La Jornada 1 de noviembre de 1997

La flotación del peso, protección efectiva: BdeM

El gobernador del Banco de México, Miguel Mancera Aguayo, aseguró ayer que la participación del instituto central en el mercado de cambios, al que ha inyectado 400 millones de dólares en esta semana, ha contribuido a estabilizar la cotización del peso frente a la divisa estadunidense. Además, defendió la política de libre flotación cambiaria y criticó a ``analistas y empresarios'' que proponen la instauración de un régimen de deslizamiento programado de la paridad.

En su primer pronunciamiento acerca de la actual crisis financiera que afecta al país, Mancera Aguayo consideró que es ``temprano'' para calcular los efectos de la inestabilidad bursátil y cambiaria en la economía real.

Sin embargo, dijo tener confianza en que al tranquilizarse el entorno internacional ``los sólidos fundamentos de la economía mexicana harán posible el sostenimiento de su vigorosa recuperación, así como continuar abatiendo la inflación y mantener la tendencia de las tasas de interés a la baja''.

Al hablar ante empresarios en una reunión celebrada en Sonora, el gobernador Mancera defendió la ``prudencia fiscal'' como mecanismo para hacer menos vulnerable al país ante una crisis financiera mundial como la de los últimos días, pero también se manifestó en contra de que el gobierno imponga ``controles administrativos'' a los flujos de capital de corto plazo que ingresan al país.

Sobre el primer punto, Mancera Aguayo dijo que en una situación como la actual es imposible exagerar el valor de la prudencia fiscal. Uno de los factores que más pueden agravar los problemas de un país en una crisis como la actual es el relajamiento de las finanzas públicas, aseguró.

La advertencia del gobernador del banco central se da en momentos en que el Ejecutivo y el Legislativo negocian el presupuesto de egresos para 1998, en el cual se prevé aumentar el déficit público de 0.5 a 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto.

En cuanto al segundo punto, Mancera Aguayo admitió que es posible que los flujos internacionales de capital a corto plazo causen más problemas que beneficios. ``Algo --añadió-- se puede hacer para inhibir esos flujos''. Mencionó que el régimen de flotación cambiaria, vigente en México desde diciembre de 1994, es una fórmula efectiva para tal propósito, ``porque las ganancias que los inversionistas puedan obtener por diferenciales de tasas de interés son anuladas con facilidad por variaciones relativamente pequeñas del tipo de cambio''.

Otro mecanismo para inhibir los flujos de capital de corto plazo, añadió, es por medio de la política monetaria. En este caso, al inducir bajas en las tasas de interés, ``en circunstancias en que esto resulte prudente'', se desalientan las entradas de capital al mercado de dinero --donde se compran y venden los bonos de deuda interna del gobierno.

No obstante, Mancera dijo estar en contra de cualquier otro tipo de regulación. ``También se han propuesto controles administrativos a las entradas de capital de corto plazo, pero su implantación es cuestionable. Los supuestos beneficios deben evaluarse con base en que dichos controles puedan ser eficaces en la realidad y que el costo de establecerlos no resulte excesivo en comparación con los beneficios obtenibles. Estos controles administrativos requieren de un aparato administrativo muy pesado y dan lugar a múltiples distorsiones y a corrupción''.