Gasta Brasil casi ocho veces más que México en atención al sida
Angeles Cruz Ť En Brasil el gobierno tuvo la voluntad política para dar medicamentos a todos los enfermos de sida; allá la salud de la población ha sido más importante que el costo económico y, aunque existen otros problemas, la autoridad cuenta con el respaldo social, afirmó Julio Barrios, coordinador del Programa de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y sida de ese país.
Al participar en el VI Congreso Nacional sobre Sida, Barrios explicó que en la nación sudamericana existe un sistema único de salud, que en 1997 gastará unos 400 millones de dólares en la atención y control médico de 38 mil portadores de VIH/sida. De éstos, 20 mil ya reciben el tratamiento con antirretrovirales, que consta de una combinación de tres fármacos, y es el más costoso.
Mientras, en México, con poco más de 32 mil infectados, el gasto para la atención de pacientes con VIH/sida ascendió sólo a 52 millones de dólares. ``Estamos muy atrasados porque no tenemos un sistema único de salud que garantice a todos los mexicanos el acceso a los servicios médicos'', señaló Patricia Uribe, coordinadora del Consejo Nacional de Prevención y Control del Sida (Conasida), quien refrendó su compromiso de continuar con los programas que permitan abatir la epidemia.
Al presentar las conclusiones del congreso, la funcionaria admitió que las campañas masivas son buenas, pero es necesario llegar a los grupos específicos, en particular a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
Es urgente ampliar los programas educativos porque ya se ha comprobado que este aspecto es la base para poder avanzar, dijo. Incluso, durante la mesa que abordó el tema, se retomó la propuesta de instrumentar el Programa Nacional de Educación Sexual desde la infancia.
Uribe también reconoció que la magnitud del problema exige respuestas rápidas; por eso se trabaja en el proyecto de fideicomiso para dotar de medicamentos a los portadores de VIH/sida que lo requieran. Sin embargo, apuntó, tendrá que continuarse en la búsqueda de otras alternativas.
Destacó la importancia de fortalecer el trabajo en los estados de la República para que deje de existir la diferencia con el centro del país, lo cual fue reclamado en repetidas ocasiones por los participantes en el evento. Las campañas de prevención continuarán, dijo, independientemente de los ataques de algunos grupos.
Durante la ceremonia de clausura, Jorge Huerdo -quien vive con VIH/sida y que ayer presentaba fiebre porque el virus ya generó resistencia en su organismo luego de que por falta de medicamentos suspendió su tratamiento- hizo una petición muy sencilla: medicamentos y atención para todos.
``Queremos voluntad política'', dijo al tiempo que en el auditorio de la antigua Escuela de Medicina se levantaron portadores del virus, integrantes del Frente de Personas Afectadas por el VIH/sida (Frenpavih), y a gritos y con mantas y carteles expresaron su inconformidad por el trato discriminatorio y la falta de atención por parte de los gobiernos federal y estatales, sobre todo con quienes no tienen acceso a las instituciones de seguridad social.
Enseguida participó Guillermo Soberón, presidente ejecutivo de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), quien llamó la atención sobre el hecho de que hace 10 años había ``voces incrédulas'' que negaban la importancia sida, y hoy se enfrenta un complejo problema social. Informó sobre la forma en que cada año se han ido acumulando los casos y comentó que esta enfermedad ha puesto de manifiesto las limitaciones económicas para enfrentarla.
Durante la ceremonia, Carlos Tena, secretario de Salud de Guanajuato, formalizó una invitación a los asistentes para que el próximo congreso sobre sida, que se realizará en 1999, se lleve a cabo en esa entidad. El gobierno del estado, dijo, está en favor de la información y la educación sexual para todos.
Brasil, primer país del mundo en dar medicamentos gratis para el sida
Durante una mesa de debate, en la que se tocó el tema de quién debe pagar por los medicamentos, Julio Barrios señaló que el programa contra el sida en Brasil es resultado de la voluntad de garantizar los derechos constitucionales y humanos de los portadores sida, y además fue el primer país en asumir el compromiso de dar gratuitamente los fármacos a todos.
Comentó que, a través de diversas leyes y reglamentos, se formalizó el programa contra el sida y en 1994 y se firmó un convenio con el Banco Mundial, por el cual el gobierno de Brasil obtuvo un préstamo de 300 millones de dólares para cuatro años. El acuerdo establece que ese dinero no podrá utilizarse para la compra de medicamentos, por lo cual este gasto lo asume el gobierno.
Además, en Brasil funciona una red de organismos no gubernamentales que desarrolla mil 37 programas de prevención, para lo cual reciben asistencia financiera y técnica de las autoridades gubernamentales.
Enfatizó que el gobierno brasileño demostró voluntad política para dar respuesta a las demandas de los portadores de sida, y comentó que en esa nación se reportan cada año 5 mil casos nuevos, por lo que se calcula que el próximo año el gasto ascenderá a 750 millones de dólares. Sin embargo, dijo, vale la pena porque se ha reducido el número de muertes y de hospitalizaciones por enfermedades oportunistas; es decir, los pacientes tienen una mejor calidad de vida.
En el mismo foro, Albin Chávez, responsable del programa contra el sida en Costa Rica, comentó que allí el seguro social cubre 98 por ciento de la población, y para el gobierno la educación y la salud son prioritarias. De esta forma, dijo, los medicamentos tienen que estar disponibles donde se necesiten y en cantidad suficiente para satisfacer la demanda.
Los servicios y los medicamentos, aseguró, se otorgan en la medida de las posibilidades económicas del gobierno; no obstante, la expectativa de salud de los costarricenses es similar a la de los países desarrollados.
Por otra parte, en la mesa Desarrollo Económico y Sida, Jorge Saavedra López, de Conasida, informó que en México el presupuesto de 1996 para la atención médica de la enfermedad fue de 52 millones de dólares en el sector público y 37 millones de dólares en el privado. Señaló que, si en el 2000 hubiera una cobertura de 99 por ciento de los pacientes, la inversión llegaría a 350 millones de dólares por año.
Respecto de los medicamentos, comentó que el costo de un coctel (tratamiento combinado) es equivalente a 26 días de salario mínimo en Estados Unidos, 60 en Argentina,140 en Venezuela y 250 en México.