La Jornada 5 de noviembre de 1997

Son fallas técnicas, insisten autoridades; acepta el PRD la versión

Cayetano Frías Frías, corresponsal /I, Guadalajara, Jal., 4 de noviembre Ť De pronto, el sopor que envolvía a las campañas electorales en Jalisco se esfumó. Todo inició cuando los panistas filtraron la información de que durante el gobierno de Guillermo Cosío Vidaurri se destinaron por lo menos 64 millones de pesos a las campañas del PRI, recursos que originalmente debieron ir a parar a la asistencia de minusválidos, ancianos y niños de la calle.

Al día siguiente, en el Congreso de la Unión, los diputados priístas denunciaron que los panistas de Jalisco estaban gastando elevadas cantidades de dinero en sus campañas que ya sumaban 110 millones de pesos, cuando el máximo a ejercer era de 13. Los priístas concluyeron que esos recursos excedentes venían de las arcas públicas y solicitaron juicio político contra el gobernador Alberto Cárdenas Jiménez.

En airada reacción, los panistas invitaron a los 500 diputados federales, ``si quieren'', para que verificaran las elecciones del 9 de noviembre, y reforzaron sus ataques contra el candidato priísta a la alcaldía de Guadalajara, Enrique Dau Flores, a quien fueron a gritarle ``explosivo'', en alusión a los hechos del 22 de abril de 1992, cuando era presidente municipal y explotó parte del Sector Reforma por un derrame de Petróleos Mexicanos en los colectores.

La ``guerra sucia'' continuó cuando los priístas denunciaron la existencia de boletas electorales con folios duplicados y responsabilizaron al gobierno de Cárdenas Jiménez y al propio Consejo Electoral del Estado (CEE); les exigieron que limpiaran estas irregularidades o de lo contrario habría movilización de los tricolores, e incluso se podría llegar a la impugnación de la elección.

José Manuel Barceló, presidente del CEE, minimizó el problema atribuyéndolo a técnicas, y aseguró que las papeletas con ese defecto eran entre 100 y 120 solamente. Evadió criticar la postura del PRI y lo calificó como un partido serio que seguramente no pondrá en riesgo el proceso electoral.

Los panistas locales se han visto reforzados con la presencia de Felipe Calderón, Vicente Fox, Carlos Castillo Peraza y por las encuestas, que siempre los han mantenido por arriba de los demás partidos políticos.

Los dirigentes y candidatos panistas aseguran que no les preocupa la baja, cercana a 150 mil votos, que sufrieron el 6 de julio con relación a los sufragios obtenidos en febrero de 1995, porque esperan refrendar triunfos en 15 distritos y en alrededor de 70 ayuntamientos. En la actualidad gobiernan 52.

Los perredistas siguen creciendo

Al margen de la disputa verbal entre priístas y panistas, los perredistas, los cuales al parecer fueron subestimados de más, siguen sumando adeptos con el apoyo de Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Porfirio Muñoz Ledo, Mario Saucedo y, sobre todo a nivel local, por su alianza con los barzonistas y el Grupo Universidad del ex rector Raúl Padilla López.

La mejor prueba de su crecimiento la dieron los militantes del sol azteca el pasado sábado durante el cierre de campaña de Tonatiuh Bravo Padilla, candidato perredista a alcalde de Guadalajara, pues se pudo observar una mayor asistencia de simpatizantes que los que acudieron al del panista Francisco Javier Ramírez Acuña, en una ceremonia simultánea.

En julio pasado, el PRD dio un salto espectacular en su votación, pues de un 4.78 por ciento de votos que captó en la elección local de 1995, en la más reciente alcanzó 11.44 por ciento. Estimaciones del CEN del PRD hablan de obtener el 20 por ciento, aunque en las encuestas del CEO no pasa de 13 por ciento. A unos días de los comicios, los perredistas de Jalisco parecen haber superado sus divisiones internas o por lo menos se disciplinaron, porque el discurso unánime de sus candidatos es que romperán la hegemonía que hasta ahora han tenido el PRI y el PAN.

Precisan que los equilibrios a partir del 9 de noviembre serán benéficos para que se le diga adiós para siempre a la aplanadora, sea tricolor o blanquiazul, y se pueda avanzar en favor de los ciudadanos. Entre los objetivos de Gilberto Parra, dirigente estatal del PRD, está ganar los distritos 15, 18 y 7, e incrementar el número de alcaldías, que por ahora suman seis.

