La Jornada 5 de noviembre de 1997

Emigran 15% de bachilleres para acceder al nivel universitario

Claudia Herrera Beltrán Ť Quince por ciento de los egresados de bachillerato de todo el país tiene que emigrar de su entidad de origen para continuar sus estudios de licenciatura, debido a que en su estado no encuentra la carrera de su preferencia, falta cupo o considera que los programas académicos de su región carecen de calidad y prestigio, se indica en un estudio elaborado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).

En el análisis denominado Procedencia de los alumnos de primer ingreso 1996 se señala que de 250 mil 128 jóvenes de los que se conoció su procedencia, 211 mil 185 (85 por ciento) permanecieron en la entidad donde concluyeron sus estudios de bachillerato y 38 mil 943 (15 por ciento) emigraron de sus hogares para seguir sus estudios universitarios.

De acuerdo con la ANUIES, el año pasado las principales entidades expulsoras de estudiantes fueron el estado de México, con casi 7 mil, seguido del Distrito Federal (5 mil 676), Veracruz (3 mil 194) y Guanajuato (mil 819).

Por el lado de las entidades receptoras, la asociación explica que se ubicó como líder el Distrito Federal, con 11 mil alumnos (28.3 por ciento), sin considerar a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) porque esa institución no da a conocer dicha información. El segundo lugar correspondió al estado de México, con casi 4 mil jóvenes; el tercero a Puebla, con más de 3 mil, y Nuevo León estuvo en la cuarta posición con 2 mil 857 alumnos.

En conjunto, el Distrito federal, el estado de México, Puebla y Nuevo León recibieron cerca de 20 mil estudiantes, la mitad de los casi 39 mil jóvenes que salieron de sus casas para continuar una carrera universitaria.

Del total que recibió el Distrito Federal, la mitad -5 mil 800- provino del estado de México, 7 por ciento de Hidalgo, casi 5 por ciento de Morelos y 4.5 por ciento de Veracruz.

Sin incluir a la UNAM, las principales instituciones del Distrito Federal que recibieron alumnos de primer ingreso el año pasado fueron el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad Tecnológica de México (UTM), la Escuela Bancaria y Comercial y la Universidad La Salle.

La otra entidad federativa que en mayor medida abrió sus puertas a los estudiantes de diferentes regiones fue el estado de México, que albergó en sus aulas de educación superior a cerca de 3 mil jóvenes del Distrito Federal, 237 michoacanos y 74 poblanos.

De esa forma, las instituciones mexiquenses con mayor demanda de estudiantes fueron el IPN, la Universidad Anáhuac, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de México (ITESM), la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) y la Universidad Autónoma Chapingo.

En el caso de Puebla, la tercera entidad con mayor cupo para estudiantes inmigrantes, se indica que dio asilo a 650 jóvenes procedentes del Distrito Federal, 631 veracruzanos, 438 de tlaxcaltecas y 293 oaxaqueños.

Las instituciones que más alumnos recibieron fueron, por orden de importancia, la Universidad Autónoma de Puebla, la Universidad de la Américas, la Universidad Iberoamericana, la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla y la Universidad Cuauhtémoc.

Disparidad en las carreras

El desequilibrio en la demanda existente sobre determinadas carreras se advierte también en el flujo de estudiantes que recibieron algunas entidades. En Coahuila, por ejemplo, de cada 100 alumnos de primer ingreso a las profesiones de ciencias agropecuarias, 63 procedieron de otras entidades federativas, y en Baja California la demanda proveniente de otros estado a las carreras de ciencias naturales y exactas fue de 45 alumnos por cada 100.

Otra muestra de la disparidad de alumnos por carrera son casos como el de Tamaulipas, donde en el área de educación y humanidades se inscribieron 44 alumnos externos por cada 100, además de Querétaro, que para el área de ingeniería y tecnología registró 40 estudiantes de otras entidades por cada 100, así como Michoa-cán, que para el área de ciencias de la salud tuvo 33 jóvenes inmigrantes por cada 100 locales.

La ANUIES atribuye la movilidad de los estudiantes a que en su entidad de origen no existen carreras de su preferencia o si las hay faltan espacios, el desconocimiento de la oferta educativa, la ausencia de programas de orientación educativa, así como la concepción que los alumnos tienen en el sentido de que los estudios de su región carecen de calidad y prestigio.

Por ello, el organismo que aglutina a las instituciones de educación superior aconsejó que si se indagan los motivos y se cuantifica el volumen de la migración se pueden establecer programas para orientar el flujo de los estudiantes con el fin de retenerlos, ampliar la capacidad de las carreras existentes o abrir nuevas.