua es de entre 2 mil y 2 mil 500 metros, y la profundidad del pozo, a partir del lecho marino, tendría que ser de entre 3 mil y 5 mil metros, es decir, cerca de 8 mil metros.

Según las características técnicas dadas a conocer por Samsung, el pedido se trata de un barco con un parecido cercano a una plataforma petrolera marina, pues además de contar con una planta de procesamiento de petróleo, tiene un perforador cuatro veces mayor que los instalados en otros barcos convencionales.

Ese dispositivo es capaz de realizar perforaciones en busca de petróleo y gas a ``una profundidad de 8 mil metros en regiones con tirantes de agua hasta de 3 mil metros, lo que representa una profundidad total de 11 mil metros a partir de la superficie del agua'' (a manera de referencia, el volcán mexicano Popocatépetl tiene 5 mil 452 metros sobre el nivel del mar y el Monte Everest, el más alto del mundo, 8 mil 848 metros sobre el nivel del mar).

La embarcación mide 221 metros de largo (eslora), 42 metros de ancho y 20 metros de profundidad (calado). Cuenta con seis propulsores y es capaz de tener una rotación completa de 360 grados. Los impulsores están posicionados en proa y popa, lo que le permite al buque, según el fabricante, un posicionamiento dinámico que previene que la embarcación quede a la deriva cuando se perfora en mar picado o con vendabales. Adicionalmente, cuenta con seis generadores independientes para proveer de energía al resto de la embarcación.

A pesar de todo, el pesado equipo con que cuenta a bordo el barco desarrolla una velocidad de 12 nudos o más si es necesario.