El PRI, por las ciudades medias

La dirigencia priísta externa su confianza en que el 9 de noviembre podrá recuperar ciudades importantes como Puerto Vallarta, Ciudad Guzmán, Lagos de Moreno, Autlán, La Barca y Tonalá, que ahora son gobernadas por el PAN. Precisa que hay buenas posibilidades de triunfo en los distritos 1, 2, 5, 17, 18 y 20, lo que les daría posibilidades de tener un buen número de diputados en el Congreso local, los cuales, en una eventual alianza con los perredistas, podrían acabar con la mayoría absoluta del PAN.

El panorama, sin embargo, no es muy halagüeño porque de febrero de 1995 a julio de 1997 cayó 3 por ciento su votación, y todo parece indicar que la tendencia en ese sentido seguirá. El PRI gobierna actualmente 63 municipios, pero el 6 de julio ganó en 67 y este es un factor que los motiva.

Lo que podría ser una ventaja es que el PAN perdió casi 8 por ciento de su votación de febrero de 1995 a julio de 1997. Si la tendencia permanece, el PRI podría avanzar, aunque parece más lógico que el PRD capte esos votos que pierden los blanquiazules.

A los priístas les afectó también la falta de recursos económicos por parte de la dirigencia nacional, pues el CEN solamente les envió 1.6 millones de pesos, y a los candidatos a diputados les llegó una cantidad ínfima que no les ayudó gran cosa. Las quejas en ese sentido menudearon, pero la dirigencia nacional puso oídos sordos.

Así como los panistas han tenido un excelente aliado en el ex gobernador Guillermo Cosío Vidaurri, los priístas como oposición han tenido en el alcalde César Coll Carabias a alguien que les da votos a carretadas.

Basta recordar que el 6 de julio, el PAN perdió más de 63 mil votos en Guadalajara, en relación a la cifra obtenida en febrero de 1995. El PRI ha sabido explotar los errores de Coll Carabias y se aprovecha de su intolerancia y los abusos que ha cometido en el ejercicio de gobierno, sobre todo del pleito eterno que casó con los periodistas.

El PAN busca consolidar su proyecto

Con 52 municipios en su haber, entre los que están las ciudades medias y la zona metropolitana, y con 17 diputados de mayoría y siete de representación proporcional en el Congreso del estado, los panistas buscan consolidar un proyecto de gobierno que les permita conservar el poder a largo plazo.

Entre sus acciones destacan el haber logrado atraer a una gran cantidad de empresarios a su proyecto, e incluso varios de ellos forman parte del gabinete, con las carteras más importantes del gobierno de Alberto Cárdenas.

Las secretarías de Turismo, Desarrollo Rural, Desarrollo Económico, Finanzas y Vialidad están en manos de ex dirigentes de la iniciativa privada metidos a políticos, y cuyo discurso ahora es el de que tienen vocación de servicio público. Además, un ex presidente de la Cámara de Comercio de Guadalajara es director de la Línea Dos del Tren Ligero.

Comprometido como nunca con los empresarios, el gobierno de Alberto Cárdenas ha financiado incluso proyectos que luego pasan a los empresarios. Tal es el caso de la Bolsa Agropecuaria, a la que se destinaron 2 millones de pesos durante el presente año para su promoción, y ahora será un negocio de la iniciativa privada.

La condescendencia del gobernador con los empresarios es tal, que a pesar de que sus subalternos cometen errores que cuestan millones al erario, los justifica. Por ejemplo, Francisco Mayorga Castañeda, quien es señalado como el ``cacique'' de la Unión Ganadera Regional de Jalisco por el barzonista Maximiano Barbosa, ocupa el cargo de secretario de Desarrollo Rural.

Como responsable de un fideicomiso de Desarrollo Rural, el empresario Mayorga Castañeda destinó poco más de 12 millones de pesos al mercado de futuros de Chicago, pero el pésimo manejo propició que se perdieran más de 10 millones de pesos. El gobernador no vio negligencia alguna en su colaborador y Mayorga tuvo la desfachatez de externar que ese dinero lo debían pagar los agricultores.

Existe una Ley de Fomento Económico, la cual exime de pagar impuestos sobre nóminas a los empresarios que generen arriba de 300 empleos, además de que les dota de infraestructura para que se instalen en tierras de Jalisco.

Fabricante de totopos y papas fritas, Alberto Cárdenas se autodenomina como el ``gobernador de los industriales'', como lo confirmó en Puerto Vallarta el sábado pasado. En su discurso reitera que habría que pensar en bajar impuestos a los ciudadanos para ``aflojarles el cinturón'', pero se refiere a los federales. A nivel local, su secretario de Finanzas habla de incrementar impuestos en porcentaje similar al de la inflación anual.