H. Flores de la Peña
Neoliberalismo: Los 10 Mandamientos/II
Los economistas neoliberales, los banqueros y los intelectuales que actúan como compañeros de ruta, pontifican en dos ocasiones: cuando falsamente creen que conocen la economía y cuando la ignoran del todo, por eso decía Galbraith que lo peor de estos economistas y aficionados no es que no saben, sino que no saben que no saben.
Pero quizá tengan razón cuando afirman que el neoliberalismo como política económica no existe, es más bien una política frente a la distribución de la riqueza y del poder entre, burócratas, patrones y trabajadores.
La derecha que nos gobierna, sobre todo desde el sexenio pasado, ese grupo de tecnócratas adictos a las computadoras y enemigos del pensamiento racional han cometido una piratería moral y semántica al apoderarse del término liberalismo, escogieron una buena marca para vender un mal producto; el verdadero nombre para este tipo de liberalismo es derecha conservadora pura y simple.
Estos conservadores no conocen ni predican el verdadero liberalismo como fue y como debe de ser: como la tolerancia y respeto a las opiniones y conductas de los demás. Se apropiaron de un nombre que no corresponde a su actitud política, intransigente, delatora y moralista.
Por eso es importante no perder de vista el contenido de los diez mandamientos de la economía neoliberal.
1. Los neoliberales son enemigos del Estado grande, por eso buscan siempre reducir sus gastos y el tamaño del aparato gubernamental. Es decir menos gobierno y más iniciativa privada. Es una lucha por el poder. Clasifican a los gobiernos como de obesos y delgados, calificativos que no dicen nada, porque los gobiernos europeos, de Canadá y Estados Unidos son todos obesos pero, resultan siempre más eficientes que los delgados.
Además con la reducción de los gastos del Estado, los patrones creen lograr una reducción de impuesto y de la burocracia. Tanto la Thatcher como Reagan, las dos estrellas del neoliberalismo, nunca respetaron estos principios.
2. Combatir la inflación aun a costa del crecimiento, es parte de la lucha por adelgazar al Estado, además a los patrones les espanta el descontento que generan las alzas de precios y la posible inestabilidad laboral, sobre todo donde hay sindicatos independientes. Este no es el caso de México, aquí la piden sólo por inercia, les pasa a los patrones lo que a los perros: sólo el primero sabe por qué ladra, los demás lo hacen por solidaridad.
3. La reducción de los impuestos a los ingresos altos y los que gravan las ganancias del capital. En Gran Bretaña y Estados Unidos, estos impuestos bajaron del 83 por ciento a 40 por ciento, y de 70 por ciento a 40 por ciento respectivamente, acelerando la concentración del ingreso.
4. La participación del Estado en la seguridad social, deberá limitarse a los más pobres y a los muy viejos. Ninguno es negocio, dejándose el resto a la seguridad privada.
5. Para los neoliberales, la existencia del salario mínimo es un obstáculo al empleo. Debe desaparecer junto con las indemnizaciones por despido.
6. Las privatizaciones de las empresas públicas más que un punto de vista teórico, es de política y de rapiña. Todas las empresas que se han privatizado se han hecho a una fracción del precio y no sólo en México, donde la estafa alcanzó niveles de escándalo. La justificación para privatizar era la ineptitud y la corrupción en el sector público. Una vez que se han visto los resultados de las privatizaciones, creo que esta ``verdad universal'' sobre la eficacia y la honestidad del sector privado, está sepultada para siempre.
7. Establecer y hacer respetar la flexibilidad del mercado, eliminando todas las medidas para defender a los trabajadores porque, según ellos, éstas no dejan crecer la ocupación. Esto sólo lo hizo Inglaterra. Estados Unidos no se atrevió a tanto y la tasa de desempleo es casi el doble en la primera que en Estados Unidos.
8. Abolir las indemnizaciones de los empleados, partiendo del supuesto de que si no se limita su monto y duración el desocupado no se verá forzado a buscar trabajo, aunque sea a salarios menores.
9. La apertura total de los mercados y el mantenimiento del libre cambio de la moneda, y la eliminación de aranceles y restricciones al comercio, fue uno de los principios básicos del liberalismo inglés, porque su actividad económica dependía, en gran parte, del comercio exterior. Como en Estados Unidos no ocurría lo mismo, se convirtió ``a la fe'' hasta muy recientemente, pero no del todo, sigue siendo una economía que, a la menor provocación, regresa al proteccionismo.
10. Combatir los monopolios públicos, pero no para eliminarlos, sino para hacerlos privados, y con todas las prerrogativas de éstos.
No es malo analizar estos principios del neoliberalismo ahora que tanto economistas y un número cada vez mayor de profanos opinan sobre él. Los profanos porque pueden creer en el neoliberalismo de buena fe, o porque les fue muy bien con el sistema o bien, porque para eso les pagan, para que lo defiendan.