La Jornada 13 de noviembre de 1997

De 73.5%, el crecimiento anual de micros y combis

Ricardo Olayo Ť De 1980 a la fecha el crecimiento anual de combis y microbuses en la ciudad de México ha sido de 73.5 por ciento. En ese lapso pasó de 2 mil a las 27 mil unidades que circulan actualmente, indica un informe del trienio 1994-1997 de la Dirección General de Servicios al Transporte (DGST).

En 1980 sólo 9 por ciento de los viajes-persona-día se realizaba en algún transporte concesionado, y ahora éste concentra el 63 por ciento ``con apenas 4 por ciento del parque vehicular registrado en el Distrito Federal''.


Manifestación de taxistas en la ALDF.
Foto: Francisco Olvera

Estas cifras ``dan cuenta de la falta de planeación y visión de largo plazo para evitar el crecimiento desmesurado del transporte concesionado'', y de la necesidad de sistemas efectivos para la transportación colectiva ante el crecimiento de la mancha urbana.

El texto contiene un diagnóstico de las condiciones en que Fernando Peña Garavito, titular de la DGST, encontró la dependencia, que incluía desorden administrativo y caos en la entrega de documentación.

Se menciona la falta de instrumentos de control eficaces que a partir de 1985 ocasionaron diez años duplicidad de matrículas, placas sobrepuestas o robadas, conflictos de titularidad y falta de expedientes, además de la proliferación de gestores.

El padrón no era confiable y tampoco los datos de los concesionarios. Hoy, subraya el texto, se han iniciado reformas suficientes para tener claridad sobre la titularidad de los documentos y el número de concesionarios.

Cada día circulan alrededor de 30 mil unidades del transporte público concesionado de pasajeros, incluso los que tienen placa federal, pero ``la desorganización con que se presta el servicio propicia problemas adicionales como tráfico vehicular, y acentúa la insuficiencia urbana que se observa en los paraderos de Indios Verdes, Pantitlán y Zaragoza''.

Por la falta de planeación no hay controles de supervisión, ``de ahí el crecimento anárquico'' experimentado en la zona conurbada. En esta gestión, indica la DGST, se iniciaron negociaciones con representantes de rutas y se combatió la invasión de derroteros hacia la ciudad de México,

En la zona oriente, que incluye los municipios de Chalco, Neza y Texcoco, hay más de 7 mil vehículos sujetos a regularización y un total de 5 mil en regla, mientras que en la zona norte, de Tlanepantla y Naucalpan, las cifras son de 13 mil y mil 267 respectivamente. Es decir, el avance en la regularización sólo es de 38 por ciento si se suman cifras.

Planes para el próximo año

Para 1998 se tiene previsto introducir un mueble urbano que permita distinguir el servicio de taxis de sitio con el fin de ``modernizar y hacer más funcional'' esta modalidad. Para ello se establecerán 35 bases piloto y se iniciará la colocación de parabuses y teléfonos de monedas para proporcionar al usuario un transporte integral.

En 1998 deben estar instalados 2 mil 500 parabuses, algunos de los cuales ya están sobre avenida Reforma y se respetan en un 90 por ciento, lo cual ha beneficiado a los microbuseros con un menor desgaste de la unidad y una mayor recaudación de dinero.

La reactivación de la producción de 12 mil autobuses dependerá de la disponibilidad de capital entre 1997 y el 2005. Para la creación de sociedades mercantiles se promovió la creación de 11 empresas, de las cuales sólo tres están en operación.

El documento de casi 90 cuartillas hace un recuento de las medidas aplicadas, del cambio en las leyes y de la política emprendida para mejorar la cultura del transporte en el Distrito Federal. En torno de la corrupción indica: el fenómeno ``se vincula con las deprimidas percepciones de los servidores públicos y la aplicación de procedimientos administrativos complejos y burocráticos, que dan margen a la discrecionalidad y a las irregularidades con que operan algunos gestores y concesionarios''.

La corrupción no se justifica, pero en esta área del gobierno de la ciudad tiene profundas raíces históricas, y si bien continua, se han sentado las bases para su combate, indica el reporte. Ha habido sanción administrativa contra ocho servidores públicos de mandos superiores, 23 de niveles medios y más de 100 empleados adscritos a diferentes áreas. Hace tres semanas la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó el cese de Martín Franco, uno de los directores de área, a quien la DGST le brindó asesoría jurídica, pues considera que obtuvo logros importantes en su tarea.