Controlan policías la ayuda para los damnificados en la región Loxicha
Blanche Petrich, enviada, Santa Catalina Loxicha, Sierra Madre Sur, Oax., 4 de noviembre Ť Por ser una región de implantación del Ejército Popular Revolucionario (EPR), al menos uno de los cinco municipios de la región de los Loxichas -San Agustín- recibe un trato de excepción en los planes de asistencia a los damnificados del huracán Paulina. La labor de las organizaciones populares y civiles es inhibida y ahuyentada con amenazas de aplicar órdenes de aprehensión prefabricadas y nada se mueve sin la venia de la Policía Judicial.
Desde las partes altas de Santa Catalina se puede disfrutar la caída del sol en la lejana línea del Pacífico. Ya de noche, emergen entre las sombras de la cordillera las luces de San Agustín, San Baltazar, Santa Candelaria y San Bartolomé Loxicha, las cabeceras de la conflictiva microrregión de los Loxichas, una zona que en los primeros momentos del desastre quedó fuera de los cálculos del gobierno oaxaqueño. Pero cuando se conoció la magnitud de la catástrofe, fue catalogada en la ``prioridad I'' junto con Pochutla, los altos y las bahías de Huatulco y la región cafetalera de Pluma Hidalgo y San Mateo Piñas.
Santa Catalina Loxicha,
Oaxaca.
Foto: Raúl Ortega
El gobierno del estado creó tres comités zonales para atender la emergencia.
Al primero le asignaron como sede Pochutla pero después fue trasladado a Huatulco y atiende los Huatulcos y la zona cafetalera que incluye a Xanica. Lo dirige Jorge Fernando Ituttibarría, secretario de Salud. La sede del segundo comité es Pinotepa Nacional y atiende desde esa cabecera hasta Huaxcaltepec y la región fronteriza con Guerrero. Lo dirige Tomás Baños Baños, diputado federal y reconocido por sus vínculos caciquiles. Y la tercera y última zona tiene como sede Juquila y es para la atención de la región negra y chatina. La dirige el delegado del INEA, Idelfonso Zorrilla Cuevas.
A pesar de la fuerte crítica del gobierno a quienes ``politizan'' la ayuda a los damnificados de Paulina, estos tres funcionarios tienen un denominador común: fueron presidentes del PRI oaxaqueño.
Los Loxichas no caben en ninguno de estos comités. La microrregión es atendida directamente por el jefe de la Policía Judicial estatal Roberto Pedro Martínez Ortiz. Y de los cinco Loxichas, en San Agustín, señalado como el principal bastión eperrista, se agudiza el trato de exepción. Ahí no entra ninguna organización social, ni siquiera la Cruz Roja. Tampoco atienden directamente las dependencias estatales si no es a través de la Policía Judicial.
El día 13, cinco después del huracán y recién abierto el camino de terracería a San Agustín, los agentes policiacos llegaron con la ayuda en una mano y las órdenes de aprehensión en otra. Fue detenido el campesino Alfredo García Martínez, llevado a Almoloya y liberado al segundo día por falta de méritos. Pero Gil Martínez José, arrestado ese mismo día, está desaparecido a la fecha, con lo que suman tres los desaparecidos en esa comunidad. San Agustín goza del dudoso honor de contar con 78 presuntos eperristas presos y de haber sufrido diez de las cerca de 30 detenciones extralegales que se registran en el estado.
Esta situación hizo que los maestros de la sección 22, una de las organizaciones con mayor penetración en las zonas rurales oaxaqueñas, hayan optado por canalizar sus esfuerzos a otras regiones sin entrar a San Agustín. Pero más grave que la ausencia de la sección 22 es la de la Coalición de Maestros y Promotores Bilingües de Oaxaca, el grupo civil más respetado y mejor organizado de la comunidad. ``Tenían muy buenos proyectos, pero ellos valoraron la situación, sobre todo después de los dos arrestos, y decidieron que no había condiciones para apoyar a San Agustín'', explica Marco Leyva, del Frente de Organizaciones Civiles de Oaxaca (FOCO), donde confluyen casi 40 agrupaciones con planes y proyectos de todo tipo para los damnificados de Paulina. De éstos, ninguno es para los Loxichas, ``porque ahí -admite Leyva- llega más represión que ayuda''.
El profesor Augusto Reyes, de Santa Catalina, lamenta que haya sido así, pero asegura que es ``por protección de los compañeros''. Como miembro de la sección 22, advierte: ``Vamos a estar muy atentos de lo que ocurra en San Agustín. Sabemos que la coyuntura de la emergencia puede facilitar más represión y más desapariciones. Si algo pasa, ya sabemos quiénes son los responsales''.
