El sistema de representación proporcional sigue en entredicho y no sería nada sorpresivo que cambiara o inclusive desapareciera en la siguiente fase de la reforma del Estado.
Por un lado, una corriente del PRI presiona para que se vuelva al sistema único de representación por mayoría, ya que consideran que la representación proporcional facilita a los partidos opositores ganar más posiciones de las que les correspondería por mayoría simple.
De otra parte, es de tenerse en cuenta el debate suscitado ayer en el Senado a propósito de la solicitud del PT de formar un grupo parlamentario, a pesar de carecer del mínimo de cinco legisladores. En este caso serían sólo tres: el dirigente del PT Alberto Anaya, el campechano Guillermo del Río Ortegón --priísta de origen, con breve y tormentoso paso por el PRD y luego candidato del PT al gobierno de su estado-- y la chiapaneca Irma Serrano, quien igualmente abandonó al PRD.
Para completar el cuadro, la solicitud petista fue respaldada por Adolfo Aguilar Zinser, quien llegó al Senado con el respaldo del PVEM, pero se ostenta como independiente.
Este entrar y salir de los senadores y diputados de sus respectivos partidos es lo que abre otra vía para sustentar la improcedencia del sistema de representación proporcional.
Senadores y diputados lo son gracias al sufragio ciudadano, pero en el caso de quienes tienen representación proporcional, los ciudadanos no votan directamente en su favor, sino por el partido que los postuló.
En consecuencia, cuando por diferencias internas los diputados o senadores deciden separarse de su fracción parlamentaria, los partidos tienen una pérdida real en su representación. Por ello algunos juristas consideran que en sentido estricto, cuando un legislador elegido por la vía plurinominal abandona su instituto político, debería perder la representación y llamarse a su sustituto, para que la representación del partido no resulte mermada.
La cosecha
No sólo la integración de grupos parlamentarios puso otra vez en evidencia la necesidad de nuevos cambios legales, sino también la breve rebeldía de un grupo de diputados de conceder la autorización al presidente Ernesto Zedillo para que realice cuatro viajes al extranjero durante este fin de año, hace resaltar la conveniencia de adecuar las leyes a la realidad actual... Por ejemplo, la autorización para salir del país es un anacronismo, puesto que esa disposición se estableció cuando tales viajes eran muy prolongados y deficientes las comunicaciones, lo cual ya no sucede en la actualidad. El trágico efecto del ciclón Paulina demostró que la distancia no es problema, pues con los modernos sistemas de comunicación el primer mandatario pudo dar instrucciones para ayuda inmediata a los afectados... Por otra parte, es bueno que los legisladores se interesen en vigilar la marcha de las relaciones exteriores, pero no se debe olvidar que constitucionalmente esta materia es responsabilidad exclusiva del Ejecutivo... Todavía hay instituciones intocables. Por unanimidad y sin discusión, el Senado aprobó una serie de reformas a la Ley de Servicios de la Armada de México, que presentó en tribuna el senador por Baja California Sur y general José Antonio Valdivia, quien explicó que la finalidad es mejorar las condiciones de vida y dar mayor seguridad a los marinos...