La Jornada 13 de noviembre de 1997

Encubren a Chapa y a Lozano para mantenerme preso, acusa Raúl Salinas

Juan Manuel Venegas Ť Mi encarcelamiento ``es producto de una conspiración de las autoridades'', que siguen ``encubriendo'' a quienes orquestaron esa conspiración: Antonio Lozano Gracia y Pablo Chapa Bezanilla, afirma Raúl Salinas de Gortari en una carta que por medio de su abogado, Eduardo Luengo Creel, hizo llegar a Amnistía Internacional (AI).

En su caso, la ``conducta de la Procuraduría General de la República (PGR) en todo 1997 puede resumirse en encubrimiento a presuntos delincuentes, obstrucción de la justicia y violación a los derechos humanos'', asegura Salinas.

Luengo se entrevistó en Londres con el responsable para América Latina del organismo de derechos humanos, Morris Tidball-Binz, a quien entregó, además de la carta --18 cuartillas escritas a mano por su cliente--, el ``expediente judicial'' del hermano del ex presidente de México, en donde se detallan los ``pagos a testigos'' en la PGR durante la gestión de Lozano Gracia; un informe del caso de la osamenta de El Encanto, así como una copia de las declaraciones ``y las contradicciones'' de los testigos de cargo en el proceso contra Salinas.

Asimismo, AI recibió de parte del abogado copias de las más recientes actuaciones judiciales (incluyendo las multas que el juez Ricardo Ojeda Bohórquez ha impuesto al subprocurador de la República, José Luis Ramos Rivera), en las que ``queda claro'' que la PGR ``omite presentar (en el juzgado) las pruebas de los pagos a testigos''.

En la plática que sostuvo con Tidball-Binz, Luengo Creel también le expuso los últimos acontecimientos relacionados con el caso, destacando ``los ataques a su trabajo de abogado'' que ha sufrido por parte de la PGR, que trata de ``intimidarlo'' mediante una acusación por presunta falsedad en declaraciones.

Respecto a la carta que firma Raúl Salinas, de entrada advierte que su encarcelamiento en el penal de máxima seguridad de Almoloya, que cumplió ya dos años y ocho meses, ``es producto de una conspiración de las autoridades para tratar de inculparme, mediante un sinnúmero de pruebas fabricadas y violaciones al estado de derecho, de la responsabilidad de la autoría intelectual del homicidio de José Francisco Ruiz Massieu''.

Salinas dividió su texto, y en la exposición que hace de los ``antecedentes'' de su situación indica que nunca tuvo ningún problema ``con mi compadre'' José Francisco: ``El señor José Francisco Ruiz Massieu estuvo casado con mi hermana Adriana de 1971 a 1975, aproximadamente. Fue siempre amigo de la familia y en especial un amigo muy cercano y colaborador de mi hermano Carlos.

``Era mi compadre y nos veíamos de cuando en cuando, siempre de manera cordial y respetuosa, tal y como han declarado sus hijas Claudia y Daniela, así como su hermana Marisela. Nunca tuve ningún motivo para sentirme agredido por José Francisco, y mucho menos para agredirlo yo''.

Hace una exposición de su caso estrictamente judicial, subrayando que los testigos que ``pagaron'' Lozano y Chapa durante sus primeras presentaciones ministeriales y ante el juez, ``jamás me inculparon'', y para ello anexó copia de las primeras once declaraciones de Fernando Rodríguez González, ``en las que nunca me mencionó'' como el autor intelectual del homicidio.

Al hacer referencia a ``la fabricación de pruebas por parte de la autoridad'', Salinas expone los pagos y otros beneficios económicos, como renta de casa, que la PGR autorizó a Fernando Rodríguez González, Francisca Zetina La Paca, Ramiro Aguilar Lucero y María Bernal Romero.

Para abundar anexó, entre otras, copias del expediente en donde consta que de la tarde del 15 de febrero de 1995 hasta la madrugada del día 16, Chapa Bezanilla sostuvo una ``larguísima'' entrevista en el penal de Almoloya con Rodríguez González, en la que el ex fiscal le dijo al coautor del atentado a Ruiz Massieu: ``Nosotros ya sabemos que el autor intelectual es Raúl Salinas, sólo necesitamos que alguien lo diga''.

Ese 16 de febrero, ``Rodríguez González por primera vez me mencionó... y ese mismo día, el procurador Lozano Gracia dio instrucciones al oficial mayor, Antonio Gándara Terrazas, de preparar un pago de medio millón de dólares en efectivo, según declaró el propio Gándara Terrazas (se anexa copia de su testimonio ante un juez federal), en favor de Gabriela Fernanda Rodríguez Gastélum, hija de Fernando Rodríguez. El 20 de febrero, Gándara Terrazas entregó el dinero en efectivo a la hija de Fernando Rodríguez''.

Un día después de la declaración de Rodríguez González, el 17 de febrero, su hermano Jorge (participante en el complot contra Ruiz Massieu) ``también cambió sus múltiples declaraciones anteriores, apoyando la versión de su hermano''.

Fernando, además, contó con ``un abogado pagado por la PGR'', fue ``sacado del penal de máxima seguridad'' y se le autorizó un segundo pago por 160 mil pesos ``a favor de su esposa Dolores Robles Lara''.

Luego sigue toda la explicación sobre el papel de La Paca en las investigaciones de Chapa Bezanilla; el hallazgo de la osamenta de El Encanto; el pago que se autorizó a la vidente y a su socio, Ramiro Aguilar Lucero, por un millón y 2.5 millones de pesos, respectivamente; el departamento que la PGR rentó para que lo ocupara María Bernal, y el encarcelamiento de José de Jesús Cortés Osorio (ex coordinador de investigaciones del caso Ruiz Massieu) y Chapa Bezanilla, precisamente por los presuntos delitos que cometieron en el caso concreto de la osamenta de El Encanto.

Sobre los ``pagos, preparación e inducción'' de testigos, ``la PGR no ha hecho nada y omite todo acto legal a que está obligada con tal de no permitirme nada de justicia'', y se queja de la actuación de la dependencia durante el último año.