En FOCO, según explica otro de sus organizadores, Mario Bolaños, ``la prioridad es, además de organizar racionalmente el abasto, promover la organización popular. Porque es importante que la gente no sea sólo un objeto de la ayuda, lo que los hace más vulnerables a los malos manejos, sino que la comunidad sea sujeto de la reconstrucción, que tome decisiones y actúe''.
En otras regiones también se han reportado incidentes entre las organizaciones sociales que pretenden canalizar ayuda y las autoridades municipales. Uno se registró el 24 de octubre, según denunció el dirigente de la Organización India de Derechos Humanos de Oaxaca, en Santos Reyes Nopala, distrito de Juquila, donde las autoridades priístas intentaron detener varios vehículos que transportaban despensas de organizaciones no gubernamentales destinadas para las comunidades Cerro del Aire y Santa Lucía Teoltepec. Días después, la noche del 2 de noviembre, fue baleada la casa de uno de los miembros de la agrupación civil.
Y otro episodio más es el de Santa Catalina Juquila, a donde llegó un nutrido grupo de la comunidad San Miguel Panixtlahuaca para solicitar despensas al presidente municipal Jorge Guzmán. Por ser opositores, la autoridad intentó detener a dos de los dirigentes del grupo, en lugar de repartir la ayuda. Los arrestos fueron evitados por el resto del grupo de Panixtlahuaca.
Angeles Cruz Ť Unos 2 mil kilómetros de caminos vecinales para llegar a 3 mil localidades en Oaxaca quedaron destruidos a causa del huracán Paulina; en cada una de ellas habitan de cuatro a cien familias, a las que se ``procurará'' seguir enviando ayuda, sostuvo José Barroso Chávez, presidente de la Cruz Roja Mexicana, quien también informó que concluyó el periodo de emergencia en las zonas dañadas.
Dijo que esos caminos tardaron 30 años en ser construidos y su rehabilitación requerirá de la colaboración de los pobladores para que en unos tres meses estén listos. Destacó que en esos lugares tampoco ha sido posible que desciendan los helicópteros, por lo que la Cruz Roja propuso que los donativos se entreguen con la ayuda de 200 caballos.
Al presentar un informe final de las actividades de la institución en las zonas dañadas de Guerrero y Oaxaca, Barroso Chávez destacó que el total de damnificados son unos 200 mil, ``pero si le sumamos los damnificados por la vida'', la cifra se duplica.
Respecto al Comité de Emergencia Sanitaria, organismo interinstitucional creado para prevenir el surgimiento de epidemias, apuntó que deberá continuar trabajando al menos seis meses más, sobre todo porque su actividad se reorientará a colaborar en la normalización de la vida de los damnificados.
En tanto, los cercos sanitarios podrán ser retirados en unos días, luego de que se tenga la certeza de que ya no hay riesgo de brotes de cólera, dengue o paludismo. Señaló que en Oaxaca habrá que tomar alguna medida para resarcir la pérdida de 50 mil hectáreas de cultivos porque la gente no tendrá medios de subsistencia por un largo periodo.
La Cruz Roja cuantificó en 20 mil las viviendas afectadas en Guerrero y 30 mil en Oaxaca. En el primer estado, el compromiso de la institución es dar apoyo financiero; en Oaxaca rehabilitará 10 mil techos.
Las acciones de reconstrucción en su primera etapa iniciaron el miércoles 29 de octubre en Puerto Escondido y Puerto Angel. Desde Puerto Escondido comenzó la operación Techos en el municipio de Santa María Colotepec para beneficiar con láminas mexalite a 26 comunidades, en las que viven 3 mil 417 personas de 629 familias.
Desde Puerto Angel se trabaja en los distritos de Pochutla y Florida. En el primero se están entregando láminas para 470 familias con 2 mil 350 personas; en la Florida se atienden seis comunidades con 450 familias para ayudar a 2 mil personas.
El monto de los recursos para estas actividades asciende a 4 millones 647 mil pesos. La Cruz Roja llamó a organismos internacionales para que colaboren en la rehabilitación de viviendas en Guerrero y Oaxaca, apoyo económico para adjudicación de casas y edificación de una casa hogar para ancianos en Acapulco. Para llevar a cabo estos proyectos se requieren 4 millones 320 mil 720 dólares y, de conseguirse, la institución podrá ayudar a 12 mil familias.
Hasta ayer la Cruz Roja había recibido donativos en efectivo por 8 millones 117 mil 532 pesos en la cuenta bancaria de Serfin, mientras en la sucursal de Estados Unidos han sido depositados 935 mil 378 dólares.