La Jornada 14 de noviembre de 1997

Presidirá Gurría la reunión de la OEA sobre tráfico de armas

Rosa Elvira Vargas, enviada, Washington, DC, 13 de noviembre Ť La iniciativa impulsada por México para combatir el tráfico ilegal de armas de fuego, y cuya convención será abierta este viernes para su firma en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), se justifica sólo con el hecho de que, según César Gaviria, líder del organismo, los índices de asesinatos en América Latina y el Caribe superan en seis veces el promedio mundial, y cada año mueren violentamente cerca de 120 mil personas en esta región.

Para la diplomacia mexicana, el haber obtenido en un tiempo relativamente breve la creación de un instrumento contra el contrabando de armas, municiones, explosivos y otros materiales relacionados, resulta todo un éxito. Quizá eso mismo explica que el canciller José Angel Gurría haya sido nombrado hoy, por aclamación, presidente de la Asamblea Extraordinaria de la OEA, convocada ex profeso para abrir a firma la convención interamericana sobre el tema.

Se tiene confirmado que este viernes, los presidentes Ernesto Zedillo y Bill Clinton estarán en la sede de la OEA para rubricar el documento que, según Gaviria, coloca a los estados americanos a la vanguardia de la discusión mundial sobre el tema, porque representa el primer acuerdo de carácter regional en el que se fijan claras responsabilidades a los estados en los campos judicial, policial y legislativo para luchar contra los delitos que implica el tráfico de armas.

Por otra parte, en la apertura de la reunión, el propio Gurría Treviño se refirió en entrevista al tema del narcotráfico y aseguró que México invierte anualmente en su combate alrededor de mil millones de dólares. Si el tamaño de la economía nacional se compara con la estadunidense, apuntó, significaría que Estados Unidos tendría que erogar 30 mil millones de dólares, y como sólo gasta 15 mil millones, ``la conclusión aritmética es que nosotros hacemos el doble del esfuerzo en materia de recursos'', aseguró.

Informó también que el presidente Zedillo ha invitado a aquellos congresistas estadunidenses interesados en el tema del narcotráfico, para que acudan a México y visiten instituciones, hablen con personas y, en general, vean el esfuerzo que realiza el país en esa materia y constaten el énfasis que se da a la necesidad de dar un enfoque multilateral al problema.

Gurría fue interrogado también sobre el asunto migratorio, elemento central en las relaciones entre México y Estados Unidos, e insoslayable cuando sus dirigentes gubernamentales se reúnen. Mencionó que ambos países ``llevamos 30 o 40 años adoptando políticas en materia migratoria que son divergentes. Estados Unidos hace énfasis en el control, la contención, y nosotros en la protección; pero, obviamente, estas dos líneas no se van a juntar nunca en el horizonte si es que no hacemos un esfuerzo deliberado los dos países para poder enfocar bilateralmente y de manera constructiva ese fenómeno''.

Para ello, agregó, debe partirse de un diagnóstico conjunto en las cifras, por principio, para saber de qué tamaño es el universo del fenómeno, el perfil de los migrantes, los motivos que impulsan la migración, el tema del costo-beneficio de la misma y, finalmente, ver cuáles son las propuestas que ese estudio sugiere para adoptar entonces un enfoque bilateral.

Sobre la convención de la OEA en materia de tráfico de armas, César Gaviria reconoció el trabajo de la embajadora de México, Carmen Moreno de del Cueto, para alcanzar la redacción del documento que se llevará a firma, pero también aseguró que la fortaleza de la organización se debe actualmente a que tiene un ``adecuado balance'' entre lo político y lo técnico.

Por ello, destacó que la fabricación y el tráfico ilícito de armas son una cuestión esencialmente trasnacional y debe ser abordado a partir de la cooperación multilateral y la asistencia técnica y jurídica.

Ubicó como un gran logro el haber convenido en que todos los países de América tipificaran en sus legislaciones nacionales los delitos de tráfico de armas, así como los ilícitos conexos, pues así no habrá forma de que un Estado sea perjudicado por actividades que en otro sean legales y ante las cuales no existan mecanismos de sanción para el delincuente.

Y es que, resaltó Gaviria, el comercio internacional de armas representa hoy una actividad extremadamente dinámica que mueve a diario millones de toneladas de mercancías, y ``sólo en la medida en que logre dotarse a las policías de instituciones aduaneras y de herramientas de control adecuadas, se podrá contrarrestar con mayor efectividad'' ese contrabando.

El secretario general de la OEA habló también de la urgencia de intercambiar y crear redes de información en ese campo, sobre todo ante la existencia de verdaderas organizaciones criminales trasnacionales que se nutren del conocimiento y los avances tecnológicos tanto como los estados.

Indicó entonces que es necesario considerar también, dentro de la discusión interamericana sobre el tema, la problemática de la seguridad ciudadana y el crimen, pues los fenómenos cada vez más frecuentes del crimen trasnacional demandan, para ser contrarrestados, de estrategias multilaterales sistemáticas y ordenadas.